La fiscal Lara pidió el sobreseimiento de “Piri” Pinta

La titular de la UFI 14, Marina Lara, dio por probados los abusos cometidos por Aldo Pinta -quien se suicidó meses atrás- pero no encontró “elementos suficientes” para ratificar la participación de su hijo Néstor en la facilitación de los tocamientos a las alumnas de la escuela de canotaje de Patagones.

Fernanda Petersen -abogada de la denunciante Victoria Carrión- adelantó a FM De la Calle que adjuntó más pruebas a la causa y pedirá la elevación a juicio. También presentará un escrito en fiscalía y en la Procuración. Denunciaron que la funcionaria judicial no actuó con perspectiva de género.

En el planteo a la justicia de Garantías, Lara alegó que si bien se probaron los abusos de Aldo Pinta “no es posible acreditar con el grado de certeza que esta etapa procesal requiere, que el Sr. Néstor Pinta tenía conocimiento que su padre abusaba de sus alumnas cuando el mismo les hacía masajes en la habitación de su domicilio en el marco de los entrenamientos que estaban a su cargo”.

“Entiendo que si la propia víctima manifiesta que no pudo imaginar que al resto de las personas que ingresaban a hacerse masajes con Aldo Pinta este les hacía lo mismo que a ella, difícilmente podemos inferir que el aquí imputado tuviera conocimiento de los abusos cometidos por su padre”, señaló.

Las víctimas en varias oportunidades refieren que Pinta hijo debió haber sospechado que algo sucedía y que tenía conocimiento de que las adolescentes ingresaban a la habitación de su padre.

“Primero sale ella, dejando la puerta entreabierta y luego lo vi salir a Aldo que recuerdo que salió sonriendo y me hizo una seña con la mano como para que me acerque a la habitación, él estaba parado en el umbral de la puerta y yo entendí que me estaba invitando a entrar. Que yo no le dije nada, solo me fui atrás de mi compañera. Ella lloraba, pero no me quiso decir nada. Te podías dar cuenta que algo le había pasado, si me pude dar cuenta yo que tenía 12 años, supongo que una persona mayor también debería haberse dado cuenta. Cuando volvimos al gimnasio las dos Néstor nos vio y no nos preguntó nada”, relató una de las alumnas.

Asimismo agregó que “luego de este día yo no fui más a la escuela, ni volví a remar. Que a mí me afectó personalmente, a mí me encantaba remar, pero no pude volver porque tenía angustia y no podía creer que nadie hiciera algo por mi compañera que era claro que le había pasado algo. Me desilusioné de Néstor, y también tenía temor”.

“Quedó demostrado que Aldo Pinta aprovechó la presencia de las menores en su hogar por dicha actividad, y siendo que era habitual que el
mismo brindara informalmente masajes a los alumnos y alumnas de la
escuela, invitaba a las mismas a su dormitorio para llevar a cabo dichas prácticas, momentos en los que perpetraba los abusos sexuales”, afirmó la fiscal.

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