Megacausa Zona 5: se reanudó el debate
El defensor público, Marcelo Rodríguez, continuó con la defensa de los imputados en el marco de los alegatos tras la feria judicial. Finalizó con el argumento en favor de Enrique Del Pino. La próxima audiencia será el jueves desde las 9:30.
Rodríguez defendió al imputado Enrique José del Pino. El represor arribó a Bahía Blanca tras su accionar en el Batallón de Comunicaciones 601 y luego de participar del Operativo Independencia, donde recibió el visto bueno de Adel Vilas quien lo convocó para continuar con el despliegue represivo en el V Cuerpo de Ejército.
Del Pino tiene tres condenas a perpetua, una por su actuación en Tucumán durante el Operativo Independencia, otra bahiense en la causa “González Chipont” y la tercera por sus tareas en el llamado Circuito ABO, Atlético-Banco-Olimpo.
Respecto de lo actuado en el Batallón 181, Rodríguez alegó que “los órganos judiciales que describieron lo que denominaron el fenómeno terrorista subversivo en la Argentina, reconociendo que las que calificaron como bandas terroristas, como las FAR, el Ejército Montonero y el ERP, por resultar inherentes a formas de organización militar, dictaban sus propias normas disciplinarias y punitivas. Entonces, señores jueces, claramente estaba vigente en aquellos años un ordenamiento normativo que respaldaba las denominadas acciones legales. En otras palabras, señores jueces, no todo en la época era ilegal”.
Enfatizó que “la situación concreta de nuestros ocho asistidos del Batallón de Comunicaciones 181 claramente debería inscribirse en ese perfectamente definido marco contextual y normativo, el de la legalidad. La legalidad, porque fueron llamados a intervenir en la época en el marco de la legitimidad normativa sobre la que venimos argumentando”.
Despliegue del Batallón
Dentro de la organización del Batallón de Comunicaciones 181, cabe referir a los Grupos y Secciones Antiguerrilla dentro de la Compañía Combate Mayor Keller.
Para 1977 desapareció la denominación “Combate My. Keller”, pasando dicha subunidad a denominarse Compañía “A”, y siendo distribuidas las secciones de infantería entre las distintas compañías del batallón, bajo la denominación “C/Subv” (contra subversión).
En consonancia con la jefatura del Área 511 que ejercía el Batallón de Comunicaciones 181, aquellos elementos operativos insertos en la unidad realizaron los procedimientos de violación de domicilios y secuestro de numerosas víctimas, en la ciudad de Bahía Blanca y en distintas localidades de la región.
Por otra parte, las dependencias de la unidad funcionaron como centro clandestino de cautiverio y tortura de las víctimas secuestradas en aquellos operativos o trasladadas desde otros lugares de cautiverio (el gimnasio, la cuadra ubicada en la parte superior del edificio de la banda, los calabozos, la sala o retén de guardia y la sala y oficina del capellán).
El Batallón de Comunicaciones 181 funcionó, asimismo, como instancia intermedia de cautiverio clandestino entre “La Escuelita” y otros lugares de encierro como la UP4. También fueron numerosos los casos de víctimas trasladadas desde los lugares de cautiverio del batallón a “La Escuelita”.