Comisión Watu: amplia participación por el reconocimiento académico

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Amigos, amigas, dirigentes políticos, sindicales, sociales y del ámbito universitario conformaron el 3 de abril la Comisión por el Reconocimiento Académico de David “Watu” Cilleruelo, con el objetivo de solicitar a las autoridades de la UNS dicho homenaje.

Desde FM De la Calle compartimos un resumen de las adhesiones y participaciones del encuentro virtual realizado a 46 años del crimen del dirigente de la Federación Universitaria del Sur y la Federación Juvenil Comunista.

El planteo fue recogido por la Fiscalía en su alegato en el juicio a cuatro ex miembros de la Triple A como uno de los pedidos de reparación simbólica solicitados ayer al tribunal.

Raquel Cilleruelo, hermana de David, hizo llegar una carta que fue leída por Gabriela Eberle: “Me pone contenta todo lo que me contás de las actividades programadas, les pido que me disculpen porque entre el aniversario, el juicio, y otras yerbas ando medio, mejor dicho, bastante sensible y no creo poder hacer esto sin llorar. Espero con ansias la sentencia del tribunal y a la vez con tristeza, tanta gente que se nos fue y a la que yo quería abrazar”.

Con gusto seré parte de esta comisión, gracias por todo lo que hacen por la memoria de Watu. Y si ocurriera un milagro y pudiera viajar para cuando dicten sentencia, como siempre pensé que ocurriría, que gran abrazo les voy a dar a todos“.

Guadalupe Godoy, abogada y representante de la UNLP en la Red Interuniversitaria de DD.HH., llamó a “pensar a la universidad como víctima pero también como victimaria, a partir de las intervenciones que sufrió. Genera dificultad porque el homenaje implica la revisión. Hay una memoria incómoda que sigue ahí y estos planteos remueven un montón de cosas”.

Nora Contiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, señaló que “el recuerdo, la memoria, tiene que caminar todos los días. Gustosa voy a estar a sus órdenes para lo que necesiten, para seguir adelante. Todos nuestros militantes merecen que se les siga honrando cada día”.

“Ahí están los que asesinaron a Watu, solos, despreciados, como lo que se merecen. Y está el Watu rodeado de toda la solidaridad, los amigos y los afectos. Les agradezco en lo personal a los que están acá y a los que no están, habernos transmitido no solo el militante, el revolucionario, sino cómo era David. Yo conozco a David gracias a ellos”, mencionó José Lualdi, integrante de la Corriente Comunista David Watu Cilleruelo.

El escritor y matemático Guillermo Martínez recordó “como una deuda de la UNS que ni siquiera se tratara la posible remoción de Tetu (en la década del 80), que se jubiló y, si hubiera querido, hubiera sido profesor emérito”. Al respecto, Dante Patrignani -secretario de Derechos Humanos de la CTA y compañero de militancia de Watu- destacó que “estos tipos eran intocables, como fue intocable Montezanti hasta que lo tocamos. El miedo no era exclusivo de ellos”.

Recordó que en una ocasión “decidimos ir al curso de Tetu un rato antes de la clase, les hablé a los estudiantes, llegó Tetu y nos echó de la clase. Si eso sucedía ahora lo cagábamos a trompadas pero teníamos miedos encima”.

Julio Gambina, economista y presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, mencionó que “para entender el porqué de la pobreza y la miseria de la Argentina actual hay que ir al 75 y 76, a la Triple A y a la dictadura, y ubicar ese tiempo compartido de un gobierno constitucional con grupos parapoliciales que son el antecedente del terrorismo de Estado. Por eso hay que recuperar la memoria de Watu”.

Ariel Armero se refirió al “juicio popular a Remus Tetu en la universidad” y compartió el registro que realizó desde FM De la Calle de la intervención de Osvaldo Bayer en los alegatos. Dijo el autor de la Patagonia Rebelde:

“Esa noche Remus Tetu marco el principio de la tragedia, el Moncho Argibay, el asesino, apenas un eslabón de la tenebrosa Triple A y de la infame ESMA, y los dos juntos, Tetu y Argibay, configuraron todo ese crisol de cobardía, corrupción y ferocidad que se llamaron Astiz, Menéndez, Vila, Acosta y Massera.

Pero la historia no los acompaña, todos seguirán encerrados en sus madrigueras, despreciados hasta por los gusanos y las ratas. En cambio, aquí, el Watu , nuestro amigo, renaciendo y eterno, junto a todos aquellos estudiantes cuyos nombres recordarán las aulas y los recreos, el amor y la caricia, el valor y la mirada hacia adelante.

Hoy no iniciaríamos contentos el regreso ni dejaríamos vacío el salón de reencuentros y propósitos, sin prometernos jamás servir a los autoritarios, demagogos, corruptos, oportunistas, a los que calzan armas para imponer matones, a los que prohíben la palabra y queman libros, a los que dividen al sociedad en aprovechados y azuzados por el hambre y la enfermedad, a los que niegan la tiza y el cuaderno a nuestros maestros, a los que condenan a nuestros viejos y niños a la basura y barro, a los que quieren encerrar las ideas con alambres de púas.

Este es el símbolo de esta reunión de la ética y memoria, el desprecio de la maldición bíblica para Remus Tetu: maldito seas por los siglos de los siglos. Y nuestras flores y nuestras lágrimas embarazadas de futuro para nuestro amado Watu”.

Gervasio Díaz, miembro de H.I.J.O.S. Alto Valle, contó que “pudimos encontrarlo a Remus Tetu y hacerle un escrache. Siempre decimos que cuando no hay justicia hay escrache. Esos momentos así, como este de reconocimiento, son los de mayor justicia que vamos a tener como así las instancias judiciales que permiten a familiares dar cuenta de esa historia de represión y de lucha”.

El educador popular Orlando “Nano” Balbo, sobreviviente del CCDyT La Escuelita de Neuquén, opinó que “los monumentos no son memoria, son dispositivos importantes que evitan que se instale el olvido. Pero para hacer memoria tiene que tener la dialéctica, el dinamismo de poder traer el pasado a interpelar el presente y poder construir futuro. En este proceso, a esta memoria debemos darle una encarnadura humana, es importante que tenga el nombre de Watu, que la universidad sepa que dentro de su territorio se violaron todas las normas y hasta se asesinó”.

Por último, Hugo Blasco, secretario general de la Federación Judicial Argentina, destacó que “hay algunos sectores políticos en los que no conviene o molesta enjuiciar a estos personajes. La complejidad no es solo de la universidad sino en todos los ámbitos de militancia, en el sindicalismo también pasa. Rescatar la historia como fue y hacer justicia con la historia es parte de esa tarea porque sino todo da igual”.