Dragado del Napostá: desde la UNS proponen “evitar la repetición de errores”
El profesor Sergio Zalba sumó la preocupación del equipo de investigación de la UNS que dirige respecto a las consecuencias que podrían tener las “acciones de dragado y de remoción de vegetación” del arroyo Napostá anunciadas por el Municipio.
En una nota dirigida al intendente Héctor Gay y al subsecretario de Gestión Ambiental, Matías Insausti, aseguró que “resulta fundamental que cualquier intervención como la propuesta incluya una adecuada evaluación de impacto ambiental y socio-cultural, y un análisis interdisciplinario que evite eventuales efectos indeseados y, al mismo tiempo, optimice el uso de los recursos públicos a partir de la búsqueda de soluciones sostenibles”.
Recordó que “en 1982 se tomó la decisión de entubar la mayor parte del tramo del arroyo Napostá que atraviesa nuestra ciudad, bloqueando el acceso público a recursos naturales, culturales y paisajísticos que muchísimas ciudades querrían tener. Creemos que es fundamental evaluar de forma integral las opciones de manejo de la porción del trazado que aún conservamos los vecinos bahienses pare evitar la repetición de errores ambientales como ese”.
Zalba destacó que “la diversidad biológica de los ambientes urbanos es valorada cada vez más a nivel global, tanto por los aportes que la ciudad puede hacer para la preservación de las especies silvestres, como por los reconocidos efectos positivos que las comunidades naturales producen sobre la salud psico-física de las personas”.
“El curso de agua mencionado constituye una pieza única del paisaje natural de Bahía Blanca, que se diferencia de las áreas verdes que lo circundan, y del resto de los paseos ubicados en el ejido urbano, porque en él predominan elementos nativos de la biodiversidad regional. Fauna y flora silvestre habitan y se reproducen en este ambiente proporcionando una oportunidad única de entrar en contacto con el patrimonio natural típico de un humedal pampeano”.
Para el investigador “el área tiene un enorme potencial para convertirse en el escenario de actividades de educación ambiental y promoción de la valoración pública de los ecosistemas regionales. Distintas disciplinas de la Universidad Nacional del Sur, de hecho, ya aprovechan este escenario para desarrollar allí parte de las actividades formativas de sus estudiantes, pero esta dimensión podría ser mucho más explotada en la medida que se preserven las características silvestres que el ambiente aún conserva”.
Por otra parte rechazó que la intervención propuesta pueda resolver problemas de la proliferación de mosquitos y roedores urbanos. En el primero caso puede complicarlo al correr aves que “son controladores naturales de estos invertebrados incluso a distancias importantes del propio arroyo”. Respecto a los roedores afirmó que el inconveniente sea provocado por el vertido de residuos en el lugar”.
“Si el problema a resolver tiene su origen en un comportamiento social inapropiado es allí donde debemos poner el acento, corrigiendo las conductas que resultan en problemas ambientales sobre la base de la valoración de los componentes afectados. Desde esta perspectiva, una obra como la propuesta podría resultar completamente inapropiada y contraproducente para la búsqueda de formas armónicas y sostenibles de convivencia entre los vecinos de la ciudad y el resto de las especies con las que compartimos el espacio urbano”, concluyó.