Lo maternal también es político
” La maternidad no es una esencia universal: es un ejercicio, situado, que practicamos. Y en ese hacer, se cruzan opresiones y potencias”.
El Boletín Tramas publicó los resultados de una encuesta acerca de la relación entre maternidades, trabajos y tiempos. Se trata de un trabajo elaborado sobre la base de 155 respuestas.
“Nos encontramos con que tenemos mas de 150 relatos de maternidades y tiempos, eso fue lo más rico y lo más difícil de organizar. Pudimos registrar un montón de experiencias diferentes. Lo que aportó es incorporar los tiempos dedicados a los cuidados y el trabajo no remunerado”, dijo a FM De la Calle Analé Barrera.
La trabajadora social destacó que “la ocupación principal es de docentes y trabajadoras sociales, cuando vemos el tiempo dedicado al empleo no remunerado aparece con un 60% el empleo del tiempo parcial y ahí se ve cómo incide la cuestión de cuidados en las decisiones y trayectorias laborales”.
Ante la pregunta acerca de qué harían si tuvieran más tiempo, Barrera mencionó que “la principal respuesta es que lo utilizarían para formarse, hubo muchas que respondieron todas las opciones. La pobreza del tiempo es una cuestión que se suma a una serie de fenómenos que nos afectan, está asociado a otros fenómenos como la brecha de género y la inserción que tenemos las mujeres en el mercado laboral”.
Consultadas respecto a si la maternidad incidió en su trabajo remunerado la mayoría dijo que sí. “Vemos la reducción de horas, por decisión y por necesidad de no contar con otras alternativas de cuidados, interrupciones, aparecen situaciones de discriminación y violencia laboral, el despido o cese de contrato. Esta idea de que nos piden que trabajemos como si no fuéramos madres y ser madres como si no trabajáramos. Ahí aparece una exigencia en los empleos que no tienen en cuenta a los cuidados”.
Barrera subrayó “cómo el capitalismo en su funcionamiento requiere de este trabajo pero al mismo tiempo lo ningunea e invisibiliza. Tiene impacto en lo teórico de cómo comprendemos la sociedad y en lo práctico en cómo presentamos estrategias para resolverlo”.
“Lo principal es pensar las maternidades en plural. Hay un mandato que sentimos las mujeres que es el institucional de la maternidad que es de forma individual, tenemos que hacer todas estas cosas por amor y vemos que las mujeres dicen que maternar es un amor diferente”.
“Eso que llaman amor es trabajo no pago”, dicen. “Estamos de acuerdo hasta cierto punto, todo ese trabajo de cuidado implica un amor diferente, no ligado al chantaje, vemos que cuando las mujeres irrumpen en la escena pública lo hacen desde una politización de su maternidad. En las preguntas abiertas la mayoría hablaba de eso, qué es ser una buena madre, cuidar, hacerlos felices, que sean buenas personas. Pensar el amor maternal de otra forma, sacarlo de la abnegación y de la sumisión y dar cuenta de las experiencias reales”, finalizó
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