“Esto no se arregla solo con una garrafa”

El médico Horacio Romano analizó los impactos ambientales y en la salud derivados de las “privaciones energéticas” que padece un amplio sector de la población bahiense, tal como lo evidenciaron investigadores de la UNS.

“Hace tiempo que se habla en el mundo de este término de pobreza energética que implica tener que recurrir a cualquier tipo de elemento que se queme, en el mejor de los casos leña, hasta ropa o algún tipo de residuo. El material particulado que componen termina impactando en el organismo generando, múltiples enfermedades severas, desde diabetes hasta demencia”, explicó.

“Cuando hace frío uno se calienta con lo que tiene, ahí comienzan los problemas”.

Romano sostuvo que Bahía tiene “una situación alarmante con respecto a este tema según los datos estadísticos del informe sin contar, por otro lado. la cantidad de personas que mueren por monóxido de carbono e incendios inesperados, debido a las malas instalaciones”.

“Los casos de monóxido si son agarrados a tiempo no pasa de un dolor de cabeza, pero si no es así, puede quedar con cuadros de coma o trastornos neurológicos con secuelas severas”.

El doctor destacó que nunca escuchó a ningún político o administrador hablar de pobreza energética y afirmó que “no existen políticas públicas, no sólo locales, sino a nivel nacional”.

“Se debe invertir en otros tipos de energía para prevenir enfermedades, es una cuestión de salud y pensar en políticas públicas de abastecimiento de esa energía a la mayor cantidad posible de gente”, dijo.

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