Polución aérea: “Con el sistema de medición que tenemos es lógico que no haya valores en exceso a la norma”

El fallo que condenó a las empresas del polo petroquímico, ABSA, Provincia y Municipio por contaminar el estuario incluyó un planteo de readecuación normativa respecto a los límites para vertidos. En su columna de Salud, el dr. Horacio Romano analizó los valores vigentes para las emisiones áreas y su incidencia en enfermedades y muertes prematuras. 

“Los límites de lo que se considera aceptable, en el mejor de los casos, son medidas internacionales y en el peor son los que tenemos en la provincia de Buenos Aires. Hasta donde yo he averiguado con especialistas, nadie tiene en claro de dónde salieron los valores que se toman de referencia”, afirmó.

Romano indicó que “si uno lee los informes del CTE -Comité Técnico Ejecutivo- dejan en claro que Australia acepta un 30% o 40% menos de lo que se acepta aquí como límite de presencia de contaminantes. Es una diferencia muy importante, no es un simple número, significa que las personas que están más expuestas tienen más chance de tener enfermedades”.

Material particulado

“La contaminación en la ría es más evidente pero al aire no le hemos dado mucha atención, más allá de las sospechas de la mayor incidencia que tiene con el cáncer de pulmón”, dijo.

El médico explicó que “si bien en el mundo, durante los últimos 20 años, se habla cada vez más de lo que son las materias particuladas, es decir, un polvo muy finito, del tamaño de un cuarto de lo que es un glóbulo rojo, ese tipo de partículas penetra vía respiratoria a nuestro organismo y genera una serie de cuestiones como accidentes cerebro vasculares, problemas cardiológicos, trastornos que pueden degenerar diabetes”.

“Recién se empiezan a medir estas partículas a partir del 2015. Si bien la OMS (Organización Mundial de la Salud) ya desde el 2005 decía que la presencia aceptable de estas partículas en el aire en un transcurso de 24 horas tiene un valor de 50, en nuestra zona el límite aceptable está establecido en 150. Con esta medición es lógico que no haya valores en exceso a la norma”.

El columnista mencionó que “Bahía Blanca es de las pocas ciudades que cuentan con monitores capaces de hacer estas mediciones, pero los parámetros de las mediciones que realizan no son las adecuadas. Además, están expresadas en cantidad de miligramos por centímetro cuadrado, cuando para la OMS es de micra sobre metro cúbico”.

“Además de confundir, ¿cuál es la intención de medir en una medida que no es la que internacionalmente se acepta? Así, los valores que son detectados en nuestra zona, según nuestra legislación son normales pero resulta que son nada normales en cualquier país de Europa o para la propia OMS”.

“Uno lo que pediría a las autoridades es que, en primer lugar sean coherentes y utilicen medidas adecuadas. En segundo lugar, las medidas anteriormente eran regidas por un decreto del año 1996 que incluso era peor, hubo una reforma en el año 2018 donde alguna que otra medida se adecuó”, dijo.

Romano agregó que “son elementos peligrosos para la salud. Entonces, no es lo mismo salir a correr en un lugar donde hay un material particulado con acumulación menor de 10 en 24 horas que en un lugar donde el valor es de 70”.

Cabe destacar un informe de la Universidad de Chicago de reciente publicación que asegura que el impacto por contaminación con material particulado iguala al daño que genera el tabaquismo, triplica el daño ocasionado por consumo de alcohol y sextuplica los del VIH.

“La contaminación en el aire es considerada, dentro de los distintos contaminantes, como la principal causa de muerte prematura y de enfermedades. Muchas de ellas quedan disimuladas ya que derivan en enfermedades comunes como hipertensión, diabetes, etcétera, pero detrás de ella está lo que respiramos”.

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