¿Cómo viven las personas ciegas en Bahía Blanca?

Irma Elena Ávalos, integrante del Observatorio de Discapacidad, es ciega desde los 33 años y reclamó al Concejo Deliberante que se garanticen condiciones básicas para poder desarrollar sus actividades cotidianas.

“Es muy complicado cuando vos tenés que transitar una ciudad que no es accesible, que no tenés las condiciones como para salir en sociedad, compartir con los demás y utilizar la ciudad como lo utiliza todo el mundo, vos y toda la gente de Bahía Blanca”, contó a FM De la Calle.

“Yo siempre digo, siempre hay propaganda de que es una ciudad inclusiva, que es una ciudad para todos, pero yo no encuentro eso”.

Ávalos agregó que “hay algo que a mí me moviliza mucho, porqué siempre las personas con discapacidad tenemos la accesibilidad garantizada en los hospitales. Sí podemos utilizar un estacionamiento a pleno en un hospital y porqué no en una confitería, o porqué no ir a un club. Porqué no podemos realizar una actividad recreativa como otras personas”.

“Yo no me siento parte en estos momentos de Bahía Blanca porque estoy limitada. Pasa desde hace años, conozco cada rincón de la ciudad, he vivido en varios lugares y ojo, también si te vas a los barrios… mi reclamo no es solamente por el centro, yo vivo en un barrio, difícil, difícil de transitarlo”, añadió.

“Tenemos ordenanzas, tenemos un montón de cosas. Pero no hay fiscalización, no se controla, por lo cual obviamente todo lo que no está negado está permitido”.

“Yo ahora estoy yendo a un gimnasio que está a 20 metros de mi casa, en esos 20 metros tengo dos palos de la luz que están en el medio de la vereda, es un problema de la ciudad, de cómo te instalan los palos de luz”, contó. Además relató que en ocasiones tuvo problemas con postigos abiertos, ya que las personas ciegas se guían a través de la pared.

“Atrás mío vienen muchos niños, hay escuelas que tienen niños ciegos que van a transitar esta ciudad, tienen que vivir en sociedad porque somos parte y queremos vivir en sociedad como todos. Tener una recreación plena, ser escolarizados”, comentó a En Eso Estamos.

Acerca de las dificultades para cruzar las calles, remarcó que “acá -en Villa Rosas- no tenemos semáforos sonoros, tampoco en Láinez. No estoy pidiendo cosas imposibles, simplemente cuando vos te acerques tener un semáforo sonoro como lo teníamos en el centro”.

“Me ha pasado de no tener una guía, de no saber qué colectivo me tomaba. Una vez le hice señas y me paró un camión. Esas cosas te pasan cuando sos una persona ciega”, por otro lado se refirió a los inconvenientes con las veredas rotas, tapas de medidores de agua, entre otros.

Además, detalló que “los espacios de reservas para estacionar que utilizan personas con discapacidad, nosotras las personas ciegas no las podemos utilizar. Vos tenés un certificado nacional que te avala como otras discapacidades, todo rige dependiendo de la ciudad y el lugar, que te autoricen a hacerlo. Para eso hay una ordenanza, se sacó una, pero todavía estoy a la espera”.

“Vos tenés que estacionar a 10 cuadras, una persona ciega”.

“Yo veo mucha propaganda inclusiva pero cuando vos salís a la calle ves las mesas de los restaurantes y confiterías todas pegadas contra la pared, los pilares de las obras que están en construcción quedan ahí a la deriva hasta que se les ocurre sacar. Tenés un montón de cosas en el centro que no te dejan transitar”, exclamó.

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