Ya se reconocen aportes jubilatorios a mujeres por tareas de cuidado

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Un decreto publicado en el Boletín Oficial estableció los alcances y requisitos para que las mujeres  puedan sumar de uno a tres años de servicios por cada hijo o hija.

“Se contabilizan años de aporte por tareas de cuidado para mujeres que tengan la edad requerida para jubilarse pero no tengan los aportes. Se les van a reconocer años en función de la cantidad de hijes que hayan tenido a lo largo de su vida”, explicó la economista y columnista de FM De la Calle, María Julia Eliosoff.

Agregó que “las mujeres tienen mayores dificultades para acceder al mercado laboral porque, dada la división sexual del trabajo, dedicamos mucho más tiempo de la vida a cuidar y a las tareas domésticas no remuneradas”.

Eliosoff señaló que esta medida “tiene que ver con lo que se conoce como la jubilación de amas de casa, que es el Plan de Inclusión Previsional, un programa del 2005 que se ha ido renovando hasta la actualidad”.

“En 2005 no fue una medida pensada en términos de igualdad de género, sino de inclusión, una moratoria, un plan de pagos, para las beneficiarias que dicen me voy a jubilar pero debo plata. No es un regalo, después se pagan los aportes que faltan. Era para cualquier persona que le falten años de aporte, en su momento más del 85% eran mujeres y de ahí fue que este plan toma el nombre de jubilaciones de amas de casa. Actualmente está más o menos en el 73%”.

El nuevo anuncio implica un reconocimiento al que accederán cerca de 155 mil mujeres y que también “reconoce los plazos de licencias por maternidad y excedencia de maternidad. Esos períodos no computaban como meses de aporte porque durante esos meses que se pide la licencia el empleador no es el que paga el salario sino ANSES, entonces esos meses no contribuimos a la futura jubilaciones”.

Si bien es una medida celebrable, la economista destacó algunas observaciones que todavía quedan pendientes:

“El sistema previsional arrastra todas las desigualdades del mercado laboral, es decir, todos los problemas que describimos vinculados al empleo y mujeres y personas LGBTIQ luego se replican en el sistema previsional”.

Agregó que, por ejemplo, “existen las brechas salariales que están alrededor del 30% para empleos formales y 45% en empleos informales. Como lo que se cobra por jubilaciones es una proporción de los aportes, si en general ganamos menos, obviamente en las jubilaciones percibimos un monto menor”.

“Otra de las grandes problemáticas es que las mujeres están más representadas en los empleos informales. Este tipo de medida solamente llega a personas que en algún momento de su trayectoria laboral hayan podido hacer algún aporte. Las personas que hayan trabajado de manera asalariada y no tuvieron aportes no pueden acceder”, enfatizó.

Eliosoff afirmó que la Pensión Universal del Adulto Mayor (PUAM) es “un parche que apareció durante el macrismo. Es básicamente un ingreso equivalente al 80% del Salario Mínimo Vital y Móvil. Son $19.526 y es un 7% más bajo que la línea de pobreza para una persona. Los adultos mayores tienen gastos específicos, en general, de altos valores como la medicación y ni hablar si tienen que pagar alquiler”.

“A la PUAM acceden personas de más de 65. En las mujeres tienen que pasar 5 años más que la edad jubilatoria, es una edad puesta arbitrariamente no hay fundamentación y comparada con la canasta básica total o para un hogar de 3 habitantes, que es de 51 mil pesos, la PUAM no llega a ser el 38% de ese valor”.

En conclusión: “Para empezar a pensar en la seguridad social para adultos mayores que garantice la cobertura para todos y todas y no tener miedo a llegar a viejes, esta nueva medida es un gran avance pero sigue llegando a ‘privilegiades’ que son las personas que en algún momento de su vida han podido tener un empleo registrado”.