Trata: la jueza se declaró incompetente
Mirta Susana Filipuzzi, quien subroga el Juzgado Federal Nº1, se declaró incompetente en la causa contra el vicepresidente del Club Huracán, Víctor Hugo Iglesias, el administrador del Bar Brodway, Alfredo García, el prefecto Eduardo Horacio Gutt y Martín Vargas, propietario de restaurante El Gran Chaparral.
La Fiscalía había pedido sus procesamientos con prisión preventiva por trata de personas con fines de explotación sexual. La jueza entendió que corresponde la figura de “facilitación de la prostitución” y, por ende, la investigación debería llevarla la justicia ordinaria.
Por otra parte, dictó la falta de mérito por el delito migratorio. Los fiscales Antonio Castaño y Marcelo Colombo (Protex) le reprochan también a Iglesias, García, Gutt y Vargas “haber promovido o facilitado la permanencia en situación migratoria irregular de una de las presuntas víctimas, encontradas la noche del procedimiento con el fin de obtener un beneficio económico a partir de la actividad que ella realizaba”.
Según la Dirección Nacional de Migraciones una de las mujeres rescatadas “tenía su visa de turista vencida y pese a ello, permanecía en la Argentina siendo explotada la actividad económica que practicaba en favor de Alfredo Ismael García y obteniendo por ello sumas de dinero que le permitían permanecer en nuestro territorio”.
La causa
La instrucción fiscal comenzó en 2014 a partir de una denuncia anónima en la línea 145 que advertía que mujeres menores de edad habrían sido trasladadas desde Bolivia, Paraguay y Salta dentro de camiones de cereales para ser explotadas sexualmente. Habrían sido entregadas por 40 mil pesos a un hombre de unos 40 años, propietario de un prostíbulo en el puerto.
La Protex identificó al acusado, ya había sido imputado por el mismo delito tras el allanamiento en 2012 a su Night Club Kaos. Más de dos años después, otra denuncia al 145 advertía que una piba se habría escapado de Kaos gritando y pidiendo ayuda porque la tenían encerrada. El prostíbulo seguía funcionando encubiertamente y su dueño, Víctor Hugo Iglesias “estaría relacionado con el bar ‘Unión’, que sería administrado por su hermano” Claudio.
Iglesias está ligado al transporte de cargas y tiene “cuantiosos contactos policiales y políticos”. Junto a su hermano poseen vehículos, parcelas, inmuebles y cuentas bancarias. Según ARBA, “Piraña” explota el negocio de “servicios de cabaret” desde 1993. Para la Fiscalía, el tipo “sería dueño de los prostíbulos Broadway y El Burlesque, donde se estaría cometiendo el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, las víctimas rotarían entre ambos boliches y existiría una conexión entre todos los sujetos investigados”.