El Nunca Más de las locas: resistencia y deseo en la última dictadura

El periodista Matías Máximo visitó la ciudad para presentar el libro en el cual recoge testimonios y repasa las vivencias de la comunidad LGBTIQ+  durante el terrorismo de Estado. El evento fue impulsado por Peronismo Barrial y acompañado por H.I.J.O.S. Bahía Blanca.

“El informe CONADEP, el Nunca Más que muches hoy conocen como libro, en su momento se usó como instrucción judicial en el Juicio a las Juntas. si hoy uno lo recorre, a 40 años de su elaboración, lo que falta en sus páginas es la palabra homosexual, lesbiana, trans, travesti o cualquiera de los sinónimos no tan gentiles que se usaban para referirse a nosotres en aquella época”, contó Máximo a FM De la Calle.

“Este Nunca Más de las locas no se propone sumarle páginas a ese Nunca Más, que fue lo que se pudo hacer en ese momento, que es un documento muy valioso, histórico, y que a nivel instrucción judicial fue muy útil. Sino que se propone otros Nunca Más, abrir otras líneas, otras narrativas posibles para abordar la memoria”.

Por otro lado, se refirió a la cifra de les 400 homosexuales, lesbianas y diversidades desaparecides.

“Lo que cuenta Carlos Jauregui en un libro que publica en 1987 que se llamó ‘La homosexualidad en Argentina’, es que un miembro de la CONADEP le menciona 400 personas de la nómina de desapariciones que eran homosexuales. Que si bien no habían desaparecido por su condición sexo genérica sí habían recibido un trato especialmente sádico y violento al igual que las personas judías”, aclaró.

El número 30.400 es utilizado por muchas organizaciones hoy en día para señalar el ensañamiento con las personas de la comunidad LGBTIQ+. “Me parece interesante pensar dentro de esos 30.000 una gran cantidad que no sólo fueron 400, sino que fueron muchos más”, aseveró el periodista.

“Dentro de las propias organizaciones revolucionarias no era muy bien recibido ser una persona LGBT sino que se consideraba un desvío burgués”.

En esa línea, relató que “el ERP publica un informe que se llamó ‘Moral y proletarización’ que sentaba las bases morales que debía tener un buen militante de la organización y ahí se ataca a los feminismos y a la homosexualidad”.

Uno de los testimonios que releva es el de Daniel Molina, militante que fue enviado a una psicóloga de la organización que “intentaba corregirle, curarle”. Además se refirió al cántico “no somos putos, no somos faloperos, somos soldados de FAR y Montoneros”.

“Lo que surge son diferentes formas de resistencia, que por ahí no son las mismas que podemos pensar una resistencia como la de tomemos las armas, acá tal vez resistencia era reunirte en una comunidad en la Isla del Tigre y armar métodos para avisarte si venía la Prefectura y que no te llevara detenido”.

Por otra parte, acerca del acrecentamiento de la derecha, sostuvo que en el caso de la plataforma de La Libertad Avanza, “su agenda política es nula hacia lo LGBT. Es nula y anula, su idea de diversidad es quitar el ministerio de género y diversidades”.

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