Dragado del Napostá: “Aprovecharon el miedo de la gente y lo intervinieron”
El biólogo Pablo Petracci rechazó la destrucción del humedal del Napostá con la excusa de un improbable desborde en la zona del Paseo de las Esculturas por las fuertes lluvias en las sierras. Adelantó a FM De la Calle que piensan en una presentación judicial.
Sobre finales del 2020 distintas instituciones de la ciudad habían manifestado su oposición a la iniciativa municipal de intervenir “desmalezando” los humedales existentes a lo largo del arroyo Napostá. Hasta estos días el gobierno de Héctor Gay parecía haber desistido de la idea, pero el temporal sufrido el jueves pasado y el temor a una hipotética obturación del entubado brindaron a los funcionarios de Héctor Gay las condiciones necesarias para que ejecutar la excavación.
Para Petracci “fue una intervención muy desprolija y que se hace ya con el arroyo en bajante. Si uno miraba como venía funcionando el arroyo como humedal, como contenedor de inundaciones, venía funcionando muy bien. Es inexplicable la decisión que tomaron. Llama la atención porque el jefe de Defensa Civil ya había anunciado que el pico había sido a las 16 horas del día anterior al desmalezamiento y posteriormente no hubo más precipitaciones. El canal aliviador, el Maldonado -del que jamás nos habíamos opuesto a que se realicen obras para su mantenimiento- estaba a un 75% de su capacidad”.
El biólogo afirmó que “el problema del canal Maldonado, que tiene una capacidad muy grande, entre 250 y 300 metros cúbicos por segundo, es que tiene una limitante que es el puente de los ingleses que está en la intersección con calle Don Bosco, donde se angosta. Ahí cuando se llega a un nivel de 180 metros cúbicos por segundo se deben abrir las compuertas del arroyo Napostá –que son 3- y el caudal que puede resistir es de 40 metros cúbicos por segundo”.
Es decir, “en el peor de los momentos -que fue antes de las 16 horas del viernes- teníamos el canal Maldonado a 75%, o sea que aún le quedaba mucho margen para llegar a esos 180; y al arroyo Napostá la noche del viernes, ya con compuerta abierta, le sobraban 2 metros”.
“El otro problema que tenemos ahí es el entubado, porque el arroyo se angosta muchísimo para entrar en él. Entonces, el efecto de la vegetación costera, mal llamada yuyal o pajonal, lo que estaba haciendo justamente es captar aguas, reduciendo su velocidad. Sacar la vegetación era todo lo contrario a lo que se tenía que hacer. El entubado, dicho sea de paso, hace décadas que no se limpia. Nadie del Municipio estuvo haciendo nada por mantener libre de basura la boca del entubado y su desembocadura posterior a la ex terminal de colectivos hacia el estuario”, destacó Petracci.
“Un funcionario perteneciente a Espacios Públicos (Pablo Bianco) metiéndose en temas hidráulicos y un subsecretario de medioambiente (Matías Insausti) que no da respuesta a una intervención ambiental de este tipo… la verdad que me cuesta un poco armar el rompecabezas de las decisiones del Municipio”.
-El director de Espacios Públicos, Pablo Bianco, decía que el temor era que se levante la flora en el interior del arroyo y que eso termine taponando el entubado.
No, eso jamás iba a pasar. Nosotros lo sostuvimos en todos los informes técnicos que indudablemente Bianco no leyó, ni el intendente leyó, ni Matías Insausti leyó y nadie leyó. Nosotros lo argumentamos, esa vegetación está arraigada e iba a cumplir el efecto opuesto. También salieron a decir que nosotros dijimos que nunca iba a haber lluvias de 200 milímetros, eso es una gran mentira. En ningún momento lo dijimos, de hecho en 2002, que fue la peor crecida que tuvo que sostener el arroyo y el canal, cayeron prácticamente 200 milímetros en un ratito. Me cuesta entender un poquito la altanería.
“Tuvieron 2 años para hacer un estudio de impacto ambiental”
Para el especialista “acá no es que los investigadores y las organizaciones no gubernamentales preocupadas por la conservación del arroyo les impedimos o les prohibimos dragar. Es muy imprudente que nos quieran responsabilizar a nosotros, diciendo que dragaron recién ahora porque antes no los dejamos. No existe que el ciudadano de a pie prohíba a un Municipio hacer algo. El Municipio no tenía la autorización de hidráulica, de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, ni tampoco había hecho los estudios de impacto ambiental que ellos mismos aceptaron hacer después de un informe de la UTN, y que se había acordado que tenían que hacerlo y nunca pasó”.
“Cuando me comunico con Insausti el sábado pidiéndole explicaciones me contesta que no era una responsabilidad de su área”, agregó.
“El evento más drástico que tuvimos no fue la lluvia, que fue cayendo más o menos pareja, el problema fue el viento. (Actuamos) desde la indignación y el cansancio de ver que esta gestión no valora el consenso, que no valora a todos los investigadores que estamos dando una solución ambientalmente viable y económicamente menos costosa. Aprovecharon el miedo de la gente y sembraron el miedo de la prevención por si y lo intervinieron finalmente como ellos querían sin ningún tipo de documentación avalatoria”.
“El arroyo estaba funcionando perfectamente como humedal, con toda su vegetación, frenando un poco el avance, haciendo que el agua fluya prolijamente y sin un evento tan agresivo hacia el entubado. El tema es que nunca limpiaron el arroyo pero de la basura, botellas, ramas, troncos. Nosotros nunca nos opusimos a que se realice una recolección más manual o artesanal de estos elementos”.
-Dijiste que ibas a hacer una presentación judicial, ¿fue en caliente o lo están pensando seriamente?
No, estoy hablando seriamente. Considero que hay etapas en los conflictos socioambientales, uno va viendo qué grado de respuesta va obteniendo del otro lado.
Desde que se hicieron los anuncios de Insausti a finales de 2020, donde no hay una información técnica, donde los investigadores de la ciudad opinaron y dieron opiniones, soluciones y alternativas, donde se hicieron reuniones donde se consensuó que se debía limpiar manualmente el arroyo, limpiar el entubado con maquinarias –que no se hace desde hace muchos años-, colocar tachos y cartelería para que la gente no tire más basura al arroyo, incluso un informe posterior de la UTN aclara que era necesario un estudio de impacto ambiental y la autorización de la provincia de hidráulica y así y todo se avanza. Yo creo que claramente no estamos siendo escuchados. Entonces hay que empezar a probar otras opciones. Ahora hay que ver cual puede ser la figura, si es contra los funcionarios, no lo se aún, lo estoy evaluando.