“Nunca tuve conocimiento de que en el V Cuerpo existía un lugar de reunión denominado La Escuelita”

En la audiencia 59 de la Megcacausa Zona 5 declararon de parte de las defensas dos ex compañeros del imputado Enrique Stel,  Eduardo Enrique Cattaneo y Mario Troncoso. Luego, el acusado Mario Torres realizó una ampliación de su indagatoria. El juicio continúa el próximo jueves.

Cattaneo, convocado por la defensa de Stel, fue subteniente en 1967 y jefe del Batallón de Comunicaciones 602. Fue designado como secretario del Colegio Superior de las Fuerzas Armadas y en 1978 tomó nuevamente contacto con el imputado al ser designado en la Compañía de Comunicaciones 10.

“Tengo un gran recuerdo profesional de Stel. Era una persona que tenía un mando firme, profesional y humano con su gente. Era envidiable. Lo califiqué con 100 puntos”, dijo Cattaneo.

En ese entonces Stel revistaba en el Batallón de Comunicaciones 181, en calidad de Jefe de una de las Secciones que componían la Compañía Combate “My. Keller”, desde el 2 de febrero de 1976 y con el grado de subteniente. Esta compañía  tuvo una destacada participación en la ejecución de los operativos de secuestros y constituyó el principal grupo de tareas con el cual contaba el batallón.

En 2020 el juez federal Walter López Da Silva dispuso la detención de cuatro ex militares dentro de los cuales se encontraba Enrique Stel. Los imputaron por el delito de abuso sexual contra una de las detenidas en cautiverio. En 2019, H.I.J.O.S lo había denunciado públicamente  por formar parte de la instrucción en Servicio Penitenciario de Tucumán.

Luego declaró Mario Troncoso, ex compañero del liceo militar de Stel. Dijo que el represor “ha tenido una conducta prístina y es para mí un hombre intachable”.

Posteriormente, amplió su declaración indagatoria Mario Torres, quien fuera jefe del Departamento III – Operaciones del Comando del V Cuerpo de Ejército desde el 1 de febrero de 1978 y hasta el 28 de febrero de 1979.

Torres presidió el Consejo de Guerra mediante el cual se materializó la acción psicológica que permitió ocultar bajo un aspecto de “legalidad” el cautiverio y las torturas de Carlos Raúl Príncipi, y aseguró la continuidad de la privación ilegal de la libertad.

“Consideran que todo mi accionar desde que se me designó como jefe tenia una sola finalidad: la lucha contra la subversión. Ello no fue tal durante mi jefatura. Nunca intervine en ninguna operación contra la subversión”, dijo.

Agregó “nunca tuve conocimiento de que en el predio del Comando V Cuerpo del Ejército existía un lugar de reunión denominada La Escuelita, y que Príncipi estuvo detenido y torturado allí”, declaró.

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