Mañana se cumplirá un año de la desaparición de Andrea Esnaola en Pehuen Có. Para exigir que la justicia no abandone la búsqueda de la portera de la Escuela Técnica Nº1, el sábado se realizará un acto desde las 14 en Plaza Carrasco. Su amiga Marcela Pintado aseguró a FM De la Calle que no hay novedades en la causa “ni siquiera ninguna hipótesis que pese más que otra”.

“Yo sé que al pueblo internamente le afectó mucho que esta sea la tercera persona que desaparece en Pehuen Có, que no se encuentra. Me sentí un poco sola, ahora gracias a dios se armó un grupo que se llama Ni Una Menos Pehuen Có que son unas chicas bárbaras que hicieron un mural, para el sábado vamos a contar con las chicas de DesBandadas que ya fueron para la temporada a demostrar lo que hacen ellas y lo que piden, espero que a esta movilización se pueda unir el pueblo y gente de afuera también”, aseguró Pintado, quien ahora vive en Cipoletti.

La amiga de Esnaola sostuvo que “lo que nos conviene para nuestras mentes es pensar que ella se fue por sus propios medios y que está bien, pero es como te digo, no se puede descartar nada porque al no tener absolutamente nada, ni siquiera encontramos el guardapolvo o lo que fuera en el mar, en los médanos, no hay indicios seguros, ni siquiera de si se fue o nada. Es muy difícil”.

Respecto al intento de suicidio del marido de Andrea, Gustavo Martínez Ipucha, ocurrido días después de la desaparición de la portera, Pintado comentó que “me lo encontré en el Destacamento porque yo llegaba de Bahía y ahí era el punto de encuentro para ver a dónde vamos a buscar y lo vi muy mal, lo vi llorando mucho, estaba muy abatido y por lo que él me decía era como que confirmaban que los perros que buscaban desembocaban en el mar. Yo lo hablé después con él y no se acuerda de lo que hizo, yo lo relaciono a sentirse que si la pista más fuerte era que se había metido en el mar era como que bajó los brazos, hasta ahí lo había visto entero pero ese día lo vi realmente muy mal y al otro día pasó lo que pasó con el arma”.

“Por palabras de Andrea, ella estaba un poco cansada por la rutina en nuestro trabajo, todos los días haces lo mismo, hace tantos años la misma vueltita, estaba media cansada, después me enteré que ya había pedido una licencia sin goce de sueldo por un mes, ella no me lo había contado. Ese día estábamos con el tema de las benditas vacaciones de invierno, que había habido algún problema y que no se las iban a dar. Después nos enteramos que sí pero no le habían alcanzado a comunicar a ella. A uno le parece que no vas a tomar una decisión drástica porque te den o no las vacaciones pero por ahí es un combo que se puede haber juntado. Ese día ella estaba bien, el único tema fue el cambió de las vacaciones de invierno, ella se ponía muy nerviosa, muy impotente con ese tema”, recordó.

Agregó que Andrea “tenía una vida del trabajo a su casa, por ahí iba a Bahía Blanca a ver a su suegra o a hacer alguna compra, solían ir de vacaciones con el marido pero no era de tener, hasta lo que yo sé, muchas relaciones o vida social”.

“Andrea era bárbara, porque ella así tuviera un problema con alguna persona no iba al choque, por ahí capaz que nos desahogábamos entre nosotras porque prefería eso. Era muy colaboradora con todos sus compañeros, muy reservada también porque a pesar de que por ahí yo tenía mucha relación con ella, nos entendíamos mucho, hay cosas que no profundizaba y que yo tampoco sé de su vida íntima o personal”.

Frente a la manifestación del sábado, Pintado pidió “que no se olvide este caso, que no se olvide su nombre, que recordemos su rostro porque muchas personas capaz que se la cruzan y ya no se acuerda ni quién es. Por otro lado, exigir que se siga buscando o que comuniquen si hay novedades en la medida que se pueda, que no quede como un caso más porque buscar 18 días en la inmensidad de Pehuen Có me parece que no fue suficiente, tal vez lo que no se hizo en su momento ahora ya sea tarde”.

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