“Incorporando los impactos socioambientales Vaca Muerta no es un buen negocio para la Argentina”

Alberto Acosta, titular del Tribunal de los Derechos de la Naturaleza que recorrió semanas atrás localidades del yacimiento Vaca Muerta afectadas por la contaminación, dialogó en FM De la Calle acerca de las conclusiones a las que arribó el organismo. Es economista, presidió la Asamblea Constituyente de Ecuador que incorporó a la naturaleza como sujeto de derecho y se desempeñó como ministro de Energía y Minas.

En esta entrevista, Acosta hizo un recorrido desde lo que encontró en la población de la zona neuquina, notablemente afectada -principalmente en el acceso al agua-, hasta su encuentro con autoridades provinciales. Se mostró sorprendido de que estas no contemplan la cuestión ambiental como parte de su agenda.

En una entrevista dijo “he conocido el monstruo desde dentro”, hablando de los que son las empresas petroleras. ¿Qué lo hizo cambiar de opinión y llevarlo a presidir el Tribunal de los Derechos de la Naturaleza?

Se trata de un proceso largo y difícil de explicar en poco tiempo, podría decir que no solo vengo conociendo al monstruo desde dentro sino -parodiando lo que era La guerra de las galaxias, esa película que la mayoría habrá visto- vengo del lado oscuro de la fuerza.

Conozco la actividad petrolera desde hace muchos años, hace 50 años comencé a estudiar economía de la energía, trabajé en empresa estatal de petróleo, fui gerente de comercialización, he sido consultor en distintos organismos internacionales en temas de energía, petróleo y desarrollo. Incluso fui ministro de Energía y Minas y he llegado a constatar que la actividad petrolera genera graves afectaciones y que casi nunca cumple con sus ofrecimientos.

Cuando llegué a Vaca Muerta me quedé sorprendido. He visto muchos campos petroleros, he visto mucha destrucción provocada por la actividad hidrocarburífera pero no me imaginé nunca la magnitud de los impactos que se dan en la provincia de Neuquén. Realmente me sorprendió y me llamó la atención.

¿A qué impacto se refiere?

Por ejemplo al uso del agua. El fracking demanda unas cantidades impresionantes de agua, por cada pozo pueden ser hasta 90 millones de litros de agua. No sé si la gente se da cuenta de lo que significan 90 millones de litros de agua por cada pozo. Es un agua que se mezcla con toneladas de arena de sílice y con una enorme cantidad de un coctel de productos químicos contaminantes, eso se invierte en la tierra y se va haciendo diversas explotaciones e implosiones internamente para ir rompiendo las estructuras y que fluya el petróleo y gas que en este tipo de yacimientos no fluye de manera fácil como sucede con el petróleo convencional.

Luego, gran parte de esa agua, se queda en el subsuelo y lo que sobra de esa agua que es un agua contaminada en extremo, es reinyectada y muchas veces se filtra en las capas freáticas afectando el suministro de agua dulce para el resto de usos de la población, como puede ser agricultura o ganadería.

Y lo grave es ver esas enormes mangueras que transportan agua por decenas de kilómetros -me decían que hasta 40 kilómetros-. Se vacían los ríos con unas mangueras llamadas anacondas, el nombre de unas serpientes enormes en la Amazonía y esas serpientes que se entrelazan avanzan por el territorio succionando agua, afectando a campesinos, indígenas, no indígenas, llevando el agua al subsuelo. Un agua que después queda contaminada.

Me parece que solo esa perspectiva ya debería hacer reflexionar si este tipo de actividades es conveniente o no, no sólo en términos de los impactos de la naturaleza ni en los gravísimos impactos a los pobladores de la zona sino en términos si realmente está beneficiando a la sociedad y a la economía argentina.

“Adicionalmente habría que estudiar qué es lo que ha sucedido en los países que explotan y exportan petróleo. ¿Se han desarrollado? No”.

 Respecto del agua en particular, ¿qué impacto vio sobre las comunidades más cercanas?

Dos temas destacaría al respecto. Por un lado, el impacto a nivel de los campesinos. Estuve en comunidades de los mapuches y en comunidades de vecinos no mapuches. En ambos casos se quejan de la disminución de líquido vital. Estuve en una comunidad de mapuches donde me llevaron a ver “cómo se habían robado el río”.

El brazo de río que estaba muy cerca de esas comunidades donde tenían muchas chacras, muchas actividades agrícolas, sobre todo frutícolas. Se encuentra totalmente seco y esas tierras también están secas. Es triste ver los horcones de los árboles secos donde antes con seguridad había fruta y se cosechaba. Lo mismo sucede en campesinos no indígenas, no mapuches. La gente se queja y algo que percibí directamente a título personal es el hecho que en el hotel la primera recomendación fue que no consumamos el agua, que no nos lavemos los dientes con el agua porque es contaminada.

También estuvimos en contacto con pobladores que se quejan de que no tienen agua, no llega agua potable y no llega ni siquiera algo de líquido vital porque les entregan de una forma racionada, esto es dramático porque es una zona seca donde sin lugar a dudas el agua es muy costosa pero está siendo destruida.

Si hablamos de los impactos en el agua podríamos hablar de los impactos en el suelo. Los sismos comienzan a ser una realidad, vi muchas casas que están cuarteadas por los sismos que comienzan a repetirse cada vez más, verdaderos enjambres de sismos.

Y la contaminación en el aire, el pasto, es grave. Yo sí me hago la pregunta: ¿conviene destinar ese territorio al sacrificio para tratar de alcanzar algo que es imposible, el desarrollo, teniendo como fuente preferente de financiamiento de la economía la exportación de petróleo?

Y hoy iría más allá, si se hiciera un verdadero estudio de costo-beneficio extendido o ampliado, incorporando todos los impactos socioambientales, estoy convencido que se podría demostrar que en términos netamente económicos no es un buen negocio para la Argentina esa explotación con el fracking.

 ¿Qué ocurre con la situación social, económica, en ciudades como Añelo y los otros pueblos que recorrieron?

Yo anotaría algo más para destacar mi primera aproximación y destacaría el impacto que provocan los grandes basurales de deshechos petrolíferos, eso es impresionante. No he visto cosa mayor en muchos años. En mi país se exporta petróleo desde hace más de 50 años y las afectaciones que ha provocado el petróleo en el nororiente de la Amazonía ecuatoriana son enormes, pero el impacto que provoca un pozo de fracking es por lo menos 10 veces mayor de lo que provoca un pozo convencional.

En el caso de Vaca Muerta, los basurales, los depósitos de petróleo están abandonados, ni siquiera hay puertas o controles, se ha hecho una cosa que yo no acabo de entender. Los deshechos de los pozos que se perforaron en Vaca Muerta se llevaron hasta Neuquén capital. Cerca de un barrio, hay un depósito con más de 900 mil toneladas de contaminantes totalmente abandonado. En ese contexto yo creo que sí debería hacerse esa pregunta. ¿Conviene tanta destrucción? ¿Quién va a responder después por la reparación?

Adicionalmente habría que estudiar qué es lo que ha sucedido en los países que explotan y exportan petróleo. ¿Se han desarrollado? No. Ahí hay un ejemplo que me podría mencionar alguien: Noruega. Sí, pero Noruega ya era un país desarrollado cuando comenzó a explotar petróleo y lo ha hecho con mucha responsabilidad, sin usar siquiera los ingresos provenientes de esas exportaciones en la actualidad, generando un fondo para el futuro y cuáles son las realidades en países como Ecuador, Perú, Colombia, en donde se priorizan las actividades extractivistas. En el caso de Ecuador, las provincias amazónicas son las más pobres de todo el país y las provincias petroleras son las más pobres de toda la Amazonía.

La contaminación del suelo, del aire, del agua, es tremenda, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, las enfermedades catastróficas que comienzan a aparecer en la zona de Vaca Muerta como el cáncer, tenemos datos iniciales de que los promedios por cáncer en ese tipo de regiones como Vaca Muerta son tremendamente más altos. En mi país el promedio de cáncer está en 11% o 12% y en la región amazónica supera el 30%, estas son realidades que se dan en todas partes.

Esa es la pregunta que uno tiene que hacerse: ¿Qué significa destinar un territorio con su biodiversidad y sus habitantes al sacrificio, lo que yo considero en vano, alcanzar el desarrollo y el progreso?

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El tribunal también analizó la situación de campos de fracking en Estados Unidos, ¿allí se llega a estos niveles de manejo del agua y de residuos?

Yo no estuve personalmente ahí pero sí fueron los compañeros y el impacto es sumamente grave. En ese país también hay unas protestas y movilizaciones sociales porque se producen las mismas afectaciones del suelo con los sismos. Está demostrado que en las zonas en las que se hace fracking los sismos aumentan de una manera preocupante. El tema de la afectación del suelo y el agua, yo he visto películas y videos que nos suelen presentar, personas que nos muestran que del grifo de agua sale casi un petróleo o una mezcla de combustibles fósiles que es tremendamente contaminante.

No nos olvidemos que la explotación de fracking es tremendamente agresiva, tremendamente contaminante, es una realidad indiscutible. Se requiere una enorme cantidad de pozos para fracturar el interior de la tierra y extraer los últimos jugos y gases, porque no es el petróleo convencional que fluye de una manera más simple sino que es un petróleo que demanda una enorme cantidad de energía y de agua. Cada vez es más necesario una creciente cantidad de energía para obtener a penas un barril de petróleo, un metro cúbico de gas.

Argentina, un país con un enorme potencial industrial, intelectual, tecnológico, no puede seguir apostando a la senda de ser un país producto. Los países productos no logran resolver sus problemas, Argentina tiene esa capacidad para dejar de ser un país producto y comenzar a ser un país de inteligencia. Son retos grandes que pasan por respetar la vida de los humanos y los derechos de la naturaleza.

Aquí se está planteando que la explotación en Vaca Muerta es también la explotación del gas como una de las energías que permitirá la transición energética. ¿Cuál es su reflexión?

El tema de la transición energética amerita una reflexión muy detenida. La extracción de gas en Vaca Muerta demanda la misma cantidad de recursos, de energía, de arena de sílice, de productos químicos, es un procedimiento similar con los mismos impactos en la naturaleza.

La pregunta que hay que hacerse es qué tipo de transición energética se está planteando, si lo que se quiere es sustituir energéticos o lo que se quiere es disminuir la demanda de algunos energéticos introduciendo otros energéticos para mantener una oferta creciente de energía. Esa no es la transición energética que necesitamos porque lo que requerimos es realmente ir reduciendo por un lado el consumo de combustibles fósiles y por otro lado ir introduciendo energías limpias.

Piensen ustedes en los vehículos eléctricos, ¿es posible ser empleados por la enorme destrucción que provocan? Demandan una gran cantidad de litio, una gran cantidad de cobre, es decir, se siguen ampliando los extractivismos mineros con todos esos impactos, para atender la demanda que tienen particularmente las sociedades de los países del norte global para reducir el impacto del aire contaminado a costa del siguiente sacrificio en otros territorios, particularmente en el sur global.

La transición energética debería ir de la mano de un cambio de los patrones culturales de producción, de consumo, repensar las ciudades. Se siguen llenando las ciudades de vehículos individuales, siguen afectando la libertad de quienes no tienen automóviles.

Es el momento de avanzar en una verdadera transición energética entre otros muchos campos, en la introducción de sistemas de transporte público de buena calidad, masivos y subsidiados.

¿Pudieron reunirse con alguna autoridad de la provincia de Neuquén?

Nos reunimos con el gobernador, quien nos recibió muy amablemente, pero lamentablemente constato que para él el tema ambiental era una cuestión que no está presente en su agenda. Quizás no quiso hablar de eso porque estaban próximos a unas elecciones. Quizás tenía miedo de decir algo que afectaría a los electores, pero esa fue una señal muy clara. ¿Cómo no puede estar el tema ambiental, con la destrucción que se está provocando en su provincia?

También estuvimos en una sesión en la Cámara de Diputados del Congreso de Argentina, en Buenos Aires, donde fuimos muy bien recibidos y pudimos exponer lo que habíamos visto. Nuestro informe, que esperamos tenerlo listo en un mes, será entregado al tribunal para que evalúen si conviene o no avanzar con el caso y emitir alguna sentencia y será entregado a las autoridades. El tribunal es ético, pero lo que da es la voz a quienes no tienen voz, incluyendo a la naturaleza.

Lo que sucede en Argentina ha sucedido en muchas partes del mundo y en nuestra América en particular, se nos vende la idea del dorado, se nos vende la idea de que con explotación de los recursos naturales se va a resolver los problemas de su desarrollo, va a haber ingresos fiscales, se va a generar empleo y se va a beneficiar toda la sociedad. Eso no ha sucedido en 10 años de explotación de Vaca Muerta y la pobreza sigue creciendo inclusive en esa región tan rica en recursos naturales.

 Según lo que usted vio, ¿le parece que ha habido violación a los derechos humanos?

Sin lugar a dudas, no ha habido la consulta previa e informada, como tiene que ser, a los seres humanos se les tiene una afectación tremenda si no se les suministra el líquido vital de una manera adecuada y no es que falte agua, sino que hay agua pero la prioridad está cambiada, primero para la actividad petrolera y no para los seres humanos.

También hay una afectación muy grave a las comunidades indígenas mapuches a las cuales se les trata de negar que son pueblos preexistentes, esto es una cosa que yo llamaría la atención. Yo quiero mucho a la Argentina pero cómo se puede plantear que los pueblos mapuches no son originarios de la Argentina. ¡Seamos más honestos con nosotros mismos!

Yo vengo de una familia mestiza, no podría decir que los pueblos indígenas de mi país no son ecuatorianos, ellos están mucho antes de que hayamos llegado. No podemos de ninguna manera hacer como lo que hace la provincia de Mendoza, negar a los mapuches como pueblos preexistentes. La integridad territorial es fundamental para la existencia de sus culturas.

 ¿Ante esta situación no debería intervenir el poder judicial nacional o algún organismo internacional con poder de sentencia desde lo penal?

Hay varias acciones judiciales en marcha planteadas en particular por la Asociación Argentina de Abogados, esas personas están llevando adelante denuncias y procesos concretos. La pregunta que me hago yo es si hay un marco jurídico que podría ayudar a un mejor manejo de esa situación por qué no se lo pone en práctica.

A mí no me cabe la menor duda de que aquí hay algunas relaciones incestuosas, de corrupción, entre las empresas y las autoridades oficiales, no se entiende de otra manera el manejo de esos basurales petroleros, no se entiende el abuso que hay en el apropiamiento del agua, no se entiende que no se cumplan determinadas normas ambientales. Aunque se cumplan no es que el problema va a desaparecer, no nos olvidemos, no hay tecnologías de punta, estas actividades son tremendamente contaminantes. Para la naturaleza y los seres humanos.

No solo que estas actividades provocan violencia, sino que la violencia con la que se las introduce y desarrolla es una condición necesaria para su existencia. Así como hay violencia hay corrupción y hay autoritarismo, porque muchas veces atropellando los derechos de los pueblos como los mapuches e incluso de quienes son vecinos de la región.

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