“No hay otra pelea que la que peleamos”
El secretario de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), José Schulman, encabezó un encuentro para “pensar la lucha por los derechos humanos en la Argentina que viene” y advirtió que “no hay otro tiempo que el que nos toca vivir, no hay otra pelea que la que peleamos”. Fue en vísperas del juicio político al suspendido presidente de la Cámara Federal bahiense, Néstor Montezanti, que comenzará este lunes en el Consejo de la Magistratura.
“Y aunque parezca mentira, Macri no lo puede detener. No puede sacar un decreto diciendo que se interrumpe. Y yo quiero ver a esos señores y señoras, después de escuchar los testimonios y la prueba documental, cómo hacen para sostener a alguien que fue agente de inteligencia, que participó en acciones del terrorismo de Estado, que maltrató a estudiantes, a trabajadoras y trabajadores, y que hace unos meses estampó en un fallo nada menos que aquel aceto de Santo Tomás de Aquino de que las prostitutas son la cloaca de las ciudades, imprescindibles para que la mierda no nos infecte -eso escribió en 2015-. ¿Cómo van a hacer para decir que esa basura humana, fascista, puede seguir siendo juez?”, dijo en el Centro Cultural La Panadería.
El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación iniciará mañana el debate contra Montezanti, a quien se le reprocha mal desempeño en sus funciones y haber pertenecido a la Triple A y a la Inteligencia de la última dictadura cívico–militar. El tribunal está integrado por los jueces Miguel Caminos, del TOC Nº3 porteño, y Otmar Osvaldo Paulucci, del TOC Nº1 de Rosario; las senadoras Sigrid Elisabeth Kunath (FpV) y Silvia Elías de Pérez (UCR); lxs diputadxs Alejandro Abraham (FpV) y María Soledad Carrizo (UCR); y el abogado Santiago Pini.
Tras la lectura de la imputación, declararán más de treinta testigos durante la próxima semana. Los alegatos aun no tienen fecha y la sentencia se conocerá luego de la feria judicial. La acusación corre por cuenta del Consejo de la Magistratura a través del abogado Miguel Piedecasas y el diputado nacional Héctor Recalde. Montezanti será defendido por Ignacio Irigaray.
A mayor peligro, mayor unidad
“El lunes empieza una batalla fenomenal para Bahía Blanca que es el jury de destitución de Montezanti en el Consejo de la Magistratura que nos permite instalar en un escenario muy importante, nada menos que la historia reciente de la militancia asesinada, torturada, perseguida, de la trama de relaciones entre La Nueva Provincia, la Marina, la derecha sindical de la entonces CGT, la derecha de la universidad del CNU y lo que luego fue el rectorado de Remus Tetu”, manifestó Schulman.
Luego expuso el “deber ético” de acompañar a lxs compañerxs que darán testimonio y potenciar sus denuncias: “Tenemos que transformar ese escenario en una gran tribuna de acusación contra el fascismo, la derecha y todos los que han preparado el terreno para que los Macri, las Vidal y el que ganó acá, ganen las elecciones”.
Ante la llegada de Cambiemos al gobierno surge la necesidad de “defender el proceso de Memoria, Verdad y Justicia que hemos construido durante cuarenta años. Porque la memoria de los crímenes de Watu y de las víctimas de la Triple A y del terrorismo de Estado, la hemos construido cuando ocurrían los hechos, en las marchas y las movilizaciones, y lo sostuvimos aun durante la dictadura y lo desplegamos una y otra vez ante las maniobras de impunidad hasta lograr algo que yo creo que es muy pero muy importante y que lo que ocurrió hoy (NdR: el recambio presidencial) no debería borrarlo”.
“El lunes comienza el proceso de jury de destitución del dr. Montezanti, algo que parecía imposible (…). Y aunque parezca mentira Macri no lo puede detener, no puede sacar un decreto diciendo que se interrumpe. Y yo quiero ver a esos señores y señoras, después de escuchar los testimonios y la prueba documental, cómo hacen para sostener a alguien que fue agente de inteligencia, que participó en acciones del terrorismo de Estado, que maltrató a estudiantes, a trabajadoras y trabajadores, y que hace unos meses estampó en un fallo nada menos que aquel aceto de Santo Tomás de Aquino de que las prostitutas son la cloaca de las ciudades, imprescindibles para que la mierda no nos infecte –eso escribió en 2015-. ¿Cómo van a hacer para decir que esa basura humana, fascista, puede seguir siendo juez?”, se preguntó.
El secretario de la LADH dijo que “no pudieron impedir que avancemos sobre los torturadores y los asesinos, y algunos de los jefes, y algunos de los que colaboraron, pero no quieren que lleguemos al poder económico que enseñó, legitimó y se aprovechó de una manera colosal del terrorismo de Estado”.
Por otro lado, advirtió el peligro que significa la designación de Cristian Ritondo en el Ministerio de Seguridad de la provincia para profundizar un modelo que, según informes de la Comisión por la Memoria, ya tuvo “un colapso de los derechos humanos” como resultado de la declaración de la emergencia y la creación de las policías locales por parte del ex gobernador Daniel Scioli.
“Ritondo se incorporó a la política de la mano del menemismo, fue secretario de la juventud de la ciudad de Buenos Aires cuando el intendente lo designaba Menem, fue miembro de la SIDE de la mano de Toma -el operador de inteligencia de Menem primero y de Duhalde después-, fue viceministro de Interior del gobierno de Duhalde el 26 de junio del 2002 cuando asesinaron a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki y en todos estos años ha cursado seminarios y cursos con el FBI, la DEA y los organismos norteamericanos”.
Shulman mencionó que en la lucha contra la impunidad y la represión a mayor peligro debe responderse con mayor amplitud y unidad, aunque “reflexionando en profundidad sobre lo que ha ocurrido en estos años, las cosas no van a ser tan fáciles como a algunos les puede parecer. Ni el gobierno de Macri se va a desmoronar en pocos meses ni creo que la unidad del campo popular sea tan fácil de conquistar y de ejecutar como debería serlo si uno se atiene a estas dos cosas tan sencillas: defender el proceso de Memoria, Verdad y Justicia y enfrentar las políticas de gatillo fácil, torturas, hacinamiento, destrucción de la subjetividad en las cárceles, estigmatización, persecución de los pobres, de los habitantes en la Argentina de los pueblos hermanos de América Latina, etcétera”.
Una filosofía para derechos y humanos
El secretario de la Liga sostuvo que el macrismo tiene su propia teoría para intervenir en “el terreno de los derechos humanos” y que para poder construir unidad en su contra deberemos disputar con su filosofía y “no subestimarlos”.
José Natanson planteó en LeMonde que “el discurso buena onda” del flamante oficialismo parte de un “budismo occidental” y “new age” que “lejos de cualquier articulación colectiva, ofrece apenas una guía para la transformación personal”. “En el discurso del macrismo hay un enorme carga de convocar al esfuerzo individual para salir adelante –comentó Schulman-. En términos teóricos eso es volver a la fuente del liberalismo de la Revolución Francesa de 1789 que entendía a la igualdad como igualdad de oportunidades. Un poeta de fin de siglo XIX decía que esa igualdad de oportunidades significaba que algunos pudieran dormir en el Hotel Ritz de París y otros bajo un puente”.
“Ese es un concepto de derechos humanos. Todos los hombres, todas las mujeres tienen derecho a tener igualdad de oportunidades. Esa es una filosofía de los derechos humanos. Y ese concepto, esa filosofía, contacta con el valor cultural más profundo que ha sembrado el capitalismo por cientos de años en el mundo y por más de 200 años en la Argentina. Y la idea de que el esfuerzo individual permite el progreso y vivir mejor es una idea que está en el nacimiento del capitalismo. Por locas, tontas, superficiales, que puedan parecer las ideas de Macri -o de Vidal o de Michetti-, contactan con valores culturales construidos por siglos, y que han sido transformados en naturales por buena parte de la sociedad”, afirmó.
Para el militante, la estrategia amarilla en el plano de los derechos humanos seguramente se proponga ampliar sus alcances, “de manera tal que los temas que han sido centrales en la gestión kirchnerista, los temas de Memoria, Verdad y Justicia, se diluyan y aparezcan otra cantidad de temas como discapacidad, minoridad, etcétera”.
“No habrá una resistencia en forma en el terreno de los derechos humanos si no damos una batalla cultural en forma. Y en esa batalla cultural creo que la Liga Argentina por los Derechos del Hombre está en mejores condiciones que muchos porque hace muchos años que hemos elaborado -y mañana vamos a reconocer a Eduardo Barcesat que fue el primero que lo hizo en términos teóricos-, el concepto de que el capitalismo es incompatible con los derechos humanos por su razón de existencia, puesto que la diferencia real que el capitalismo genera en la vida de la gente impide que la igualdad formal que se proclama sea una realidad. Entonces, a esta idea de ellos de que ampliar los derechos humanos es desarrollar el capitalismo podemos oponerle la idea antagónica de que la única manera de conquistar los derechos humanos es terminar con el capitalismo”, propuso.
El capital
Schulman sostuvo que el movimiento de derechos humanos “no podrá luchar con eficacia frente al macrismo con una política pensada desde lo que se construyó desde el lugar de la víctima”. Incluyó en dicha tradición a la LADH que fue fundada y desarrollada por comisiones de lucha por la libertad de presos políticos durante décadas a partir del primer golpe de Estado.
“El problema es que eso hoy no alcanza y este empecinamiento en pensar los derechos humanos desde el lugar de las víctimas, desde 1983 hacia adelante, ha generado una y otra vez de manera distinta, el acercamiento de los organismos a los gobiernos de turno en tanto y en cuanto esos gobiernos de turno los reconocieran como víctimas. (…) Nadie solo es ex preso político, todos somos muchísimo más que un momento largo o corto por más intenso que sea en nuestra vida”, dijo.
Está en problemas el movimiento de derechos humanos si se sigue pensando desde el pasado y no desde el presente: “Porque si uno se piensa desde el presente no hay forma de que un organismo de derechos humanos se integre al Estado, lo cual es absurdo, no hay ninguna definición de la lucha por los derechos humanos que no diga que el Estado es el garante o el que debe proporcionar los derechos humanos. Y por lo tanto, es al único a quien se le puede pedir, exigir o arrancar los derechos humanos. La única relación que puede haber entre el Estado y un organismo de derechos humanos es de autonomía”.
Schulman subrayó que la LADH fue sometida a “la más rigurosa política de ocultamiento” de sus acciones, sus víctimas, sus casos paradigmáticos. Por ejemplo, el alegato pidiendo condena por genocidio a los comandantes realizado por el integrante de su comisión jurídica, Eduardo Barcesat, en el Juicio a las Juntas; su reiteración junto al Colectivo Justicia Ya! en el juicio a Etchecolatz con aceptación por parte del ex miembro del organismo y presidente del TOF platense, Carlos Rosanzki; el impulso a la detención del dictador Reynaldo Bignone o al jefe de la ESMA Rubén Chamorro; la obtención de fallos favorables en la OEA o la derogación del fuero policial en la década del ’50.
“Nadie ha dicho jamás que la Liga encabezó la lucha para meter preso al único juez federal que está preso en la Argentina, condenado a 23 años con condena ratificada por la Corte Suprema, que se llama Víctor Hermes Brusa y está en la cárcel de Las Flores de Santa Fe. Muchos se reían de nosotros, porque no íbamos a los brindis, porque no recibíamos plata. Pero haber salvado la autonomía de la Liga es para nosotros un capital inconmensurable que seguiremos defendiendo.
“La Liga es un organismo de derechos humanos, no está vinculado a ninguna fuerza política en particular o en general, es un organismo plural, en tanto se declara luchadora contra el capitalismo claramente es un organismo de la cultura de izquierda, no lo ocultamos, pero hemos ejercido y defendido la autonomía como un valor constitutivo y lo seguiremos haciendo”, concluyó.