“Si la policía hubiera hecho lo que tenía que hacer Facu estaría acá”

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Vanesa Ganduglia es profesora de Artes Visuales y fue una de las fundadoras de El Semillero Cultural de Pedro Luro, al cual concurría Facundo Castro. Allí se alentaba la construcción y reflexión sobre la identidad de los jóvenes desde el pensamiento crítico.

“Facu salió y en el medio no sé qué pasó. No quiero pensarlo tampoco.  Creo que las prácticas (policiales) que están existieron, existen y van a seguir existiendo hasta que no haya algún tipo de cambio. (…) No puedo decir que puede haber sido premeditado pero si Facundo rompió la cuarentena la policía tendría haberlo traído y asegurarse que esté en la casa. Si hubieran hecho lo que tenía que hacer Facundo estaría acá”, dijo a FM De la Calle.

En la vieja estación ferroviaria, Ganduglia contó que Facu les volvió a juntar después de dos años. “Más allá de que sea una tristeza encontrarnos en este momento es fundamental contar quién era y honrar su vida. Las lágrimas no alcanzan, hay que hacer más, no nos podemos quedar llorando ni puteando, tenemos que poder contar quién era, qué quería”.

¿Quién es Facu?

Facu es un pibe nacido en el pueblo, lo conocí en la escuela porque fui su profe y después, cuando iniciamos El Semillero, se acercó en el primer encuentro que fue el evento de Villarino Grita y ahí se conformó la batucada. La formó Facu con algunos pibes que quedaron en El Semillero en otros proyectos.

Lo que hacíamos era trabajar con la cultura social y los derechos humanos. Facu se prendía en todas las actividades, el programa Jóvenes y Memoria, las jornadas solidarias que hacíamos para recuperar el espacio, torneos bonaerenses de muralismo, cualquier actividad en relación con los derechos humanos él estaba dispuesto a participar.

Ganduglia afirmó que Facu “fue muy activo y siempre era la chispita del grupo, siempre era el de los chistes, el cascabel, el que tenías que andar buscándolo por todos lados. Era el que hacía ruido y muchos se le acoplaban atrás”.

“Eran pibes que nunca habían creído que podían tener un futuro. Muchos de los chicos habían sido perseguidos y les habían hecho creer que no podían ser nada más que eso. Por eso cuando hablábamos de identidad, de futuro, de lo que querían ser, empezaban a ver que ellos podían ser lo que quisieran ser. Cada uno iba a buscando su camino”, recordó.

¿A qué tipo de persecución te referís?

El hostigamiento y la persecución que se hace por ser de una clase social, por vivir en un lugar en el que otros no viven -acá es ser de atrás de la vía-, por ser de una clase social que no es de alta ni media, las maneras despectivas que tiene la gente de hablar sobre estas personas, sobre cómo construyeron un imaginario de lo que eran los pibes del Semillero. Ellos se re calentaban porque decían cosas que no eran. El hostigamiento policial siempre estuvo.

Al Semillero Cultural les jóvenes llegaban de ambos lados de la vía. “Acá nos encontrábamos en el medio y ya no importaba de dónde venías. Era un lugar importante por eso, se hicieron amigos y generaron relaciones sin haberlas esperado. Ellos decían que no hubiera sido posible sino venían acá, se empezaron a relacionar con chicos que no compartían escuela, un barrio o un deporte. Acá los unió otra cosa, una relación más humana”.

Por la “persecución política hacia los coordinadores” por parte del gobierno municipal de Carlos Bevilacqua resolvieron desactivar El Semillero “para que los pibes no queden en el medio. Habíamos acordado un par de pautas para dejar el espacio, de tiempos y formas, aceleraron un poco la cosa y nos terminaron echando con la fuerza policial”.

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¿Qué pensás que pasó con Facu?

Facu salió y en el medio no sé qué pasó. No quiero pensarlo tampoco. Yo creo que las prácticas que están existieron, existen y van a seguir existiendo hasta que no haya algún tipo de cambio. No puedo decir que se les fue la mano porque es una práctica y si es una práctica no se les fue la mano, lo hacen conscientemente.

No puedo decir que puede haber sido premeditado pero, si Facundo rompió la cuarentena, la policía tendría haberlo traído y asegurarse que esté en la casa. Si hubieran hecho lo que tenía que hacer Facundo estaría acá.

¿Cómo se vive su desaparición en Luro?

Es fuerte porque nunca tuvimos un desaparecido en democracia. Y es fuerte que nos falte un pibe. Es fuerte que falte Facu. Que falte uno de los pibes con los que siempre hablábamos de estos temas. La comunidad está movilizada, es un golpe de realidad, de lo que pasa y de lo que pasó en el pasado reciente y que hace que haya un quiebre y que la gente reflexione cosas que antes no se las preguntaba.

Estamos en una comunidad que se informa de ciertos medios hegemónicos y tiene una construcción del pasado y presente por esos medios. Ahora queda en evidencia y leen noticias que saben que no son así, ahí se replantean un montón de cosas, ¿cómo dicen esto si sabemos que no es así? Hay gente que no lo conocía a Facu y se pone en el lugar de Cristina porque es una mujer de acá, porque Facu es de acá, es como si nos faltara un amigo a todos, un hijo a todos. Cris es muy fuerte, nos da más fuerza ella a nosotros que nosotros a ella y no va a aflojar hasta saber qué es lo que pasó con Facu.

En los pueblos pasa eso, todos somos del pueblo, crecimos en el pueblo, y obviamente las familias de la policía se ponen en defensiva y acompañan a sus hijos o quienes sean y el resto de la sociedad pareciera que está en contra. En realidad hay que cortar con ciertas cosas. Y si no la cortás, sos cómplice y sos parte de. Ahí está la diferencia, en lo humano.

Se tiene y se debe esclarecer. Hay que saber la verdad, el crimen de los crímenes de no saber qué pasó, dónde están, es tremendo, es perderte todos los días y no saber si vas o no a tener noticias, si vas a saber qué pasó, si el que encontraron es él o no. Es super necesario.