Megacausa Zona 5: “Es por el bebé que estoy viva”

Entre los casos expuestos en el alegato fiscal, Paula Molini relató el secuestro de María Graciela Izurieta y el nacimiento de su bebé en cautiverio. Presentó la carta que la víctima logró enviar durante su cautiverio, última noticia que tuvo su familia sobre su paradero. Graciela aún continua desaparecida y su hijo apropiado.

La fiscala Molini relató el secuestro de Miguel Bacasun, ocurrido el 27 de junio de 1976. Era bibliotecario en Tribunales y tenía una imprenta en Güemes. Fue llevado a CCDyT La Escuelita. Roberto Staheli declaró que en su cautiverio un muchacho que se encontraba a su lado le prestó una campera y le comentó que tenía una imprenta y que trabajaba en tribunales.

Bacasun aún continúa desaparecido.

“Queda claro que el secuestro de Bacasun y la requisa a su imprenta están relacionados con considerarla una imprenta vinculada a Montoneros”, dijo Molini y adjuntó la documentación de Prefectura de Zona.

“Las consecuencias del secuestro fueron devastadoras para la familia Bacasun” dijo Molini.

El hijo de Miguel, Sergio Bacasun, declaró “no tuve hijos por el miedo a alguien hacerle sufrir la pérdida de un padre como yo lo sufrí”.

Por otro lado, también expusieron acerca del secuestro de Daniel Cafaro y Gloria Amado. “Eran militantes del Partido Socialista de los Trabajadores y fueron secuestrados en julio del 76  y llevados a La Escuelita. Amado dio detalles de una mujer embarazada que se llamaba Graciela, ahora sabemos que se trataba de Graciela Izurieta”, dijo el fiscal Pablo Fermento.

“Cafaro dijo que las secuelas fueron severas para él y su familia, con el agravante del exilio forzoso al que fue sometido. Amado padeció consecuencias físicas y psicológicas, dijo que hasta el día de hoy se recrimina por no haber hecho nada por su compañera Graciela Izurieta”. explicó Molini.

Graciela era militante de la Juventud Peronista, fue secuestrada junto a su pareja Ricardo Alberto Garralda y mantenida en cautiverio en el CCDyT La Escuelita estando embarazada de tres meses. El cuerpo de María Graciela se encuentra aún desaparecido. Su hijo sigue apropiado.

Según el testimonio de otros y otras sobrevivientes Graciela fue vista y oída en el centro clandestino hasta mediados de diciembre de 1976, cuando su embarazo estaba muy avanzado. Los testimonios dan cuenta que sus captores la hacían caminar alrededor de una mesa, hablaba con los guardias y le asignaban alguna tarea ahí.

“Esta carta la escribió María Graciela en cautiverio, y  Felipe “Chamamé” Ayala se la llevó a sus padres. “Es por el bebé que estoy viva”, dijo Molini y presentó el documento.

“Respecto al destino final de Izurieta, María Flores Riquelme y Nélida Trípodi fueron coincidentes en que un guardia, que podría ser Felipe “Chamamé” Ayala, le dijo que a la embarazada la habrían tirado de un avión con el matrimonio González Junquera”, dijo Molini.

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