Debaten ordenanza que regule el cannabis medicinal
La semana pasada, un grupo de especialistas expusieron de manera virtual frente a representantes de la Comisión de Salud del Concejo Deliberante para avanzar hacia el tratamiento de una ordenanza que regule el acceso al cannabis con fines medicinales y terapéuticos.
Actualmente, hay tres proyectos de ordenanza presentados sobre el tema: uno por parte del oficialismo, otro de parte de la Red de Profesionales para el estudio del Cannabis (REPROCANN) y, por último, la propuesta de Cultivo mi Propia Medicina.
La defensora oficial Fabiana Vannini señaló a FM De la Calle que la principal diferencia entre los tres proyectos existentes es que el del oficialismo no contempla el autocultivo.
“El autocultivo, por muchísimas razones, no es delito y que la Municipalidad lo regule trae beneficios: en primer lugar, proteger el derecho a la salud y acceso a la medicina y, en segundo lugar, que el Estado no derroche recursos persiguiendo este tipo de casos”, apuntó.
Entre los argumentos por los que el autocultivo no debe ser considerado delito, la profesional enumeró: “Por el marco legal constitucional que es el derecho a la salud. En segundo lugar, porque esta el marco legal nacional con la ley 27350, que -si bien prevé un solo caso de epilepsia refractaria-, lo cierto es que reconoce el fin medicinal y paliativo de la planta. Y por último, hace 11 años la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad del artículo 14, que pena o persigue a quienes consuman o hagan uso de estupefacientes para uso personal”.
“Si vos estás en un registro de cultivadores, vas a estar protegido en caso de un allanamiento. Y el órgano perseguidor, el Ministerio Público Fiscal, sabrá que tu finalidad es el autocultivo y que no tiene destino ilegítimo, y no es delito para la ley de estupefacientes”, argumentó.
Vannini agregó que si no es por la vía del autocultivo el Estado debería igualmente garantizar el acceso medicinal de la planta. “Hay proyectos que miran esa cuestión y tal vez en un futuro sea el propio Estado el que provea el medicamento. Hoy el Estado no esta preparado para fabricar. Tenés que importarlo y está previsto solo para el caso de epilepsia refractaria. Y es carísima, es un frasquito que sale 250 dólares por mes”.
Por último, resaltó “la mirada de género es muy importante. Somos las mujeres las que tenemos el rol de cuidadoras, somos las que nos ponemos esta lucha al hombro y también me gusta destacar que la primera organización que se hizo famosa en Argentina es Mamá Cultiva. Son las que ponen el cuerpo cuando les toca la detención. Es la mujer la que se pone en riesgo porque son las mamás las cultivadoras”.