“Cotter validó nuestras voces”
Alicia Partnoy dijo a FM De la Calle que las víctimas y sobrevivientes del terrorismo de Estado le deben “tantísimo” al recientemente fallecido juez Luis Alberto Cotter: “Validó nuestras voces, escuchó nuestros testimonios, nos abrió puertas para llegar a obtener la justicia”.
“Con una valentía increíble en esa Bahía Blanca a la que le encontró matices y con la que trabajó hacia una sociedad mejor, nos permitió llegar con nuestros testimonios a lugares que antes ni hubiéramos soñado acceder”, destacó la autora de “La Escuelita” desde los Estados Unidos.
Agregó que “en un momento como el de hoy en que se está en Argentina ante una situación de máxima corrupción del sistema judicial es emblemática su partida. Aunque lo lloraremos muchísimo, nos deja una enseñanza de cuál es el camino a seguir. Nos entristece profundamente, enviamos a su familia el más sentido pésame y confiamos en que su ejemplo seguirá en la juventud de Bahía Blanca y de Argentina”.
Elisardo Tunessi fue secretario de la Cámara Federal cuando Cotter ejerció su magistratura. Lo describió como “un ejemplo de dignidad, de trabajo, de juez. En aquella época fuimos la primera y única Cámara del país que declaró la inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y lo más importante es que con su presidencia se llegó a imputar a todos los procesados que tenían delitos de lesa humanidad y eso obligó a que las autoridades de entonces presionaran para que se aflojara con ese tema”.
El actual defensor federal Gabriel Jarque era en aquel entonces secretario de la fiscalía del dr. Hugo Cañón. Consultado por FM De la Calle dijo que Cotter dejó “una huella que no se podrá borrar”.
“Su intervención fue decisiva en las causas de lesa humanidad y en el dictado de sentencias que hicieron punta en todo el país. Eran períodos institucionalmente complejos que requerían, además de formación jurídica, de coraje y de decisión para afrontar las derivaciones de esos pronunciamientos”.
Mencionó como otro de los hitos del juez el impulso a los Juicios por la Verdad que “contribuyeron a esclarecer cómo ocurrieron los hechos durante la dictadura militar y cuál había sido la suerte de los detenidos desaparecidos”.
“Mantuve una relación muy estrecha, fui testigo privilegiado del trabajo intenso de muchas jornadas de estudio y de análisis y también de atender las preocupaciones y angustias de familiares que demandaban justicia. Todo ello requería de esfuerzo, entereza y de convicción que Luis Cotter demostraba y aportaba cotidianamente”.
Pablo Fermento, quien desde el 17 de febrero encabezará el equipo de la fiscalía en el debate de la Megacausa Zona 5, subrayó que los aportes de Cotter ocurrieron “hace más de 30 años en un contexto mucho más difícil del que podemos vivir ahora con otra mirada histórica”.
“Son hechos y acciones que nunca fueron lo suficientemente valorados y reconocidos, por un lado porque el dr. Cotter fue un cultor del perfil bajo que acompañó los procesos y los hechos no desde un lugar de exposición sino desde el esfuerzo y la coherencia” y también porque ocurrieron “en una ciudad de las características de Bahía Blanca, en contra de factores de poder y de impunidad muy fuertes y había que tener gran valentía para llevarlos adelante”.
El dirigente de la CTA y la Corriente Comunista Watu Cilleruelo, José Lualdi, aseguró que “si los jueces en la Argentina fueran como Cotter las marchas y movilizaciones del pueblo serían para aplaudir su coraje y sus fallos”.
“Una vez me comentó que cuando planteó la inconstitucionalidad de la ley de Obediencia Debida, (el ministro de Defensa José) Jaunarena le planteó que había malestar y que sobre todo Don Raúl (Alfonsín) estaba muy molesto. Cotter con su sencillez, así me lo contó él, le dijo ‘que se quede tranquilo, ya se le va a pasar a Don Raúl y va a comprender’. Había muchas presiones, Alfonsín presionaba y también los militares”.
“Últimamente conversé con él antes de conformar la Comisión para el Honoris Causa de Watu para la que se prestó rápidamente sin preguntar quiénes o cuántos firmaban sino que la consideró una causa justa. Aunque parezca una verdad de perogrullo se ha ido un imprescindible”.
Por su parte, el dirigente judicial Néstor Alende comentó que el ex camarista “supo dignificar la profesión de abogado y magistrado, fue un compañero judicial fundador de la AJB junto a otro grande como Antonio Cortina con quien compartió una profunda amistad. Antonio se refería a él como un desobediente, y fue así, con una tremenda valentía logró enfrentar las leyes de impunidad. Lamentamos tremendamente su pérdida y vamos a seguir peleando por sus mismos ideales”.