Nieto 140: “Cuando le dije ‘lo encontramos’ fue el alarido y la risa y el llanto más hermoso que escuché”

Manuel Gonçalves Granada contó a FM De la Calle detalles de la investigación que restituyó la identidad al Nieto 140 y de los encuentros en los cuales les dio la noticia a él y a su hermana Adriana Metz. “Entendió que había una familia que le había buscado más de cuatro décadas y que ahora le tocaba hacer su parte, que es la mejor y la más esperada, tomar contacto con esa familia”.

Gonçalves Granada es el Nieto 57, integra la comisión directiva de Abuelas de Plaza de Mayo y es el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI).

El Nieto 140 es hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz, nació el 17 de abril de 1977 en el centro clandestino de detención, torturas y exterminio “La Escuelita” de Bahía Blanca, dependiente del V Cuerpo de Ejército. Graciela y Raúl permanecen desaparecidos.

¿En este caso el hallazgo fue a partir de una denuncia anónima?

Sí, fue a partir de datos aportados por diferentes personas, por la sociedad, que en su momento y al día de hoy lo sigue haciendo, sabe o cree o sospecha. Información que podría servir para poder encontrar alguno de esos casos de los bebés robados durante la dictadura y nos la hace llegar. En este caso se la hicieron llegar a Abuelas en su momento y el trabajo de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad también implica eso, el tomar esa información e intentar resolver con esos datos, que a veces son escuetos pero ya es algo, un trabajo de relevamiento documental, de ordenar, de sistematizar, de ver por dónde e ir determinando con esa pesquisa documental qué pasos seguir en cada uno de esos casos, nosotros en simultáneo trabajamos muchos casos a la vez, por supuesto, no nos abocamos a uno nada más.

En este caso esa información nos llevó hasta una persona que en principio no manifestaba tener dudas sobre su identidad, no se había presentado, pero que tenía obviamente una fecha de nacimiento muy significativa para nosotros también, dentro de los casos que buscábamos. No es un indicio ese per se, porque en realidad las fechas en las que están inscritas las personas que fueron apropiadas no podemos saber si eso es real o no hasta que no resolvemos el caso, y en muchos de los que resolvemos ni siquiera sabemos cuál es la fecha real de nacimiento.

Pero en este caso teníamos bastantes datos que nos llevaban a él, lo convocamos, y por supuesto con mucho cuidado, porque nosotros estamos abordando a una persona de 47 años, de 48, para decirle, bueno mira, tenemos todo esto que nos hace dudar de que algunos de estos datos sean reales o verdaderos, y ese abordaje por supuesto tiene un trabajo también de mucho esfuerzo, de una energía contenida, pero también bien manejada, para poder transmitirle eso a alguien que por ahí no tuvo ninguna duda, que nosotros sí tenemos dudas y que necesitamos que lo sepa y que empiece con nosotros un camino que nos lleve a poder resolver este caso. Acá, por la cuestión documental, para nosotros no había más que hacer que tomar una muestra, ordenarle desde la Comisión Nacional por el Derecho de la Identidad que el Banco Nacional de Datos Genéticos le tome una muestra, para ser cotejada con todas las familias que aún buscan, que son alrededor de 300.

¿Lo que decías respecto de la fecha significativa, es en relación al dato de la fecha de nacimiento que se tenía, a algún tipo de fechas que en apropiaciones suelen utilizarse?

Sí, porque el año 77 es uno de los tres años donde más apropiaciones hubo, y por algunos datos propios de la investigación, nosotros podíamos inferir de dónde podría venir él, son pequeñas cosas, o grandes, que nos van indicando la posibilidad cada vez más certera de que podría ser uno de los bebés robados. Analizamos miles de casos, entonces muchos de ellos no lo son, no son hijos desaparecidos, son personas que fueron apropiadas, sí, pero por ahí no en el marco del terrorismo de Estado sino en el marco de una lamentable práctica de la apropiación de menores. (…) No es una situación fácil porque obviamente vos le estás diciendo a una persona que toda la vida creyó algo, que eso no es así, o por lo menos para nosotros no es así.

“Él dijo algo muy valioso para nosotros, dijo yo pienso mucho también en la otra parte, entendía siempre que esto no era sólo para él, ni de él, que esto era una cuestión colectiva. En principio colectiva de una familia, que lo había buscado y de muchas otras personas”

¿Aparece algún vínculo con las fuerzas armadas por parte de la familia apropiadora, o algún profesional que ustedes ya tenían detectado que intervenía en algún tipo de trámite de estas características?

Hay algunas cosas que vamos a ver más adelante, porque a veces los casos tienen una inmediatez que para nosotros es suficiente para lograr este objetivo de analizarlo. Una vez resuelto, podemos seguir, y lo hacemos de hecho, mirando con el caso resuelto algunos datos más que nos sirvan para agregar a la historia y a la resolución.

Por supuesto el vínculo con las fuerzas armadas en este caso está dado porque él es un bebé nacido en cautiverio, así que ahí hay una vinculación indudable de las fuerzas armadas que secuestraron a su mamá, a su papá. A su mamá la tuvieron en el centro clandestino La Escuelita de Bahía Blanca, y de hecho el parto sucede ahí, hay testimonios de eso, incluso de los días posteriores a ese parto, o sea que hay fechas precisas, hay mucha información que permite claramente vincularlo a las fuerzas armadas por el lugar donde sucedió todo.

Decías que cuando tienen esta documentación, este avance en la investigación, le ordenan desde la CoNaDi al Banco de Datos Genéticos que tome la muestra. ¿Hasta allí hay una instancia voluntaria y en todo caso sigue la judicialización? ¿Cómo es ese proceso?

Sí, claro, nosotros en esa entrevista que tuvimos con él era justamente para seguir trabajándolo desde el ámbito prejudicial, que es la CoNaDi, que es el Poder Ejecutivo, es el Estado trabajando sobre esta causa tratando de evitar judicializarlo, porque la judicialización obviamente implica otras instancias de abordaje, otros actores, otros tiempos, esto es un espacio donde nosotros podemos contener, acompañar, explicar.

Bueno, una entrevista puede seguir a otra, no es que todo tiene que resolverse en ese primer contacto. Estamos tratando en esa instancia de que no se judicialice, porque operativamente eso es mucho mejor para el caso y también para la persona que es una presunta víctima y que en el sistema judicial, aunque vos seas una presunta víctima, no dejas de estar dentro de un sistema que tiene una estructura y tiempos y modos, no es lo mismo, te mandan una cédula a tu casa, por ahí no solo la ves vos, ven a otras personas, ya empieza a abrirse y nosotros trabajamos directamente con la presunta víctima y con un nivel de confidencialidad que es esto que te estamos diciendo te lo estamos diciendo a vos.

Él lo entendió y por eso la propuesta de que se analice evita todo esto, si el caso no hubiese sido así, si él no hubiese aceptado analizarse, también igual nosotros tratamos de agotar la instancia de contacto nuestra, contarle que el caso se va a judicializar, que lo sepa, que lo tenga en cuenta, que no le llegue por sorpresa luego una citación que en definitiva va a buscar lo mismo, porque ya si nosotros derivamos un caso con prueba a la justicia, la justicia lo que hace es contactar a la persona, convocarla y proponer lo mismo, que se analice.

¿Manuel, estando los resultados, ahí es nuevamente el rol de ustedes contactarlo para compartirlos con él, luego avisarle en este caso a Adriana o a los familiares?

Sí, sí, eso es también parte de un aprendizaje que hemos tenido de tantos años de este trabajo. ¿Cuál es el orden en el que uno resuelve este caso? Para mí, el orden en mi corazón hubiese sido salir corriendo a Mar del Plata a contárselo a Adriana, porque es una hermana que yo conozco, porque es parte de Abuelas, porque nos conocemos y conozco su búsqueda desde siempre, ¿no? Ahora, el orden funcional, institucional y operativo es otro, primero hay que darle la información a la persona que acabamos de hallar, ordenarla en ese nuevo universo que le estás abriendo, explicarle el porqué de las cosas y ver su reacción y tener información en ese intercambio con él.

Por supuesto, esto yo lo cuento así muy esquemáticamente, pero nosotros lo hacemos muy amorosamente, porque sabemos que le estamos diciendo a una persona algo que le va a cambiar la vida. En ese primer intercambio le tenés que informar qué familia es, le explicás, le contás sobre esa familia, tratás de que empiece a apropiarse de esa historia como su propia historia. Esto tiene la complejidad y también lo especial de que vos le estás contando a una persona algo que es de ellos y ellos no lo saben, es algo que tendría que haber sabido toda la vida, quién es tu mamá, quién es tu papá, en este caso una hermana que te buscó, la familia Romero Metz en el Banco Nacional de Datos Genéticos tiene más de 10 integrantes que dejaron muestras para poder encontrarlo a él. Eso se le explica, que este resultado de inclusión, ese informe pericial, que es un informe oficial que el Banco de Datos Genéticos le informa a la CoNaDi, y es CoNaDi la que tiene que contactar a la persona y darle el resultado, no es un resultado solo de él, da positivo porque es él con muchas otras personas.

Inmediatamente después de terminar de hablar con él, vamos a empezar a hacer la notificación a la rama materna y a la rama paterna, que ese es el orden que establecimos, también tiene que ver con un cuidado hacia él, en este caso, para que él pueda pensar si quiere tomar contacto con la familia, cómo, cuándo, si es posible contestarlo en ese momento, no es que nos lo tiene que decir, pero esas cosas son parte de lo que necesitamos porque cuando uno habla con la familia no le puede decir solo lo encontramos. Lo encontramos, está bien, está acá, está allá, trabaja en este lugar, o vive en tal lugar, es de tal club de fútbol, hay cosas de esa persona hoy que son importantes para poder decirle a la familia, no solo lo encontramos, sino que lo encontramos y hoy es esto, y dijo tal cosa sobre ustedes, o dijo que sí, que se va a contactar, o dijo que lo esperen, cada caso tiene su particularidad.

Y en este caso, ¿cómo lo recibió?

Lo recibió muy bien, conmovido, por supuesto. Es una persona con un nivel de aceptación de la realidad importante, lo cual facilitó las cosas, muy decidido, así que ya en esa primera conversación, después de un largo rato, eso duró una hora y media más o menos, yo le pregunté qué podía contarle de él a la familia, y entre esas cosas, también si él iba a poder tomar contacto con ellos, si él iba a querer hacer ese contacto en algún momento, cuando él quiera, como él quiera, por teléfono, personalmente, en un lugar neutral, nosotros poníamos a disposición todo para que eso suceda, y bueno, él dijo, sí, sí, yo la voy a llamar a Adriana. Así que acordamos yo voy a ver a Adriana que está a Mar del Plata y te voy a avisar, y después vos la llamás cuando puedas, cuando quieras. Y así fue, le avisé a él que Adriana ya lo sabía, y que estaba muy feliz, muy, muy feliz, muy conmovida, y que ya esperaba su llamado para cuando él pueda, y él lo hizo a los pocos minutos.

Eso habla de una persona que también entendió todo desde ese lugar, yo se lo agradecí. Incluso en la segunda, cuando le dábamos el resultado, él dijo algo muy valioso para nosotros, que tenemos que continuar, digo, después de haberle dicho a alguien este resultado de inclusión, uno tiene que continuar trabajando para que todas las piezas se acomoden, para contenerlo a él, para contener a la familia, para contener a quienes trabajan en esto, para que la información no se filtre y salga ordenada a través de la conferencia de prensa y demás. Bueno, en todo ese tablero, él dijo, claro, yo pienso mucho también en otra parte, entendía siempre que esto no era sólo para él, ni de él, que esto era una cuestión colectiva. En principio colectiva de una familia, que lo había buscado, y de muchas otras personas, y él pensaba en eso también, lo demostró cuando se preparó para ese llamado, ese primer llamado, que ahora ya es una comunicación que continúan ellos dos.

¿Él era consciente de lo que había pasado en nuetro país con las historias de los nietos apropiados o le era un tema ajeno?

Mirá, no lo planteó, obviamente conocía la historia, sí, eso lo tenía claro, pero tampoco nosotros lo profundizamos ni con él, ni con ninguno, porque hay una cuestión que tiene que ver con que tenemos que evitar que sientan que es una indagatoria sobre qué pensas. Esto es así, es una cuestión que excede el pensamiento individual, esto es algo que atravesó a toda la sociedad, vos podés llegar a ser uno de esos bebés robados, nos damos cuenta, obviamente, cuánto de eso ya sabía o entendía o ve como una posibilidad, e incluso ideológicamente, si está más cercano o menos a esta causa, pero no queremos y evitamos de todas las formas posibles que incluso si hay una cuestión ideológica que lo hizo no interesarse en esta causa o no, estar parado en un lugar en el que no veía esto ni siquiera como una posibilidad, que no sean un impedimento.

El objetivo es sos este, sos esta, esta es tu familia, y a partir de ahí cada historia, continúa como pueden o como quieren…

Sí, sí, por supuesto, nosotros en todos los casos ofrecemos a todo lo mismo, y en cada caso, después, lo particular para cada uno, lo que necesite cada uno. Lo que pasa es que en este caso, sin duda, es una persona con una situación muy buena para este tipo de abordaje, que es el de ponerse en el lugar del otro.

Él lo dijo, lo manifestó y entendió que había una familia que le había buscado más de cuatro décadas, y que ahora le tocaba también a él hacer su parte, que es la mejor y la más esperada, que es la de tomar contacto con esa familia.

Después, el vínculo entre ellos, entre él y su familia, y su historia incluso, es algo que acaba de empezar, es algo que van a ir construyendo, y nosotros lo iremos acompañando para que eso sea de la mejor manera.

Adriana contó aquí y en otras entrevistas, lo que fue tu llamado, ese viaje a Mar del Plata, la picada que comieron… Contanos lo que quieras de ese momento tan particular, donde se mezcla tu rol institucional y el compartir la historia con una hermana.

Conociendo también los movimientos de Adriana, primero yo pensé que estaba en Bahía Blanca, porque justo en el momento que estábamos trabajando para poder terminar el informe de inclusión de su hermano, yo ya sabía que era su hermano y demás, pero después, la pericia es un informe oficial, entonces estábamos terminando de completar todo eso, que lleva muchos datos y demás, por un lado estamos tratando de ubicarlo a él, para poder tenerlo cerca y darle la noticia ese mismo día, y por otro lado, tanteando, inmediatamente después de que él lo sepa, tengo que ir por Adriana, y justo Adriana, en ese momento, puso una foto de ella en Bahía Blanca, entonces, no me digas, a donde tengo que ir es a Bahía Blanca. Yo pensaba que iba a tener que ir a Mar del Plata, terminó siendo Mar de Cobo al final.

Le empecé a mandar mensajes tratando de que me diga dónde estaba, en realidad esa foto que ella puso era recordando que había participado en un acto en La Escuelita, parecía una cuestión del momento pero era algo que había propuesto para mantener viva la memoria.

Salí para Mar de Cobo, sabía que ella estaba sola, ni se me cruzaba por la cabeza decírselo por teléfono aunque había muchos compañeros y compañeras que por supuesto, por la ansiedad, me decían, llamala ya, llamala ya. No es lo mismo porque no es sólo decírselo, es acompañarte. Después de llegar a la casa, porque ella había preparado una picada y había vino, y yo pensaba que la pasaba a buscar para ir a comer a algún lugar, (…) yo llegué a la casa pensando, se sube al auto y nos vamos, y bueno, se lo voy a decir, no en el auto, porque parecía muy encerrado, pero se lo voy a decir afuera, ¿no? En algún lugar, no tampoco en el lugar donde vayamos a comer, digo, pues un lugar público, no sabía cómo podía reaccionar, pero digo, bueno, se lo voy a tener que decir de esta manera, y ella insistía que entre, que entre, que entre, así que yo estaba con mi compañera, fuimos ahí, entramos y yo me encontré con la sorpresa -tenía mucho hambre, lo reconozco- me encontré con una mesa ya servida y una picadita ahí, y dije, bueno, comamos algo primero, somos charlatanes los dos, así que era algo que tampoco terminaba, y encima, bueno, tomamos un poquito de vino, tomamos otro poquito de vino, y yo dije, el primer brindis, y ella se acuerda de eso, yo dije, primer brindis, pensando, vamos a brindar mucho más.

Así que un rato después, le dije, escúchame, te traje algo, y fui al auto a buscar el resultado, que es una carpeta del Banco Nacional de Datos Genéticos, que tiene el informe, que es muy técnico, se lo di y ella lo miraba, y no, no, como que no entendía, porque dijo, me tengo que sentar, y bueno, ahí yo, que estaba de frente a ella, la agarré, porque no sabía cómo que iba a pasar, estaba parada, y le dije, lo encontramos, y cuando le dije, lo encontramos, fue el alarido, y la risa, y el llanto más hermoso que escuché, o que uno puede imaginar. Ella empezó a gritar, a llorar, a reírse a carcajadas. Si bien yo hace muchos años que vivo estas situaciones, porque informo estos resultados, en Adriana lo que me sorprendió, es que todo el mundo daba por sentado que Adriana iba a llorar mucho, y es verdad que lloró, pero más que llorar, se reía carcajadas. Todo el mundo tenía el registro de una Adriana buscando y una Adriana buscando, era una persona buscando, y con mucho dolor también, con mucha hidalguía, con mucho amor, con mucha interés, pero con el dolor de que no la había encontrado todavía, entonces el relato siempre tenía más que ver con un llanto, que con una risa, y acá se transformó en eso, en risas, en carcajadas, en gritos, hermoso, hermoso fue.

Luego de la conferencia de prensa, y el brindis ella misma levanta la copa y dice ahora seguir por los 300 que faltan, ¿no? En ese sentido, te dejo el cierre para, que digas todo lo que haga falta para quien dude sobre su identidad, o tenga algún dato, pueda colaborar para que estas historias se repitan.

Es un mensaje que es para todos, ¿no? Para esos que tienen que dudar porque nacieron durante la dictadura, para aquellos que ya dudan y todavía no se animaron a dar ese paso, para los que saben algo, un posible caso de apropiación, que nos acerquen esa información, que no duden en contactarse con Abuelas, con la CoNaDi, que sepan que hay muchas personas trabajando todos los días para poder encontrarlos, y que cualquier dato es fundamental, puede ser el que determine que los encontremos o no. Este es uno de esos ejemplos, si no hubiese sido por esas personas que fueron aportando esa información, no lo hubiésemos encontrado aún, porque él no hubiese venido buscando su identidad.

Esto es algo que nos involucra a todos, como sociedad, como país, las historias más dolorosas que nos dejó la dictadura, y que además son permanentes, como en este caso el robo de bebés, que es la sustitución de la identidad de una persona hasta que no la encontramos, se mantiene así, y implica que hay familias que aún lo buscan, y ese dolor es cotidiano, ¿no? Es algo que otros pueden reparar, pueden ayudar a reparar.

Así que que nos ayuden, con la información, con estar atentos, con acompañar a quien sepan que duda, los que sí se presentan necesitan que alguien los acompañe, que los ayude a dar ese paso. Es una búsqueda que necesita de todos los que puedan y quieran involucrarse.

Seguramente el encuentro del 141 o la 141 se va a dar, sin duda, con eso, con algo que empezó por alguien que se animó o a buscar su identidad, o a decirnos, miren, yo creo que tal persona, o yo sé de esta situación, que esta persona no es hijo de mi vecina, esos son los datos que nos ayudan a encontrarlos, ¿no? Para que después suceda ese anhelado abrazo entre las familias que llevan más de cuatro décadas buscándolo y ellos que van a necesitar siempre de alguien más que los ayude.

FOTOS 1) Sebastián Smok, la vaca; 2 y 3 Kaloian Santos.

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