Cierre de Yaguar: “Una bola de nieve” de despidos y la sombra de la reforma laboral

Juan Ignacio Mangiapane, delegado desde 2013 de la sucursal de Yaguar en Bahía Blanca, relató en FM De la Calle la angustia que atraviesan los cerca de 50 empleados de comercio, camioneros, personal de limpieza y seguridad, tras el repentino cierre del mayorista.

El cierre fue anunciado sorpresivamente el domingo 16 de noviembre y dejó sin fuente de ingreso a más de 50 trabajadores directos, desencadenando una “bola de nieve” social y económica en la ciudad. Mangiapane, con más de una década en la empresa, compartió su visión sobre las causas , la historia de lucha sindical de la sucursal y la preocupación por el futuro de los despedidos en un contexto de ajuste económico.

Recursos Humanos de Buenos Aires llamó por teléfono a los empleados, uno por uno, para comunicarles la decisión. Pese a la situación, Mangiapane reconoció que la empresa se está moviendo dentro de la ley. “La empresa se está moviendo dentro de los marcos legales. No hay una medida que podamos tomar para revertir esta situación y que digan, bueno, reabra la sucursal”, lamentó.

Yaguar, un mayorista que creció hasta tener 20 sucursales a nivel nacional, había encontrado en Bahía Blanca una fuerte resistencia a la precarización laboral. Mangiapane recordó que la sucursal local fue una “punta de lanza en materia de derechos laborales” desde 2011, obligando a la empresa a pagar horas extras, entregar ropa de trabajo y respetar las ART.

“Nos ganamos el mote de sucursal tomada”, explicó el delegado.

A pesar de la potencialidad comercial, Mangiapane sostiene que la empresa ha mostrado “desidia” y “no inversión” deliberada, tanto a nivel edilicio (sistemas obsoletos, falta de infraestructura) como comercial.

El argumento central esgrimido por la empresa para el cierre, según los rumores y notificaciones informales, es la baja venta y el mal estado de la ruta nacional de acceso y el estancamiento de la obra del Paso Urbano. “No creo que sea el factor único o fundamental. Esto es algo que arrastra varias cuestiones: la baja de consumo, que se nota en todos los rubros, y la responsabilidad empresarial de la no inversión en la sucursal”, señaló.

La sucursal local se destacó por su fuerte organización. Fue la única de las 20 a nivel nacional que sostuvo asambleas de dos horas diarias, ininterrumpidas durante tres meses consecutivos, para lograr el reconocimiento de las paritarias. “Logramos, gracias a eso, que después se homologue el acuerdo y nos reconozcan los aumentos de sueldo”, afirmó Mangiapane. Esta fortaleza sindical es vista por los trabajadores como un posible factor detrás de la decisión del cierre.

El predio es propiedad de Yaguar, lo que abre una preocupación sobre el futuro con la posible reapertura con otra razón social, otro nombre y otra situación de los trabajadores bajo un marco legal reformado, tal como permite la Ley Bases e intenta impulsar el gobierno con la reforma laboral.

La mayor preocupación ahora es el destino de los trabajadores, especialmente aquellos con poca antigüedad o los mayores de 50 años y los jóvenes part-time que recibirán una indemnización mínima, además de trabajadores indirectos, personal precarizado que dependía del mayorista, como el cartonero o las niñeras de los empleados, también se quedó sin sustento.

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