“La ayuda que más ayuda es la que se organiza”: Cáritas y el desafío de sostener la solidaridad tras la catástrofe
En el marco de una nueva campaña anual de Cáritas, referentes de la organización en Bahía Blanca compartieron detalles sobre el trabajo realizado tras la inundación y remarcaron el valor del compromiso comunitario.
En el Centro Comunitario San Roque, que se puso a disposición inmediatamente, Cáritas Diocesana organizó una red de asistencia que combinó logística espontánea, trabajo territorial y un gran despliegue humano.
“No teníamos dimensión de lo que había pasado, nos encontramos totalmente desbordados y por muchas cosas, no solo por la emergencia sino también por las ganas de trabajar de mucha gente que se acercó”, relató Marina Huentenao, integrante del área de Economía Solidaria.
Relató que una de las particularidades del trabajo en esos primeros días fue la inmensa participación ciudadana, con vecinos y vecinas que, sin haber sido afectados directamente, se acercaron a ayudar. “Mucha gente se acercó individualmente, que no le había pasado nada, simplemente vecinos y vecinas que fueron, se hicieron como grupos de amigos, porque vos podías ver sectores donde estaban alimentos, limpieza, la atención en la puerta, que se fueron conociendo ahí”, describió.
Por otro lado, reconocieron que la magnitud del daño superó todos los cálculos: de 40 organizaciones comunitarias relevadas inicialmente, se terminó asistiendo a más de 500 espacios sociales. Pero más allá de la emergencia, el trabajo de Cáritas “apunta a sostener la ayuda en el largo plazo, acompañando a las comunidades en un proceso de reconstrucción social”, según sus referentes.
En ese sentido, se están proyectan nuevos apoyos, como microcréditos y subsidios, para que los emprendimientos puedan reconstruirse. Estas herramientas buscan no solo recuperar la capacidad de producción, sino también reactivar espacios colectivos de comercialización: “Esas alternativas de otros programas de subsidios, de microcréditos, son las que se están pensando, en algunos casos ya se están desarrollando, para volver a pensar y poder estructurar nuevamente estos espacios de emprendimientos”.
Este enfoque parte de una mirada que no se limita a la asistencia directa en la emergencia, sino que busca sostener y potenciar el trabajo comunitario de largo plazo, reforzando vínculos y apostando por el fortalecimiento de una economía solidaria con autonomía y proyección.
“Esta catástrofe profundizó una crisis social muy amplia, extrema, compleja”, explicó Joaquín Uhrich, vice director de Cáritas Diocesana. Huentenao agregó: “Es muy difícil hacer comprender que quien pide no es porque no tiene ganas de laburar, sino por la complejidad del contexto”. De esta forma hicieron énfasis en el rol de las parroquias, capillas y organizaciones barriales insertas en el territorio.
Finalmente, también hubo lugar para una crítica constructiva hacia el rol estatal: “Nos hubiese gustado que antes de esta catástrofe el Consejo de Políticas Sociales fuera convocado. Somos parte medular de la asistencia social en los barrios”.
¿Cómo colaborar con la Colecta Anual de Cáritas?
Se puede aportar digitalmente por diferentes vías:
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