G20: cumbre sin propuestas ni soluciones

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(Por Giuliana Crucianelli) La Cumbre del G20 no aportó grandes resoluciones a los temas coyunturales de la crisis neoliberal que atraviesan los países convocados. Los principales ejes de trabajo que se suponía iba a tratar esta reunión eran el futuro del trabajo, la alimentación sostenible y la infraestructura para el desarrollo. Sin embargo, los temas abordados fueron el comercio internacional, el cambio climático y la crisis migratoria.

En un documento de ocho páginas, donde casi tres son agradecimientos, poca referencia se hace a resoluciones sobre las temáticas que se iban a plantear pero sí mencionan en varias partes la necesidad de un “comercio justo” y, en este sentido, proponen reformar la OMC luego del fracaso en la regulación del comercio mundial.

Vimos durante toda la semana en cadena nacional las anécdotas de presidentes en diferentes lugares, los looks de las mujeres-de, memes y bloopers, llantos y risas y la ausencia, en los medios hegemónicos, de la discusión real en términos de qué se discutía puertas para adentro de este foro. Sin embargo, la Cumbre de los Pueblos se ocupó durante toda la semana de desarmar discursos y plantear una alternativa. Otro mundo es posible.

Alternativas al agronegocio, al modelo agroexportador, a la economía tal y como la percibimos, a la crisis migratoria, las mujeres y disidencias ante la avanzada del modelo neoliberal, también se habló de educación, salud, juventud, urbanización y derechos humanos.

La comunicación estuvo presente porque desde AMARC Argentina, Uruguay, Brasil y Europa, en conjunto con la Red Nacional de Medios Alternativos, realizamos una cobertura colaborativa de las distintas actividades, que está disponible en vocesnoalg20.org.

La Capital estuvo sitiada por policía de civil y uniformada. A pesar de que el gobierno y los medios hegemónicos metieron miedo con el armamento militar que compró el Ministerio de Seguridad, la Cumbre de los Pueblos supo problematizar y proponer.

Ni el G20, ni los organismos internacionales, ni los presidentes propusieron alternativas reales a un modelo que ofrece concentración del capital, apropiación de recursos, colonización sobre los cuerpos, subordinación de las identidades disidentes, machismo explícito y racismo en el prime time.