“No debería concedérsele excepciones, al contrario, se podría expropiar el edificio”
El arquitecto José Zingoni cuestionó el apoyo municipal a la Torre Hobama, a la cual calificó como un “urbanicidio”. Afirmó que es “un despropósito político total” premiar con excepciones a quienes destrataron durante décadas al edificio patrimonial de Colón y Brown.
“Antes de hablar de lo puntual es importante hablar de lo general, es decir, qué pensamos sobre un plan sobre el área central y un código que tiene que ser la representación jurídica de ese plan, donde las excepciones claramente distorsionan los objetivos que se buscan dentro de ese plan”, sostuvo.
Zingoni explicó que “el inventario del patrimonio, el registro, que también es ordenanza, busca calificar los edificios de acuerdo a su valor, y este es un edificio de una valoración muy alta por sus valores históricos. Entramos en contradicción entre ordenanzas, una que busca proteger y otra que busca excepcionar”.
“Acá lo importante es establecer que no hay impedimento para hacer obra, lo que uno entiende que es un abuso es buscar una excepción a la norma que permita un mayor potencial de construcción, esto lo único que genera es una especulación más grande sobre el suelo. Esa es una medida que va a contramano de lo que el área central necesita. Después habrá que discutir si un proyecto de estas características tiene que ver con proteger o con alterar el patrimonio, pero será una discusión más ética y estética sobre el patrimonio”.
-El tema está planteado como algo casi terminal, o se hace o se pierde el edificio histórico ¿Es tan así?
No, para nada. Acá lo que hay es una expectativa que el Municipio ha alimentado al no dar una respuesta clara de no dar una excepción y de permitir que el edificio llegue a nuestros días en estas condiciones.
“Un edificio que llega así en ruinas, tiene que ver con un destrato que se ha tenido sobre el inmueble los últimos 20, 30 o 40 años. Eso no puede ser premiado, al contrario, debería ser castigado. Acá lo que se está buscando es premiarlo con una excepción. Me parece un despropósito político total”.
El arquitecto manifestó que “cualquier vecino que tenga algún problema sobre su fachada, inmediatamente el Municipio intima a que eso se arregle. De hecho, actualmente todos los edificios históricos y no históricos que tengan más de un piso de altura, tienen que presentar un informe sobre el estado de esa construcción sobre la vereda y en el caso de que no esté en condiciones tienen un tiempo muy acotado para poder arreglarlo”.
“Que alguien me explique porqué a este edificio no le cabe la misma regla que a todo el resto de los edificios de la ciudad. También, si vos tenés alguna deuda inmediatamente te llega una intimación para que regularices tu situación. Yo no conozco hoy la situación del edificio pero en años anteriores ha estado durante mucho tiempo con deuda. La verdad que hay una mala comprensión del tema, se cree que de esta manera se está ayudando al edificio o a la persona, y claramente no es así”.
“Con la empalizada hecha sobre la vereda, también le correspondería un cobro por ocupación del espacio público, no creo que se lo apliquen tampoco. Son todos beneficios para quienes no hace las cosas bien para la ciudad”, afirmó.
“Esta es la inequidad que se ve con un caso como este. No tiene que haber ninguna excepción, muy por el contrario, es posible plantear una expropiación”.
Zingoni detalló que la expropiación se da “cuando se declara de utilidad pública porque hay un fin en sí mismo que tiene su razón de ser. En el centro hay necesidad de conjugar montones de actividades de la provincia que tienen que ver con cuestiones económicas, educativas o artísticas que aparecen dispersas por toda el área central, por lo que el fin en sí mismo se puede encontrar de manera fácil. Pero otra cosa que dice nuestra ley es que tiene que también verse de manera manifiesta que hay una desidia por la propiedad privada y acá, claramente, eso aparece. Durante años la desidia sobre el inmueble ha sido puesta de manifiesto por los propietarios no manteniéndolo, generando deudas, no arreglando la vereda, entonces cabrían todos estos argumentos”.
El ex senador provincial dijo que “ante una tasación formal que involucre justamente al Estado como un actor que demanda para hacer bien las cosas: ¿Cuánto vale? ¿Vale lo que piden con la excepción? ¿O vale lo que realmente vale con lo que determina la tasación con la deuda que tiene, las mejoras a realizar, etcétera? Eso te demuestra que el precio que piden es artificial y está potenciado por esta duda de que se pueda estar haciendo eso”.
Zingoni destacó que espera que “si se llega a llevar adelante este proyecto, con excepción o sin excepción, el Municipio como mínimo le exija que el primer dinero que tienen que poner sea para restaurar el edificio histórico. Porque si lo van a dejar para el final nunca se va a hacer y, fundamentalmente, cuando empiecen a hacer tareas dentro de ese edificio o de ese terreno, la estructura va a sufrir las consecuencias y ahí vendrá la excusa de que no se puede recuperar, que se tuvieron las mejores intenciones, y que se yo y que se cuanto”.
-Respecto a las necesidades del área central de la ciudad ¿Qué debería contemplar el Código de Planeamiento Urbano?
Creo que el centro necesita rediscutir su código de los años 70. La altura de los 14 pisos es totalmente ineficiente porque te tiene con valores de suelo muy altos y, en 50 años, las parcelas que tienen edificios representan menos del 10% de las manzanas que están alrededor de la plaza. Entonces los 2 negocios posibles que se ven en el área central son: o 14 pisos de altura y a la búsqueda de la excepción o las cocheras al aire libre, en términos de paisaje urbano, un desastre.
Esto necesita rediscutirse no para beneficiar la renta de algunos pocos, sino para construir una ciudad que plantee un desarrollo armónico. Hay una necesidad de herramientas fuertes para poder preservar el patrimonio histórico, no para decir no se puede hacer esto, sino muy por el contrario, para tener los instrumentos que te permitan desde lo público o lo privado, recuperar edificios.
Un edificio como este, con el potencial que tiene ese suelo, la localización y la belleza que tiene ese patrimonio, tanto en el sector privado como en el público podría tener destinos excelentes.
-¿Estéticamente cuál es tu opinión respecto al proyecto del edificio histórico “pinchado” por una gran torre?
Por supuesto que acá entran a jugar subjetividades. Pero lo considero un espanto, es un urbanicidio esta mezcla de una arquitectura que emerge desde las entrañas de un edificio como estos. No sería el primero, hay en otros lados, en nuestra ciudad también hay un par de ejemplos poco felices, cuando muestran algunos ejemplos de otros lados yo me quedo con el caso de Galerías Pacífico de Buenos Aires donde la Comisión Nacional de Monumentos negocio otro tipo de estándares y se logra un edificio más que razonable en su intervención. Parece que somos incapaces de generar una ciudad de estas características y que sólo podemos tener resultados en función de la renta inmobiliaria.