La comunicación no sexista presente en Bahía Blanca

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(Por Mariela Dobal*) El 8 de marzo esta ciudad lució sus calles céntricas repletas de niñas, mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries que marcharon y se expresaron denunciando las opresiones e injusticias que sufren en cada rincón teñido de patriarcado. Lo que sucede en los medios de comunicación locales y en las coberturas  en las que están involucrados estos colectivos también fue parte de los reclamos.

“Apoyamos el movimiento de las/es trabajadoras/es de la comunicación para construir medios responsables a pesar de los intentos de silenciamiento, precarización y despidos injustificados, que las grandes cámaras empresarias intentan imponer”, sostiene el documento leído en el acto de Bahía Blanca.

“Paramos porque no queremos ser cómplices de la violencia simbólica ejercida en el tratamiento de las noticias y de la falta de voluntad para capacitar en materia de géneros”, se indica desde la plaza central, mientras un grupo de mujeres, identificadas profundamente con esa visión, aplaude con fuerza y emoción.

Se miran y se encuentran, por primera vez, juntas. Unidas. Temblando de alegría e indignación. Fortalecidas por empezar a reunirse y organizarse para de construirse y no callar más.

La Red de Comunicadoras Bahía Blanca es una realidad. Un espacio de encuentro. Una red que entrama múltiples realidades, experiencias, ideologías, aprendizajes y silencios ya no deseados, de trabajadoras de los medios locales de comunicación. Desde hace meses se reúnen y planifican trabajos compartidos y coberturas mediáticas con real perspectiva de género. Están buscando mecanismos y recopilando información para visibilizar el desigual trato laboral que reciben en sus lugares de trabajo: a misma tarea que los hombres periodistas inferior paga, despidos injustificados por negarse a mandatos patriarcales, sufrir exigencias estereotipadas externas antes de valorarse su formación y experiencia, entre decenas de otras injusticias dignas de este sistema despiadado.

¿Por qué? “Porque no queremos más medios de comunicación hostiles y bastiones del disciplinamiento para quienes queremos producir nuevos sentidos. No estar en los medios es violencia simbólica y laboral. Este 8 de marzo, paramos el mundo. Este 8 de marzo nos hacemos oír, pero no solo hoy sino también mañana porque si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”, expresa la red en un pronunciamiento.

Mientras tanto, y ante las coberturas periodísticas que insisten en“nota de color”, “efeméride semanal” o “nota especial” para difundir estas realidades, perpetuadas en el lenguaje sexista y excluyente, inundadas de lugares comunes y sin consciencia de clase… nacen producciones autogestivas en espacios de comunicación comerciales y comunitarios, que invitan a reflexionar y expresarse.

Surgen discursos que construyen una comunicación fundada en visibilizar y defender los derechos de las personas. Emergen acciones pensadas para escuchar todas las voces posibles, capaces de ilustrar cada realidad negada en las editoriales de medios hegemónicos, reproductores de desigualdades e intolerancia.

Irrumpen trabajadoras de la comunicación que se encuentran en cuerpo y alma para no callarse más y desaprender mandatos y prácticas que las tenían inmóviles. “Paramos el mundo. Nos bajamos. Y ahora nos volvimos a subir. Unidas y empoderadas”. 

Fotos: Fabiola Natalio, Virginia Pascual y Paula Ércoli.

*Nota publicada originalmente en Comuna.