“Argentina no es un país con muchos impuestos, hay un sistema tributario injusto”

¿Cómo se compone la recaudación en nuestro país? ¿Está bien que se cobre impuesto a las ganancias sobre los salarios? ¿Quiénes son los grandes ganadores y quiénes pierden siempre?

En una semana marcada por  anuncios como la exención impositiva a las petroleras o la elevación del piso de ganancias, Francisco Cantamutto puso el foco en el sistema tributario argentino.

“El Estado es una gigantesca maquinaria distributiva. El problema es para quién redistribuye. En el caso del fisco argentino, lo hace en favor de los que más tienen”.

En la columna de Economía de FM De la Calle, Cantamutto dijo que “si uno mira la distribución del ingreso en términos funcionales, es decir, en base a la relación capital-trabajo, a lo largo de los últimos 6 años esto se ha ido deteriorando. Un 8% de la participación en el PBI pasó de trabajadores y trabajadoras a las manos de propietarios de empresas”.

“Argentina tiene un importantísimo sesgo hacia impuestos indirectos que lo que hacen es gravar el consumo. Los mayores ejemplos son el IVA e Ingresos Brutos, que cualquiera de nosotros paga. Entre estos dos impuestos encontramos más de la mitad de toda la recaudación. En relación, dentro de los países de la OCDE, que uno toma como referencia porque son los países más desarrollados, entre estos impuestos se alcanza 1/3 del total de la recaudación”.

El columnista agregó que, “en contrapartida, es muy bajo el porcentaje de la recaudación alcanzado en nuestro país por vía de impuestos directos, como los que gravan las ganancias o al patrimonio. Por ejemplo, los impuestos a las ganancias en Argentina alcanzan un 18% del total recaudado, lo cual configura la mitad del porcentual alcanzado en los países del OCDE”.

¿A qué se debe esto? E”n Argentina tenemos un ítem denominado ‘Gastos Tributarios’, que son las exenciones, devoluciones, prorrateos o diferimientos que benefician a determinados sectores. No hay impuestos a las ganancias financieras, ni a las ligadas a operaciones inmobiliarias”.

“¿Está mal que contribuyan más los asalariados de mejores ingresos? No necesariamente. Termina resultando una aberración en tanto los grandes ganadores del modelo no aportan. Y se termina asegurando la recaudación en base al esfuerzo del resto de la estructura”.

Cantamutto sostuvo que “el problema con este tema es que como no se quiere encarar una reforma real que contemple estos aspectos, se parcha el sistema subiendo el mínimo no imponible, lo cual es una mala forma de resolverlo ya que una vez que uno queda comprendido en el Impuesto a las Ganancias se arranca con una alícuota muy alta, entonces quien empieza a pagar se le deduce un montón de dinero y le termina conviniendo que no le aumenten el salario. Es distorsivo”.

“Deberían existir una serie de escalas más amplias con alícuotas que vayan creciendo. Por ejemplo, el que empieza a pagar ganancias lo haga en un porcentaje muy bajo, como del 0,5% un 1%, y cuando ganás el doble del mínimo no imponible, ahí pagas más, y si triplicás el mínimo no imponible abonás aún más y así. A medida que más te alejás del mínimo no imponible proporcionalmente tenés que pagar más”.

Agregó que “el peso fuerte que tienen los impuestos indirectos, al consumo, tienen su explicación en el bajo peso que tienen los impuestos directos, principalmente el impuesto al patrimonio”.

“Otro factor que acrecienta el problema es la baja valuación fiscal de los inmuebles y sobre todo de los inmuebles rurales. Todo el mundo sabe que están valuados realmente muy por debajo de su valor real y, por ende, tributan montos irrisorios”.

El columnista explicó que “todo esto compone un panorama muy dificultoso. Hay muchos impuestos que cargan al consumo, son regresivos porque hay poco impuesto sobre la renta y los grandes patrimonios. Esto no se condice con lo que hace un mes dijo públicamente la ex gobernadora María Eugenia Vidal, en cuanto a que Argentina es un país donde se cobran muchos impuestos. Tal como salió a refutar el CEPA –Centro de Economía Política Argentina- la presión fiscal en nuestro país, tomado en el año 2020, fue equivalente al 29,4% del PBI, mientras que en los países de la OCDE es de 33,5%”.

“La idea de que hay muchos impuestos en Argentina es falsa y hay que salir a discutirla fuertemente. Lo que hay es mucha injusticia en los impuestos y eso es lo que hay que resolver”.

“En este momento, junto a otras y otros compañeros economistas nos estamos reuniendo a difundir este diagnóstico, presentando esta evidencia, en un espacio nuevo que se conformó y es el ‘Espacio de trabajo fiscal para la equidad‘”.

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