“Estamos en 80 por ciento más de los casos que se detectan”
La investigadora (CONICET), Valentina Viego realiza un seguimiento de las cifras que se publican en torno al desarrollo de COVID-19, desde el mes de marzo, “tratando de dar un poco de luz o comprender un poco cómo es la dinámica de Bahía”. Según afirmó la economista a FM De la Calle, “no tenemos una proyección, un pronóstico”, no sabemos “cuál es el horizonte”
El déficit de datos se debe a los pocos elementos con que se cuentan con testeos por fuera de los casos sintomáticos. “Uno de los elementos en común que hay en Bahía y en otras regiones es que no se testea a todo el mundo, por una cuestión de recursos. En Argentina se testea a personas que tienen síntomas y sabemos que el virus contagia a personas que no tienen síntomas. A veces tienen que tener dos síntomas y no uno. Algunos síntomas no se consideraban, después se amplió”.
La falta de recursos asignados resulta un problema centra ya que “si no hay reactivos o personal que vaya a hisopar, hay demoras en el testeo. Eso se ve claramente porque, al principio, se hacían 30 y pico, 40 test por día. Ahora estamos en el orden de 70. No se ha aumentado significativamente la capacidad de testeo. Por eso se viene sospechando que hay más casos, el tema es ¿cuántos casos más?
“Este tipo de cálculos se ha realizado en San Juan, La Rioja, conurbano o CABA. Viego lo llevó adelante para Bahía Blanca, buscando el factor de multiplicación. “Para eso uno tiene que usar otro tipo de estudios que son testeos aleatorios. Es decir, no a la que tiene síntomas sino al azar, se le hace un test rápido para ver si tuvo la enfermedad. Se llaman estudio serológicos. Eso se hizo solamente en algunos barrios de ciudad autónoma. Entonces tomé el dato de España –lo más cercano que tenemos- y se recalcularon a partir de esos testeos aleatrorios y masivos. Se calculó la cantidad de personas que tuvieron el virus en España por edad y sexo y se recalculó la tasa de letalidad, y esas tasas las apliqué a Bahía Blanca”.
Para el análisis sigue el siguiente razonamientos: suponiendo que la letalidad, por ejemplo, que para personas entre 30 y 40 años es del 0.2% si hay una persona fallecida de esa edad ¿cuántas personas tuvieron el virus COVID?. Como una regla de tres simple. A partir de ahí, llegué a que estamos en un 80% de casos más de los que se detectan”.
Tomando como ejemplo los datos publicados el mates, “si se detectaron sesenta y un casos, estaríamos cerca de los cien contagios por día. Esto sirve para tener una idea de cuál es la incidencia de la enfermedad y anticipa lo que van a ser los fallecimientos. Esto se va a transformar en una duplicación de fallecimientos. Hoy tenemos entre 3 y 5 fallecidos y vamos a pasar para fines de septiembre entre 11 y 12 fallecidos por semana. Esa es la previsión. Entonces las autoridades sanitarias tienen que dar cuenta de esta proyección y tomar decisiones”.
Como si nada
Una de las percepciones cuando salimos a la calle es que hay cierto relajamiento en los cuidados, alentados por la apertura de actividades que incluyen el intercambio social. Y, para una parte de la población, efectivamente, la pandemia no ha cambiado nada en sus conductas de circulación. “Una cosa que miraba es la movilidad” que “fue creciendo a medida que se abrían actividades. Llegó al pico en julio” y “son muy similares a los pre cuarentena. La única diferencia es que hay menos movilidad porque no hay clases o porque no hay atención al público en organismos públicos. Pero fuera de eso, la movilidad está en niveles normales. Uno lo que sabe es que cuando hay más movilidad el virus tiene donde circular y contagia”.
Finalmente, la investigadora señaló su preocupación por el hecho de que el impacto de esos contagios “no se ve inmediatamente. No es que uno ve muchos autos en la calle y ya mañana tiene los contagios, porque desde que el virus se contrae hasta que manifiesta síntomas pueden pasar siete días. Recién se empiezan a ver los resultados de esos movimientos en las dos o tres semanas”. En síntesis, “el aumento de la movilidad que hubo a fines de junio y julio, hoy se ve en contagios. Hay que mirarlo con una ventana por lo menos de un mes. La movilidad en julio recuperó niveles históricos”.