#NoAlDragado: “La ría es el lugar que nos da identidad”

A 10 años de la audiencia pública donde se manifestó el rechazo al dragado del estuario hacia Puerto Cuatreros para instalar allí una planta regasificadora, Francisco Felkar, Belén Martelli y Fernanda Alarcón recuerdan la histórica movilización de la comunidad local y las expresiones artísticas que se crearon en repudio a la destrucción ambiental que el proyecto representaba.

Martelli recordó que “fue una de las movilizaciones populares en Bahía más grandes después del Escuelazo, en cuanto a la cantidad de instituciones, vecinos y vecinas y estudiantes de arte, de biología de todas las ramas que nos convocamos en esa comunión para defender el territorio. Lo que en ese momento empezábamos a vislumbrar era la defensa de los espacios naturales. Que hasta entonces no teníamos cabal conciencia de lo que significaba y aprendimos un montón”.

Agregó que “los artistas sentimos que teníamos mucho para aportar, éramos una comunión entre los diferentes lenguajes y nos nutríamos unos con otros, los científicos, los biólogos, los artistas, los vecinos, todos nutriéndonos en voces y sentires que pudimos llevar a cabo en obras que se expresó en distintas manifestaciones. Nos juntábamos a proyectar, hicimos una gaviota enorme, nos movilizábamos al taller de mi padre a hacer la estructura en hierro y a cocerla después, instalaciones, murales. No sé si fue por la movilización que se logró frenar o no, lo que nos queda es la sensación de que se puede, de que todos los actores juntos de una ciudad cuando necesitan y reclaman todos juntos y se movilizan y reclaman algo que se justifica tanto como la defensa del estuario, de la naturaleza se puede y se puede mucho”.

Por su parte, Francisco Felkar, integrante de Guardianes del Estuario, vecino de Cerri, historietista e ilustrador dijo que “en lo personal fue un movimiento que marcó un antes y un después en mi vida. Un movimiento, una experiencia de mucho aprendizaje, de crecimiento personal inolvidable. Después de 10 años, todo lo que yo construya y cree en obra artística sigue todavía sigue siendo mi guía el estuario, la ría, mi estética todavía sigue siendo inspirada en la particularidad del lugar. Justamente creo el lugar tiene ese algo que está conectado con emociones con el arraigo, nuestra ría es  nuestro lugar, es nuestro paisaje, es mi paisaje interior”.

“La ría es aquello que está conectado con nuestra propia experiencia de vida, es el lugar que nos da identidad, si hubiera sido modificado violentamente como pretendía el proyecto de la planta regasificadora, de alguna manera hubiera sido violentado uno mismo. Si ese lugar es lo que nos da esa identidad, uno hubiera perdido esa identidad y perder la identidad es perderse a uno mismo”, dijo.

En el mismo sentido, Fernanda Alarcón, integrante de la murga Desde el Barro y actual operadora técnica de FM De la Calle dijo que “para la gente más joven la lucha del No al Dragado significó el primer activismo o la primera militancia. Las asambleas que se hacían, que después fue la Asamblea Ambiental Buenos Aires Sur, estaban muchos espacios y mucha gente independiente. Me pareció un espacio super enriquecedor. No vengo de una familia militante y fue mi primera experiencia y acercamiento con otras voces y conocimientos. Tenía algunos prejuicios en relación al hacer político. Si hoy estoy involucrada en otras luchas sociales, sindicales, feministas, tiene que ver con la lucha del dragado, fue un quiebre en relación a mi experiencia política y eso marcó en muchos jóvenes de ese momento”.

“Poder pensar qué ciudad queremos, quién toma las decisiones, cuál es el valor de la voz de la ciudadanía en esa construcción de ciudad. Fue un momento en que muches conocimos la ría, al estuario, los cangrejos, la vida ecológica que existe ahí. Había mucho desconocimiento”, argumentó.

Señaló que se pensaba en “comunicar a través de las paredes, la cantidad de murales que hemos hecho, no había una pared no pintada. Fueron momentos de encuentros interesantes y muy creativos. La murga se nos ocurrió para intervenir los carnavales. Ahí pensamos algunas estrategias, empezamos a crear. Hicimos la gaviota. Ahí conocí a la radio, no sabía ni que había una radio comunitaria. Y ahí conocí y tomé conocimiento de la importancia de la comunicación. La murga fue alojada en ese galpón de la radio”.

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