Megacausa Zona 5: “Los guardias mantuvieron contacto diario y aseguraron el cautiverio de los secuestrados”
La fiscalía alegó sobre el rol de los imputados que custodiaron de Centro Clandestino La Escuelita. “Eran quienes trasladaban a las víctimas a los interrogatorios, quienes la mantenían tabicadas, atadas, las golpeaban, las llevaban al baño e incluso permanecían allí mientas hacían sus necesidades”, dijo el fiscal Pablo Fermento.
“Hemos escuchado numerosísimos testimonios todos tiene la particularidad de que se percibe el quiebre en la persona al momento de hablar de la tortura, es un momento que van rodeando, de lo que no pueden hablar y en algún momento lo largan y tienen que ver con el efecto post traumático que todavía persiste, como vuelven a esa situación y no pudieron superarlo”, dijo el fiscal.
Agregó que “la tortura no fue únicamente por las sesiones de interrogatorios sino que las mismas condiciones de secuestro fueron delitos de tormentos por sí mismo en lo que se conoce como tortura ubicua. Tenía que haber un quiebre moral para la extracción de información”.
Respecto al rol de los guardias, Fermento explicó que “muchos testigos declararon que pudieron percibir -mediante las conversaciones- sus acentos y entender que no eran de Bahía Blanca. Utilizaban alias con nombres de animales u objetos: Zorro, Zorzal, Perro, Pato, Chamamé, Abuelo”.
Los imputados que custodiaron el centro de torturas comparten características: prestaban servicios como baqueanos en Regimiento de Infantería de Montaña 26, en Junín de los Andes. Eran suboficiales que llevaron a Bahía Blanca en comisiones entre 1976 y 1977.
Entre los acusados, realizaron tareas como guardias:
Raúl Artemio Domínguez, alias “Abuelo” perteneció al RIM 26 e integró la comisión que arribó a Bahía Blanca el 24 de marzo de 1976. Integró la nómina de guardias de La Escuelita. Ya fue condenado en las causas de lesa humanidad “González Chipont” y “Fracassi”.
Arsenio Lavayén, alias “Zorzal” también guardia del CCDyT. Según la sobreviviente Alicia Partnoy, el imputado estuvo presente durante el nacimiento en cautiverio del hijo de Raúl Eugenio Metz y su compañera Graciela Romero. El chico aún se encuentra apropiado. Testimonios dan cuenta que Lavayén hostigó y amenazó a las víctimas incluso después de su liberación.
Andrés Desiderio González, alias “Perro”. Condenado a perpetua en la causa “González Chipont”. También fue reconocido por varios testigos como guardia del Centro Clandestino La Escuelita.
Bernardo Artemio Cabezón. Condenado en la causa “Stricker” a perpetua por los hechos en perjuicio de 22 víctimas. Señalado como uno de los guardias de La Escuelita.
José Marcelino Casanovas, alias “Pato”. “Son varios los testimonios que corroboran su participación como guardia”, dijo Fermento. Es la primera vez que llega a juicio.