Trelew: “Fue el bautismo de una nueva modalidad de terrorismo de Estado”
Se cumplió medio siglo de la Masacre de Trelew. Tras la fuga de Rawson, la Armada fusiló a 16 militantes de ERP, FAR y Montoneros. Fue en 1972 cuando la autodenominada “Revolución Argentina”, encabezada por el dictador Alejandro Lanusse, no gozaba de buena salud. El crimen de Estado derivaría en el llamado a elecciones que consagró a la fórmula Cámpora-Solano Lima. Te la cuenta Ricardo Ragendorfer.
En diálogo con FM De la Calle, el periodista y escritor brindó una cronología de lo sucedido y analizó el impacto de la Masacre de Trelew en el contexto de época y en los años siguientes.
- ¿Qué significado tuvieron esos sucesos para nuestra historia reciente?
La Masacre de Trelew fue el bautismo de una nueva modalidad de terrorismo de Estado que posteriormente sería generalizada en los últimos meses de 1975 y, fundamentalmente, a partir del 24 de marzo de 1976.
El episodio en sí no comenzó el mismo 22 de agosto sino el 15 cuando se fugan 6 integrantes de las conducciones nacionales de las organizaciones armadas que existían en ese momento.
Esa fuga estuvo planeada para articular la salida de la mayoría de los presos políticos que estaban recluidos en el penal de Rawson, pero una mala interpretación de las señales que se mandaban desde el interior del penal -ya sublevado- al grupo de apoyo externo, hizo que este se retirara con los vehículos previstos a tal efecto, por lo tanto, solo pudieron fugarse los del primer grupo, que estaba formado por Mario Santucho, Domingo Mena y Gorriarán Merlo del ERP, Marcos Osatinsky y Roberto Quieto de las FAR y Fernando Vaca Narvaja de Montoneros. Llegaron al aeropuerto donde el grupo de apoyo externo los esperaba con un avión de la línea Austral ya secuestrado.
Esperaron al resto de los fugados pero era una carrera contra el tiempo y, luego de esperar un lapso de tiempo terminaron despegando.
Cuando este avión ya estaba volando con destino al aeropuerto chileno de Puerto Montt, llegaron otros 19 presos fugados, que al haber llegado tarde tuvieron que tomar el aeropuerto que estaba rodeado por tropas de infantería y de marina. Dieron una conferencia de prensa, luego negociaron con un juez que se hizo presente el retorno al penal de Rawson, lo cual fue aceptado, entre comillas, por el oficial a cargo, el capitán Emilio Sosa.
Todos suben a un micro con rumbo presunto al penal de Rawson pero, en ese mismo momento, salta a la luz que el Estado nacional había dictado el estado de sitio, el juez perdía todas sus atribuciones, por lo tanto, esos 19 presos fueron llevados a la base naval Almirante Zar de Trelew, allí una semana después se produce la masacre.
Lo primero que hizo el gobierno del teniente general Lanusse fue pedir la extradición de los fugados a Chile. Para Allende la situación era difícil porque pesaba sobre su país el bloqueo de los EE.UU. Finalmente el 23 de agosto Allende decide otorgar un salvoconducto para los evadidos hacia Cuba.
“El régimen decidió alojar a los integrantes de las organizaciones armadas en el penal de Rawson, que era un penal aislado del mundo en medio del desierto. Desde luego que la fuga de los líderes máximos del ERP, las FAR y Montoneros fue un papelón”.
- De los/as 19 fugados recapturados y detenidos en la base Almirante Zar, 16 son fusilados y 3 sobreviven. ¿Qué ocurre luego de aquella madrugada?
El velatorio de los 16 muertos se realizó en la sede del Partido Justicialista de Avenida La Plata, fue un acto político muy importante y fue reprimido por las fuerzas policiales a cargo del comisario Alberto Villar, que años más tarde crearía la Triple A. Esa represión fue tan macabra que hasta utilizaron una tanqueta para derribar las puertas del local partidario y secuestraron los ataúdes.
“Los fusilamientos en Trelew resultaron un tiro de gracia para el mismo régimen que no demoró en convocar a elecciones. De no haber existido estas criminales circunstancias las elecciones se hubieran programado para mucho después y en condiciones no tan favorables para candidatos como los de la fórmula Cámpora-Solano Lima”.
- ¿Y qué ocurre con los perpetradores?
Es muy importante un reportaje que les realiza Francisco “Paco” Urondo en Devoto el 25 de mayo de 1973, horas antes de que se concrete la amnistía firmada por Cámpora. Allí son entrevistados los 3 sobrevivientes: Camps, Berger y Haidar, quienes señalan los nombres de los autores materiales de la masacre: capitanes Sosa y Del Real, el teniente Roberto Guillermo Bravo y el suboficial Morandino, entre otros. Desde allí los asesinos tenían nombres y apellidos.
A Morandino y Del Real la Armada los esconde en la Base General Belgrano, mientras que a Sosa y a Bravo los envían a las agregadurías militares de las embajadas argentinas a Santiago de Chile y Washington. Durante mucho tiempo no se sabe de ellos hasta que en 2008 se reactiva la causa.
“Sosa, Morandino y Del Real fueron capturados, pero de Bravo no se sabía absolutamente nada hasta una investigación de Página/12 que lo ubica en el Estado de La Florida donde se había reciclado como empresario multimillonario, entre otras cosas ofreciendo servicios médicos al ejército estadounidense.”
Algunos familiares de los fusilados de Trelew le inician juicio civil a Bravo y este es condenado, con la particularidad de declarar que vació su cargador sobre una de las víctimas fatales. Esta declaración destrabaría el pedido de extradición para que sea juzgado en Argentina.