“Hay que pensar en cómo hacer sostenible el sistema energético”
La Universidad Nacional del Sur lanzó una campaña para el uso responsable de la energía y el ahorro económico. La doctora y magíster en Economía María María Ibáñez Martín visitó el estudio de FM De la Calle para referirse a la experiencia de la universidad, la política de subsidios y los aumentos que impulsa el gobierno.
La institución destina el 15% de sus gastos de funcionamiento al pago de la electricidad, lo que equivale a 180 becas anuales para estudiantes o al 65% de su presupuesto para investigación.
Los trabajos de Ibáñez están focalizados en la dimensión energética y ambiental de los procesos de exclusión social. “La realidad es que en Argentina la cuestión energética a nivel residencial nunca fue un tema porque nosotros hasta hace no más de dos meses pagamos el 5% del costo de la electricidad y hasta un 15% del costo real del gas natural”, aseguró.
“Pagar los servicios empezó a ser un tema de preocupación a partir del año pasado cuando se puso en marcha la segmentación de tarifas y este año con un gobierno que dice liberalizar todos los mercados empezamos a ver aumentos de tarifas, actualizaciones en los diferentes componentes de nuestra tarifa, esto empezó a ser un tema y fue un tema siempre para los países desarrollados”.
Por otro lado, la economista sostuvo que “las preocupaciones de la energía están en todos lados pero los enfoques son diferentes, en Argentina nos empezó a preocupar porque de a poquito, y todavía estamos muy lejos, empezamos a ser conscientes de lo que cuesta tener la energía. El gran problema es que nuestras decisiones en general están basadas pensando en una energía barata, nosotros no vemos las edificaciones y en general tenemos ventanales enormes que no son doble vidrio porque total prendemos la calefacción ponemos la caldera en 28° y lo solucionamos”.
“Es un problema en el mediano plazo para todos nosotros porque nuestras construcciones están pensadas con una energía barata”, analizó.
“Es insostenible un sistema energético donde las tarifas se congelan porque gran parte de los problemas energéticos que nosotros tenemos, los cortes que tenemos en el verano de la luz, el problema de que sentimos que el gas no calefacciona, etcétera, tienen que ver principalmente con que las empresas no tienen motivación ni incentivo económico para hacer inversiones para mejorar la calidad de nuestro servicio. Entonces eso, por un lado, no nos tenemos que olvidar que una parte muy importante de nuestro país no tiene acceso a la red de gas natural y muchas de esas extensiones y esos frenos tienen que ver con el precio que reciben las empresas transportadoras y distribuidoras de la energía. Eso por un lado y por otro lado es que es real, nosotros hasta el año pasado destinábamos el 4% de nuestro producto bruto en subsidios a la energía”, puntualizó.
Acerca de las medidas impulsadas por el Ministerio de Economía, la investigadora aseguró que “Caputo en junio salió a anunciar que iba a dar liberación a la actualizaci0ón de tarifas para todos los segmentos residenciales. Este tipo está loco, tenemos los dos meses más fríos del año y además como los sectores de ingresos más bajos eran los que no habían recibido ningún tipo de actualización el golpe que les íbamos a dar era tremendo. Alguien lo hizo entrar en razón y otra vez postergó y pateó para adelante la actualización de tarifas. Yo creo que las decisiones hay que tomarlas básicamente porque hay que pensar en cómo hacer sostenible el sistema energético pero yo siempre digo esto cuando vos hacés una política de subsidios o de regulación hay dos tipos de errores el error de inclusión y el error de exclusión”.
El error de inclusión, según explicó, es subsidiar a quienes no lo necesitan mientras que el error de exclusión es la quita de subsidios a quienes no pueden pagar los servicios sin asistencia estatal. “La consecuencia de ese error es que esa persona empezó a estar en una situación de privación muy severa. En realidad el gran problema de las decisiones que se toman sin información, apresuradamente, y priorizando la cuestión del equilibrio fiscal, que es lo que motiva en gran parte muchas de las decisiones del gobierno actual, es que los errores de exclusión son muy grandes. Entonces, por ejemplo en Bahía Blanca con diferente intensidad, casi un cuarto de los hogares tienen privaciones energéticas, imagínate si nosotros salimos a aumentarle el 300% el gas a los hogares pobres, es una privación energética”.
“Una privación energética es de diferentes intensidades, gente que no accede a la red de distribución de gas o a la electricidad, esa es como la más severa. En el medio tenemos la gente que accede de forma informal, entonces, por ejemplo se cuelga de la luz y como está colgada de la luz tiene problemas de intermitencia o de cortes pero no puede hacer lo que diríamos vos y yo que es llamar a Edes”, relató.