Repensar la historia: del relato colonialista a una mirada global, total y de largo plazo

En diálogo con FM de la Calle, Mariano Schlez, profesor de Historia de América colonial en la Universidad Nacional del Sur e investigador del CONICET, planteó la necesidad de revisar críticamente la forma en que narramos el proceso independentista y a sus protagonistas. Frente a lecturas nacionalistas o fragmentadas, propuso pensar una historia global, de largo plazo y total, que integre dimensiones económicas, políticas, sociales y culturales.

“Las historias de los países no se explican a partir de la historia de cada país sino que tenemos que tener un punto de vista global”, afirmó Schlez y planteó que los procesos locales solo pueden comprenderse en el marco de un sistema mundial.

“La historia desde el siglo XV, con la conquista de América, se empieza a convertir en una historia única, una historia que no puede explicar el derrotero de qué pasó en Argentina o en Uruguay sin entender Gran Bretaña, sin entender siquiera China, como ejemplo, que era la gran consumidora de la plata que se producía en el Alto Perú. Es una historia global. Entonces ya hay una primera cuestión metodológica”.

Uno de sus aportes clave es el concepto de “la necesidad como ley suprema”, surgido de documentos coloniales donde comerciantes, hacendados o funcionarios justificaban sus decisiones. 

“Yo no llegué a ese concepto de ‘la necesidad es ley suprema’ a través de una teoría previa, lo vi en los propios documentos, a través de diferentes enunciaciones de la misma frase. Vi que evidentemente este es un concepto que tiene cierta familiaridad, que es recurrente. Entonces traté de entender qué significaba. Y mi hipótesis es que eso se esgrime cuando los sujetos sociales, generalmente individuos, hacen algo porque no les queda otra y que generalmente ni siquiera estaban de acuerdo ideológicamente con hacer eso”, explicó.

Así lo ejemplificó con el caso del virrey Cisneros en 1809 quien, presionado por la crisis económica y el bloqueo del comercio con España, aceptó abrir el intercambio con los británicos: “La ley suprema de la necesidad me obliga a abrir y aceptar este comercio”. Este enfoque desplaza la narrativa centrada únicamente en próceres o grandes hombres y coloca en el centro las condiciones materiales y sociales que marcaron sus decisiones.

La propuesta de Schlez invita a revisar el modo en que enseñamos y pensamos nuestro pasado. Más que una sucesión de fechas o un relato patriótico, se trata de comprender cómo las independencias se insertaron en un entramado global de guerras, reformas y disputas por el valor. “Para saber hacia dónde vamos, tenemos que saber de dónde venimos”, resumió.

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