Mayo de 1810: crisis, revolución y guerra
En vísperas de un nuevo aniversario del 25 de mayo de 1810, de visita en la ciudad para participar de las V Jornadas Nacionales de Historiografía, el historiador Fabio Wasserman conversó con FM De la Calle sobre el contexto de la Revolución y el rol de Juan José Castelli en el Cabildo Abierto y al frente del Ejército Auxiliar.
Wasserman es doctor en Historia, investigador independiente del Conicet en el Instituto Ravignani de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y se especializa en historia política y cultural Argentina e Iberoamericana de los siglos XVIII y XIX. Entre los libros y papers que publicó, se destacan “Mayo de 1810: entre la crisis y la revolución”; “Una pregunta en dos tiempos: ¿Qué hacer con la Revolución de Mayo?” y “Juan José Castelli. De súbdito de la corona a líder revolucionario”.
¿Cómo se construye la idea de la Revolución de Mayo como hecho fundante de la Patria y de la argentinidad?
Es una historia larga que tiene un primer momento, que es que muy rápidamente la Revolución es considerada por los contemporáneos, por los protagonistas del proceso revolucionario, como el inicio de un nuevo momento histórico. Ya en 1811 se celebra, se la conmemora en Buenos Aires y en Tiahuanaco, o sea que uno puede ver la diversidad de espacios en la que la Revolución es rememorada.
Y aparece como el inicio de un nuevo momento histórico, una patria que se constituye, que va a regenerar la sociedad, que va a terminar con siglos de dominio colonial, pero entonces tenía una impronta más bien de carácter americano, porque no existía -esto es algo que muchas veces uno cuando estudia en la escuela o en el sentido común que hay en la sociedad sobre cómo se construyó nuestra historia- la idea de que la nación preexistía, la nación argentina en realidad no preexistía, es algo que se fue construyendo a lo largo del siglo XIX, obviamente había elementos que se compartían y demás.
Entonces este primer momento es más bien el inicio de un nuevo período histórico, pero tiene una impronta más americana o sudamericana, por momentos incluso porteña también, y con el correr de los años, con la constitución de la nación y del Estado Nacional Argentino, ya en la segunda mitad del siglo XIX, pasa a configurarse como un mito de origen de la nación argentina, es como que la nación argentina empieza en ese momento, y uno lo puede ver hoy en día los discursos políticos, los discursos públicos, el sentido común, uno dice bueno el bicentenario del nacimiento de la patria, ese tipo de cosas.
Pero uno si lo mira con más precisión, el acontecimiento y el proceso, lo que encuentra es que lo que hay más que la preexistencia de una nacionalidad, es una crisis de la monarquía española a ambos lados del Atlántico, o sea en lo que actualmente es España y en América, una crisis que implicó disputas por la construcción de nuevas comunidades políticas, basadas en nuevos principios, en nuevos fundamentos políticos, y que con el correr de los años se fueron delineando las naciones que actualmente conocemos.
Para ponerlo más concreto, uno dice el Virreinato del Río de la Plata, que es una unidad administrativa creada en 1776 recién, la revolución fue en 1810, fueron 34 años nada más, es poco tiempo, bueno de los territorios que constituyeron el Virreinato del Río de la Plata no surgió una nación, surgieron cuatro -Argentina, Uruguay, Bolivia y Paraguay- entonces qué pasó, estaba preconstituida la nación, entonces se sacaron territorios, y uno en realidad lo que encuentra es que había otra idea de comunidades políticas, de cómo se fueron configurando, y que eso es parte de disputas y de acuerdos políticos que se van dando, y de enfrentamientos, lo que llamamos guerras civiles a lo largo del siglo XIX, y que se configuró de este modo, pero podría haber sido de otro.
Proponés no solamente quedarte con 1810 sino ir ampliando la imagen y ver una especie de secuencia de crisis, revolución, guerra e independencia, para comprender la línea histórica…
Sí, eso es algo de un libro que publiqué el año pasado, aprovecho para introducirlo, llamado “1810. Crisis, revolución y guerra“, que es interesante, más allá de mi libro, pues es una colección de historia publicado por la Universidad Nacional de General Sarmiento, sobre años claves, entonces hay 1810, 1883, que escribió Mariana Franco, 1776, 1880, varios, y a mí me tocó hacer 1810, y entonces, como clave de interpretación, yo puse esta secuencia que vos planteaste recién, que es una clave de interpretación, decimos los historiadores, analítica, en el sentido de que bueno, podés separar la crisis de la revolución, la revolución de la guerra, porque la dinámica se va dando todo junto, pero si sirve para pensar el proceso, porque , entre 1808, con las abdicaciones de Bayona, y 1810 es la gran crisis, y una crisis es algo que, en la cual no hay un horizonte cierto, se padece, pasan cosas que no se comprenden, cuando se crea, en la semana de mayo, para aprovechar la conmemoración de esta fecha, se da esa dinámica que va del Cabildo Abierto, a la creación de la Junta, uno lo que ve ahí, es que aparece una decisión sobre la posibilidad de constituir un nuevo poder político, que organice el futuro, y entonces ahí ya aparece un nuevo norte, un horizonte, que no es indisputado, es recontra disputado, pero ya hay un horizonte, hay algo nuevo que se está gestando, entonces ahí es el paso de la revolución.
Ahora, la revolución, uno dice rápidamente, bueno, ya está, se crea la Junta. Se crea la Junta pero encuentra oposición en Montevideo, en Córdoba, en Paraguay, y en el Alto Perú, en la actual Bolivia, o sea que no es que, ya está. Empieza a plantearse que hay otros actores, que promueven otras alternativas, que reconocen a las autoridades, que tratan de mantener cierta continuidad en la monarquía en España, primero el Consejo de Regencia, después las Cortes de Cádiz, y que eso lleva a la guerra, y en la guerra esto se empieza a clarificar un poco más, porque la guerra -igual hay muchas ambigüedades, contradicciones, pases, eso es algo inevitable, no hay una historia blanco y negro, pero va delineando campos- estás de un lado, estás del otro, y eso es lo que va a ir orientando el accionar de las fuerzas políticas y militares en los años siguientes.
Pero hay mucho que se va definiendo sobre la marcha, se va improvisando a medida que se avanza.
No es que había un grupo de, como lo llamamos nosotros, patriotas, que decían, vamos a desplazar al virrey, vamos a desplazar a los oidores, vamos a crear una Junta y vamos a crear la Nación Argentina, no es eso.
¿Eso es parte del debate sobre si fue revolución o no?
Eso es parte de cuál es el sujeto político que la protagonizó, y también había discusión sobre si fue una revolución o no, porque uno la ve y dice, bueno, qué pasó, un Cabildo Abierto, se reunieron doscientos y pico de vecinos y funcionarios de la ciudad de Buenos Aires, votaron, dijeron, bueno, desplazamos al virrey y primero se crea una junta que trata de mantener mayor continuidad, porque lo pone el virrey como presidente de la Junta y, más importante, que mantiene el control de las armas.
Eso genera descontento en la ciudad, hay una movilización, el famoso ¿el pueblo donde está? Bueno, les dijeron, si querés te lo traemos, el Cabildo dijo, ok, no, creamos otra junta, que es la que nosotros conocemos como Primera Junta.
Entonces, ¿eso es una revolución? No mataron a nadie, no colgaron a nadie, parece como un cambio institucional. Si uno se ciñe a lo que pasó esa semana, es así, entre otras razones, porque la fuerza de las armas está en manos de los criollos. Saavedra es el presidente de la Junta, porque también es el comandante del cuerpo de Patricios, entonces es el hombre que tiene la mayor capacidad de fuego en ese contexto, pero inmediatamente empieza la guerra y empiezan también a promoverse transformaciones político-ideológicas.
Ahí es cuando uno ve que hay una dinámica. Como historiador yo trato de entender, por ejemplo, qué figura conocemos destacada de 1810, Moreno. Bueno, los textos de Moreno, la mayor parte de los textos de Moreno de 1810 son textos periodísticos, que él publica en la Gaceta, que no hay que entenderlo como periodístico hoy en día, no son informativos, son de intervención.
Periodismo militante…
Sí, claro, que el periodismo era militante, no es que era algo redundante en ese sentido, porque efectivamente era para sostener una causa, pero porque la prensa era así, no porque Moreno o la Gaceta. Pero Moreno, uno va leyendo los textos y ve que él va dando respuesta a cosas que están pasando, lo cual no quiere decir, y eso sería también un error, suponer que no tiene ideas preconcebidas y hacia dónde se quiere ir. Pero eso, como todo líder político, lo va articulando en función de las coyunturas.
Pero no es como, a veces uno tiene la imagen, ¿cuál es la imagen de una revolución? Es el partido bolchevique que se prepara para la toma del poder en 1917, con un líder como Lenin, que escribe las Tesis de abril y dice que hay que hacer esto, esto y esto, y después vamos a, no es así, no funcionan así en este periodo. Primero, porque es el resultado de una crisis.
Segundo, porque la idea misma de lo que es la política es distinta. Y pensando incluso en Moreno, diez días antes del 25 de mayo, nadie hubiera imaginado que Moreno iba a ocupar el lugar que tenía. Hay algo de la propia dinámica.
Entonces, meterse ya a estudiar este proceso con mayor detalle te permite ver todo esto. En general, lo que suele suceder es que cuando uno mira procesos históricos, lo ve por los resultados. Entonces, supone que todo llevó a eso.
O sea, si pasó esto, si se constituyó la nación argentina, es porque estaba pre constituida en ciernes o orientada a constituirse. Lo que nosotros planteamos que es una idea teleológica, que pone en el inicio del proceso lo que va a ser el resultado. Y obviamente hay elementos.
No es que todo sale de la nada, pero no era el resultado inevitable.
Entonces, ¿qué hacemos los historiadores? Tratamos de reconstruir y entender qué es lo que pasó atendiendo a esas tendencias, pero también a dinámicas y a coyunturas, a cambios, a veces cosas muy azarosas. Por ejemplo, antes de la revolución, la ocupación de España por Napoleón fue precedida por la ocupación de Portugal por Napoleón, en el cual España era aliada de Napoleón en 1807.
Entonces, la corte portuguesa se traslada a Río de Janeiro, auxiliada por la flota inglesa. La esposa del príncipe regente de Portugal era la infanta Carlota Joaquina, que era la hermana de Fernando VII. Entonces, de pronto tenías en América, en Río de Janeiro, a una miembro de la Casa Real cuando toda la Casa Real estaba presa.
Eso es algo absolutamente azaroso. Y eso implicaba que muchos actores, incluyendo muchos los revolucionarios, como Castelli o su primo Belgrano, promovieran que la infanta Carlota fuera regente.
Los carlotistas…
Bueno, entonces, ¿por qué? Porque para algo absolutamente azaroso en términos históricos, es la primera y única corte europea que se trasladó a América, en toda la historia. Y por una cosa también propia de ciertos enfrentamientos en Europa, que es la ocupación de Portugal por parte de Napoleón, y que los ingleses presionaron a la corte portuguesa para que se vaya a Río de Janeiro. Toda una mezcla de cosas.
Veníamos de las invasiones inglesas y luego, ¿cómo es el comportamiento de los representantes de los intereses ingleses en todo ese contexto?
Para ponerlo en un contexto más amplio, en ese momento Inglaterra está en una fuerte disputa con Francia. Después de la Revolución Francesa y la expansión de la Francia revolucionaria.
Primero voy a ir con España. España, a comienzos de la década del 90, se enfrenta a Francia. Es derrotada. Llega un acuerdo y Francia y España son aliadas. Durante la expansión napoleónica en Europa, eso va aislando a Inglaterra. Y parte de las razones por las cuales Napoleón quiere ocupar Portugal, y primero aliarse con España y después directamente hacerse con el trono, es aislar a Inglaterra. En ese marco, Inglaterra es enemiga de la monarquía española en todos lados. De hecho, en 1805 se produjo un acontecimiento muy conocido, que es la batalla de Trafalgar, en la cual la flota anglo-francesa quedó inútil al ser derrotada por la Inglaterra.
Entonces tenías un imperio colonial, el español, en el cual la metrópoli casi no podía tener vínculo con las colonias. No casualmente, en 1807 son las invasiones inglesas, inmediatamente después de Trafalgar. Ahí uno va a encontrar actores criollos que promueven algún tipo de vínculo o acercamiento con Inglaterra, pero otros no. De hecho, hay una gran resistencia. Hay que pensar que también la lealtad a la monarquía no se quebró de golpe.
La mayor parte de los americanos o de los criollos seguían siendo leales súbitos de la corona. En todo caso, podían decir, bueno, estamos en contra de las políticas de tales políticas o de tal funcionario Godoy, que era una especie de primer ministro, pero la lealtad hacia la monarquía era muy fuerte, más allá de que había resquemones con los españoles porque tenían más derechos y demás. Entonces, Inglaterra es enemiga.
¿Qué pasa? En 1808 se producen las abdicaciones de Bayona. ¿Esto qué quiere decir? Que hubo primero un movimiento en España que desplazó al rey Carlos IV y a su ministro Godoy, y para coronar a Fernando VII, su hijo. Napoleón vio esto como una oportunidad para ver si podía hacerse con el trono de España. Entonces los convocó a Bayona. Lo cuento medio rápido. Es algo así como, Fernando devolvió el trono a Carlos, Carlos dame el trono a mí, y Napoleón se lo dio a su hermano José I. Entonces se coronó una dinastía nueva.
Napoleón pensaba, y fue un cálculo errado, que eso no iba a traer ningún problema. De hecho, buena parte de las autoridades españolas lo acataron, lo juraron, pero empezó a haber muchas resistencias a nivel local en España y a constituirse juntas, y mucha resistencia popular. O sea, las juntas empezaron en España, no en América, porque es la forma que encontró la sociedad de organizarse políticamente ante la ausencia del monarca.
Para nosotros es raro esto, pero era impensado, porque no se puede concebir una comunidad sin cabeza, y la cabeza es el monarca. Eso es como una figura intocable. No es la persona Fernando VII, es la figura del monarca. Tiene como otra entidad.
Bueno, entonces ahí en Inglaterra empieza la resistencia y pocos meses después, en mayo, en las abdicaciones y ya que Napoleón abiertamente envía tropas para ocupar España, pasa algo que fue inesperado. La primera derrota de las fuerzas napoleónicas en el continente europeo, la Batalla de Bayern.
Nosotros la conocemos porque San Martín participó. Entonces los ingleses dicen que acá hay algo que nos permite poner un pie en el continente. Se estaba organizando una tercera expedición a América, que la iba a comandar Wellesley, que es el duque de Wellington, el que después va a derrotar a Napoleón en Waterloo.
Que iba a venir a América, no es claro si iba a ser a Buenos Aires, Montevideo o Venezuela, pero iba a venir a América. Y dicen, no, la mandamos a España. Entonces Inglaterra, que era la enemiga de España, pasa a ser la aliada de esas juntas que se están constituyendo y que para organizarse mejor crean una junta central, que dice nosotros vamos a gobernar en nombre del monarca mientras esté cautivo.
Y por el otro lado Francia, que era la aliada, pasó a ser la enemiga. Entonces perdón por todo el rodeo, pero para entender lo de Inglaterra tenemos que entender estos cambios de alianzas. De pronto los que eran tus aliados son tus enemigos, los que eran tus enemigos son tus aliados.
Entonces esos que te habían ocupado en 1806-1807 pasan a ser tus aliados. Y eso va a generar también dinámicas distintas, porque por ejemplo hay sectores ingleses que verían con buenos ojos la emancipación de América con respecto a España, pero a su vez son aliados de España, no lo pueden alentar. En la década del 10 hay como una política inglesa que tiene idas y vueltas, por un lado por esta tensión y por otro lado porque también depende mucho de los funcionarios, los gabinetes y demás. Uno piensa y dice bueno las políticas, pero cuando es el ministro con estas relaciones exteriores, en esta coyuntura, con estas relaciones de fuerza se hace esto, en otras circunstancias es otra cosa. Pero esta tensión se mantiene, o sea no puede apoyar a la emancipación, pero no le parecería mal que sucediera. Entonces Inglaterra juega un papel complejo.
Uno lo ve por ejemplo en el enfrentamiento entre Buenos Aires y Montevideo. Montevideo era el apostadero naval español y ahí hay un fuerte contingente naval militar. ¿Qué hacen los barcos ingleses frente a eso? Apoyan a uno, apoyan al otro, comercian, no comercian. Tienen que tomar decisiones y ahí buscan un equilibrio.
Volvamos al Cabildo Abierto, su importancia y de ahí vamos a la trayectoria particular que plasmas en tu biografía de Castelli, quien tiene un papel muy destacado.
Sí, el Cabildo Abierto, el 22 de mayo, es un mecanismo que se utilizaba en momentos de crisis, cuando las autoridades legítimas o no existían por alguna razón, o se había planteado que debían ser desplazados. Lo que por ejemplo había pasado con Sobremonte, las invasiones inglesas, se convoca a los vecinos y a los funcionarios más importantes de la ciudad a decidir qué se hace. El Cabildo Abierto es eso. Esto implica algo que es importante tener en cuenta.
No cualquiera podría ser el Cabildo Abierto. Es decir, la idea de que el Cabildo era la representación política de la ciudad, de los vecinos, pero los vecinos no eran todos, como entendemos hoy en día. Los vecinos específicamente eran varones blancos mayores de 25 años, casados y con casa poblada.
Es la concepción que había en el antiguo régimen en España y en América, sobre quiénes tienen derecho a la representación política en la ciudad. Son esos sectores. Es una minoría.
Esa minoría que siempre uno dice, esos son los criterios. Después esos criterios, estamos hablando de 300 años, desde lo que actualmente es el sur de Estados Unidos hasta Chile, obviamente cambian. Entonces también eso varía. Pero acá claramente es la élite de la ciudad. Se discutió en el Cabildo del 22 de mayo qué es lo que había que hacer. Porque en 1808 se constituye la Junta Central, que mal que bien es reconocida, porque dicen, bueno, no está el monarca, alguien ejerce el poder en nombre del monarca.
En América es reconocida dentro de todo. Hay juntas que se constituyen, pero no necesariamente apuntan a la independencia, sino a tener mayor autonomía o buscar mayores derechos.
Llegan las noticias. El 18 de mayo, ¿cuáles eran las noticias que llegan? Bueno, que Napoleón derrotó a las fuerzas españolas, ahora sí, y que la junta se disolvió. Entonces, lo que dice el virrey, si lo había nombrado esa junta, es un representante de esa junta, esa junta no existe. Claro, caducó, pero no es que simplemente lo agarran de la solapa.
Tiene que haber un acto legal y ahí es donde se constituye el Cabildo Abierto el 22 de mayo. Castelli tiene un papel fundamental porque él es el designado por el grupo de criollos revolucionarios para fundamentar esto. Era un abogado muy prestigioso, que tenía un reconocido desempeño público. Es el que lleva la voz cantante y fundamenta y legitíma porqué ante la ausencia de tu autoridad es necesario darse un poder propio.
Porque lo que está en el fondo en juego, más allá de la orientación que se le va a dar, es que no puede haber una comunidad que subsista si no tiene un gobierno que la represente, que tenga una legitimidad. El problema es que si no está el rey, ¿qué es lo legítimo? Por eso son todas estas disputas, porque nadie puede arrogarse la última palabra. El rey tenía la última palabra, aunque a veces la ejerciera o no, eso no importa, pero en el imaginario político, el rey, si había una disputa, si alguien decía esto lo decide la audiencia y disputa con el cabildo, podían entrechocar, llegaba a España al Consejo de Indias y decidían.
Decide el monarca, pero no hay monarca. Eso va a ir descomponiendo y rearticulando, va descomponiendo a la monarquía, al vínculo entre metrópolis y colonias y a su vez va dando lugar a esto que llegó, al paso de la revolución, crear una comunidad política fundada en nuevos principios. Porque, por ejemplo, entre el 21 y el 25 de mayo se dan distintos movimientos y se constituye la Junta, que es la junta gubernativa en nombre de los derechos de Fernando VII, o sea va a gobernar en nombre de, tiene lo que se dice la soberanía en depósito, es decir, resguarda la soberanía del monarca hasta que esté libre, hasta que pueda recuperar sus derechos. Y también es el nombre del pueblo que asume. Hay un principio político nuevo ahí. O sea, es el nombre del monarca y es el nombre del pueblo.
¿Y ahí qué idea de pueblo sería?
Bueno, esa es parte de la discusión. Está muy bien lo que preguntas, porque parte de la discusión que hay es ¿cuál es el pueblo? Hay dos dimensiones por lo menos. Una es, es toda la sociedad o es las élites, estos sectores que tienen derecho a la representación política. Y la otra es ¿por qué Buenos Aires puede decidir sobre todo el virreinato? Porque es un cabildo abierto de Buenos Aires.
Es difícil saber exactamente qué se dijo porque no hay un acta precisa. Hay algunas notas muy sueltas y después son las memorias. Primero intervino el obispo, que no lo quería mucho nadie y un discurso que dijo mientras haya autoridad en España, alguna que subsista, nosotros vamos a ser fieles.
Después intervino Castelli y después intervino el fiscal de la Audiencia, Villota, que dijo algo muy piola en este sentido, que ponía el dedo de la llaga y decía bueno ¿por qué Buenos Aires puede decidir sobre todas? No debería constituirse un cuerpo nacional, en el que están representadas todas las ciudades, porque son las ciudades las que tienen representación política. Y eso parte, si lo ves en el mediano plazo, es parte del problema del siglo XIX. ¿Cuál es el poder que tienen los pueblos? En este caso no son las ciudades, son las provincias. ¿Y por qué Buenos Aires puede tomar decisiones en nombre de? Ahí intervino Paso, dijo algo así, lo estoy simplificando, estamos en una situación de emergencia, tomemos las decisiones. Pero ese argumento es un problema porque sirve para todo, porque todos podrían decir estamos en una situación de emergencia. Entonces el mismo Villota decía estamos en una situación de emergencia, esperemos que se constituya una autoridad común entre todos los dominios de la monarquía y el argumento, o sea hay un punto, y esto es muy interesante y es parte de lo porque es una revolución, hay un punto de todo es indecidible y lo que decide es la relación de fuerza y la voluntad y la perspicacia política. Entonces bueno una de las primeras medidas que hace la junta el 25 de mayo se constituye y las primeras medidas es tratar de resolver este problema de la representación, de la legitimidad, lo que hoy diría ensanchar la base política.
El volumen político…
Entonces el 27 de mayo emite una circular a los pueblos, que yo creo que la redactó Castelli, pudo haber sido Moreno también, no es claro, en la cual no es que es el programa del gobierno pero más o menos. Y una de las cosas es que convoca a los representantes de los pueblos para incorporarse la junta y también dice y les vamos a enviar un ejército para apoyarlos, porque también asume que esto se va a dirimir por las armas. Entonces ahí ya están las dos dimensiones, la representación y a su vez la coerción.
Para saltar a otro hito también dentro de la trayectoria de Castelli, es el que tiene que asumir la responsabilidad de fusilar a Liniers, ¿eso qué significa?
Bueno exactamente este ejército, que tardó un poquito en constituirse, la idea es que fuera hacia el norte, hacia el Alto Perú, pasara por Córdoba primero. En Córdoba como dije antes fue uno de los opositores a la junta. Se opusieron las autoridades, que era el gobernador, el comandante de armas y demás, pero también esas cosas azarosas, en Córdoba estaba residiendo Liniers que había sido virrey y que era una figura muy popular porque era el líder de la reconquista. Era una figura muy popular entre los soldados también. Y él que había sido desplazado porque por su origen francés, era sospechado de ser pronapoleón y mantuvo su lealtad a las autoridades que buscaban mantener el vínculo con España y con el Consejo de Regencia, encabeza una resistencia que es derrotada.
Primero había una idea de que debían ser enviados presos, pero después la Junta toma otra orden que es fusilarlos a él y a los jefes políticos y militares. Ahí todo es conjetural. ¿Por qué fusilarlo? Semanas antes Cisneros y los miembros de la audiencia habían sido despachados a Europa. No era tan sencillo ya despacharlo a Europa Liniers.
Por un lado porque la marina de Montevideo bloqueaba el Río de la Plata, por otro lado porque Liniers era una figura muy popular e iba a encontrar a alguien que lo ayude a escapar. Ahí es cuando me parece que es un punto de quiebre esto que decíamos antes de una revolución pacífica. No es sólo que hay sangre, sino quiénes son. Son figuras muy importantes y una muy popular encima y son como puntos de no regreso. Entonces quienes estaban al frente del ejército, Francisco Ortiz de Ocampo, había una comisión política dirigida por Vieytes, en Córdoba le empieza a chamuyar y le dice no, no los pueden fusilar. ¿Cómo va a fusilar a esta gente? Entonces dice no, no los fusilamos. Llega a Buenos Aires y dice ¿cómo no los va a fusilar? Moreno tiene una carta tremenda que le escribe a Chiclana, algo así como son una manga de cagones, perdónenme, pero algo así. Dice con estos tipos no podemos hacer nada, estamos haciendo una revolución. Entonces la junta decide y Castelli se ofrece que él en persona va a ir como miembro de la Junta y asume la responsabilidad política, que tomó toda la Junta.
Saavedra firmó esto también y muchos de ellos tenían vínculos personales con Liniers. Por eso es un punto de inflexión y Castelli aparece como la cara de todo esto porque es el que fue a Córdoba y que tomó la decisión y después eso le valió ser designado como el jefe político de ese ejército que, una vez derrotada la resistencia en Córdoba tenía como el campo libre para avanzar hacia el norte, hacia el Alto Perú y en noviembre es la batalla de Suipacha, que es el primer triunfo armas patria importante, que eso abre la ocupación del Alto Perú.
Entonces, Castelli está al frente políticamente, porque no es el comandante, el comandante es uno de los hermanos Balcarce, está al frente de ese ejército y tiene un gran poder. El nombramiento de él, dice donde va a él es la Junta. Pensemos esto, el Alto Perú, llegar a Potosí podía llevar 3-4 semanas, no es que te mande un whatsapp. Entonces en una sociedad muy compleja socialmente y étnicamente, con muchos conflictos que vienen, para poner referencias que todos conocen desde Tupac Amaru, desde 30 años antes, y que necesitan a alguien que tuviera una capacidad política y una voz autorizada, entonces la Junta de Cielos lo manda a Castelli.
Ahí es donde se ve el peso que él tenía. Y entonces él va a dirigir esto y va a ser como decía el nombramiento, es como si la Junta estuviera ahí, tienen que hacerle caso. Algo parecido va a suceder con Belgrano, también todo esto en septiembre, con Belgrano que encabeza el ejército que primero teóricamente va a lo que sería la Banda Oriental, Uruguay, pero va hacia Paraguay. Con la diferencia que Belgrano tiene el cargo político y el militar. Y es interesante porque son los dos miembros, uno diría más pesados de la Junta, del grupo criollo ilustrado, que son primos, que los ponen al frente de los dos ejércitos con los cuales desde Buenos Aires se busca concitar apoyos por convicción o por la fuerza en el resto de los pueblos.
Y eso tenía que ver con esa perspectiva también americana, sudamericana. ¿Qué puedes decir respecto a ese componente? ¿Quiénes lo promovían? ¿Qué implicancia tuvo su desarrollo o no?
Sí, ahí aparece una primera cuestión. Porque parte de todo esto tiene que ver con qué es legítimo y qué no es legítimo. Castelli al frente del ejército, es interesante el nombre, es el ejército auxiliar. Es la idea que el ejército va a auxiliar a los pueblos para ser liberado de los quienes los oprimen. Es lo que después se va a llamar Ejército del Norte, ya tiene que ver con ubicación territorial. Pero primero es el ejército auxiliar.
Ocupan el Alto Perú y Castelli dice podemos llegar a ocupar el Perú también. Y lo ve con el apoyo indígena. Pero la Junta lo discute y el que dice que no es Moreno. Para que vean que no siempre las decisiones políticas uno tiene que identificar que están Castelli y Moreno, que son los radicales jacobinos, y Saavedra el moderado conservador. Pero no necesariamente las decisiones políticas se traducen inmediatamente del encuadre ideológico. Porque lo que dice Moreno es que nosotros no tenemos legitimidad para hacer eso. Nosotros tenemos legitimidad para actuar sobre los pueblos del Virreinato del Río de la Plata, pero no allá afuera. Es una cosa verlo desde Buenos Aires, que en un momento en el cual está fracasando la expedición de Belgrano a Paraguay, en un gran conflicto con la Banda Oriental, que está cerca de la revolución. Y aparte que el ejército se aleje aún más.
Y otra cosa es Castelli ahí, con todo el poder que tiene, diciendo podemos llegar a ocupar el sur de Perú. Porque aparte veía indicios favorables. Porque el Virrey de Perú tenía que atender también a conflictos en Ecuador, en Quito. Entonces ahí se ven las discusiones. Todo esto en un marco en donde no es claro cómo se va a constituir esto políticamente.
Eso es parte de lo que está en discusión. Entonces ahí tiene esta impronta americana. Y también, para complejizar un poco esto, uno tiende a ver por esta idea de la nación preexistente o de lo americano, que es una disputa entre americanos y españoles.
Algo que también se va definiendo en la propia dinámica. Cuando Castelli, después del triunfo de Suipacha, publica el parte y un bando, él dice algo así, porque fue una especie de una trampa en el combate de Suipacha, pusieron a los soldados que parecían que estaban desguarnecidos para que los ataquen y cayó el resto del ejército.
Algo así. Entonces dijeron bueno los españoles, europeos, cayeron en la trampa y demostramos que nosotros somos mejores descendientes de los antiguos combatientes españoles que ellos. Entonces no está diciendo nosotros no somos españoles.
Estamos diciendo que nosotros somos mejores españoles que ellos. Pero ya parece entonces que lo español y lo americano se está deslindando con mucha fuerza. Para mí eso es uno de los indicadores de la revolución encarnando, que es cuando las élites criollas -los llamados criollos se consideran españoles americanos- y uno ve cómo empiezan a dejar de considerarse españoles americanos para llamarse americanos. Entonces ahí se dice bueno están cambiando las identidades. Eso es algo que es notorio.
Pero cuando uno ve los ejércitos, esto es una gran guerra civil. Por un lado todos combaten en nombre de Fernando VII. De hecho poco antes de la batalla de Huaqui está el ejército enviado desde Perú que comanda Goyeneche. Goyeneche es americano, y el ejército liderado políticamente por Castelli. Todos celebran la fecha de Fernando VII. Pelean con la misma bandera, aunque después tienen las banderas de los regimientos.
El componente social de los ejércitos es muy parecido. No es que hay españoles de un lado y americanos del otro. Incluso el componente étnico no es que de un lado decimos bueno pero estos tienen indios, tienen mestizos, castas, del otro ejército también. Hay muchos oficiales españoles, pero muchos son americanos, empezando por Goyeneche. Tiene un componente más de guerra civil, porque España no estaba en condiciones de enviar ningún ejército hasta la restauración de Fernando VII en 1814. Era con lo que había. Entonces estas disputas uno puede entenderlas en ese marco, pero en esa misma dinámica se va constituyendo como una guerra de independencia también.
Mencionabas cuando hablabas de la revolución, de cómo se va construyendo también la idea, ese mito en torno a lo que significó que ya inmediatamente al primer año empiezan a conmemorarse. Y una gran celebración en ese sentido es la que organiza el propio Castelli dentro de esta marcha.
Sí, es muy conocido en Tiahuanaco. Se celebran el 25 de mayo de 1811. Es interesante porque, esto también es una casualidad, uno podría decir que no es solamente el 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, sino que el 25 de mayo de 1809 hubo un levantamiento en Charcas, la actual Sucre, en Chuquisaca, que era como un centro de poder importantísimo del Alto Perú, que creó una junta. Una junta que incluso había sido reprimida desde Buenos Aires. Entonces es el 25 de mayo tanto de lo de Buenos Aires como de lo de Charcas.
Y Castelli organiza una ceremonia imponente en las ruinas de Tiahuanaco, en la que participan el ejército enviado desde Buenos Aires y también las fuerzas que lo apoyaban en el Alto Perú, las fuerzas locales, y también las comunidades indígenas de la región. Y la cual es famoso porque es el discurso que promueve la abolición del tributo. Entonces es un momento muy alto del discurso indigenista de los revolucionarios.
Él tenía que lidiar con algo, necesitaba de esa fuerza, pero es genuino también su reivindicación, me parece, de los derechos de los pueblos indígenas. Por otro lado hay una dimensión pragmática. En el Alto Perú eran la amplia mayoría y en el sur de Perú de la población que estaba de su lado.
Hay que tener en cuenta también que muchas de las medidas que toman los gobiernos revolucionarios son tomadas también por los gobiernos contrarrevolucionarios. Por ejemplo la abolición del tributo.
No necesariamente todas las comunidades indígenas la tenían entre sus prioridades.
Y eso aparte, la dimensión que es un poco más difícil de ver también, es que uno dice, viene alguien desde afuera y les dice, ok nosotros liberamos el tributo, pero el tributo no es solamente para esas comunidades, no necesariamente para todas era lo mismo, porque no era solamente tener que enviar fuerza de trabajo o mercancías o incluso dinero, sino que era el vínculo que lo unía con el monarca y recibía algo a cambio. Por ejemplo la titularidad o la posesión de las tierras comunales. Entonces por ahí había comunidades que no les parecía mal el tributo, o sectores dentro de comunidades, lo que les podía llegar a parecer mal es a quién iba ese tributo si no el monarca.
Entonces son cosas distintas. Entonces ahí uno ve que, uno lo puede pensar en un sentido mucho más amplio, muchas veces políticas, llamémoslas bien intencionadas, no necesariamente son recibidas por sus destinatarios como lo creen quienes las están ejecutando, porque pueden tener otros intereses. Otras ideas sobre cómo deben organizarse y cuáles son sus valores. Eso es algo que sirve para 1811, sirve para el presente.
Un comentario sobre el final de Castelli, porque ahí va todo para arriba, para arriba, para arriba, en un momento hay una batalla que sale mal y el fin es además de una manera muy paradójica en este juego del orador de la revolución que termina con muchas dificultades y con una enfermedad en particular como es el cáncer de lengua.
Bueno, el momento de apoteosis de Castelli es entre diciembre de 1810 y junio de 1811, que es la ocupación de Alto Perú, pero así como se ocupó tan fácil, en el sentido de una batalla, una batalla sencilla que Suipacha no fue un enfrentamiento con miles, abrió el camino del Alto Perú, una batalla que también fue bastante caótica y que se podría haber ganado, no había algo a priori que hiciera que se perdiera, que la de Huaqui, la frontera entre Perú y el Alto Perú, cerca del Desaguadero, implicó la derrota y la retirada. Un desastre fue Huaqui, sobre todo por la retirada y ahí también quedaron como una muy mala imagen de los ejércitos enviados de Buenos Aires, por muchas razones, religiosas, étnicas, políticas, etcétera, y Castelli quedó como el responsable de todo eso y encima, volvió derrotado en un gobierno que ya se habían producido enfrentamientos entre los saavedristas y los morenistas, digamos, Moreno ya había sido desplazado de la Junta, se constituyó la Junta Grande y demás, y ahí él es sometido un juicio en el cual, es complicado porque no es que se lo acusa de algo, es una especie de juicio de residencia, o sea, no es claro de qué se lo acusa, y por otro lado, en 1812, digamos que él muere en octubre de 1812, aparte de ser sometido a este juicio y ser desplazado y estar en el ocaso de haber estado en ese momento de tanto poder, él sufre un cáncer que le va comiendo la lengua.
Sobre esto, bueno, hay una novela que es fabulosa, que es “La revolución es un sueño eterno” de Andrés Rivera, que trabajó a partir de esta paradoja, el orador de la Revolución que muere por el cáncer de lengua, que la recomiendo mucho.