CIBO: la cooperativa saludable de Bahía Blanca
En 2020 un grupo de amigos comenzó a producir granola y luego de un año de comercialización se constituyeron como cooperativa de trabajo. Agustín D’Alessandro, presidente de CIBO, dijo: “Empezamos a hacerlo a mano en una olla, buscando la formula de la granola”.
En 2020, D’Alessandro renunció a su trabajo y se reencontró con un amigo que no veía hace tiempo: “Él tenía una distribuidora de frutos secos y productos, todo ese rubro, me llama al otro día y me dice que tenemos que producir. Ahí me sumé y así empezamos a producir granola, que es nuestro fuerte de producción”, aseguró en FM De la Calle.
Pese a funcionar desde entonces, llevan un año bajo la figura de cooperativa. En el equipo de CIBO hay personas que cocinan y otras que embolsan.
“Empezamos con el horno a ver la fórmula de granola y los registros tardaron casi dos años. El producto y la idea es lo de menos, para que algo llegue a la luz hay un montón de trámites y cuestiones que realizar”.
“Estábamos buscando la fórmula, había una esencia que no podíamos encontrar, llamamos a un amigo super chef y tipo sabueso empezó a olfatear y dijo que faltaba esencia de coco. Y era eso”, contó acerca de lo vivido en este proceso.
“Apuntamos a la rotación y a productos de bajo precio que roten. Estamos siempre buscando los mejores proveedores, trabajando con otras cooperativas, venimos hablando con CerealCoop, una fábrica recuperada de Tres Arroyos”, agregó D’Alessandro.
Respecto de la materia prima que utilizan para elaborar sus productos, aseguró que tienen 14 elementos que traen de distintos lugares: el arroz inflado lo traen de Córdoba, la esencia de Buenos Aires, la avena y los cocos de Tres Arroyos, mientras que las almendras son de Chile.
“Estamos pidiendo financiamiento para hacer barritas de cereales, para lo que es el mercado de cercanía. Estamos trabajando para hacerlas en Bahía Blanca, nos están ayudando mucho las universidades, tanto la UNS como la UPSO”, detalló. Les brindan desde la gestión hasta la colaboración de docentes investigadores para pensar el producto de la barra de cereal.
“En un día de producción de 6 horas de turno podemos meter 400 kilos de granola. Podemos producir más pero estamos ajustando algunas cosas externas y externas”.
Por otro lado, D’Alessandro se refirió al acceso a la materia prima como una etapa compleja. “Cuando vendés es más fácil porque si no hay se para todo. Fue desesperante cuando nos pasó, de 14 materias primas que necesitábamos nos faltaba una y no podíamos producir. Estuvimos 20 días sin producir, no teníamos para vender, fue complejo”, relató.