Tercera fundación: la transformación neoliberal de Bahía Blanca
La sexta publicación de la colección de Cuadernos del Sur -que edita la UNS- se presenta el domingo a las 17 en FerroWhite. Emilce Heredia Chaz, licenciada en Historia y compiladora de la obra, pasó por el estudio de FM De la Calle.
La propuesta “se enmarca dentro de un proyecto de extensión universitaria donde se propone abordar la historia local y regional y que los conocimientos que se generan en la UNS sirvan de material para docentes de nivel secundario. Los cuadernos son trabajos colectivos y se organizan en dos partes: la primera es el núcleo principal problemático y la segunda propone actividades […] para despertar en el aula más sentidos”.
El núcleo duro de este sexto cuaderno es la cuestión neoliberal. “La ventaja de afrontar problemas complejos [de la historia argentina] desde lo local es que a los estudiantes les vuelve más cercano esos problemas y tiene el potencial de que se cuestionen el territorio donde viven, el cual tienen más posibilidades de transformar”.
“La perspectiva de la historia desde ese marco trata de deconstruir ciertos momentos fundacionales desde los cuales los sectores hegemónicos cuentan la historia de la ciudad. Siempre problematizando pasado, presente y futuro, entendiendo que la historia es todo eso al mismo tiempo”.
Sobre las distintas fundaciones mencionó que “la primera fue en 1828 con la instalación del fuerte en territorio indígena, la segunda habría acontecido a fines del siglo XIX (y principios del XX) a partir de inversiones inglesas con las que se construye el puerto y el ferrocarril”.
“Esta tercera de nuevo estaría en manos de inversiones extranjeras, que siempre aparecen sin sujeto, nunca se nombra a las corporaciones transnacionales. […] A mediados de los ‘90 desde el municipio hablaron del ‘Plan Estratégico Bahía Blanca’, a partir de ahí, generaron la promesa de un futuro de grandeza, de progreso y desarrollo para toda la ciudad, un discurso que silenciaba el momento que se vivía en la ciudad”.
“El ‘aluvión de inversiones’ estaba generando a partir –y a pesar– de todo lo que se estaba construyendo: la privatización de los ferrocarriles, el desguace de muchas empresas y entidades estatales con un saldo de desocupación enorme que generó alrededor de 4000 despidos”, explicó.
Heredia mencionó que recuperaron el trabajo de Valentina Riganti sobre la explotación sexual de Bahía Blanca en ese contexto, “entendiendo que así como la ciudad es un centro económico en términos del flujo de bienes comerciales también lo es en términos de circuitos de trata y prostitución de mujeres”.
En relación a los conflictos socioambientales, remarcó que el flujo de inversiones extranjeras “tuvo su punto más álgido cuando ocurrieron los escapes del año 2000 en el Polo Petroquímico, al ver las asambleas, piquetes y respuestas que se generaron por parte de la sociedad”.
Una de las características del ‘discurso de la globalización’, que se puede ver en discursos como los del Banco Mundial, es que son procesos de cambio sin agentes. “Parecen cambios inevitables, que se nos vienen encima. Sin embargo los actores aparecían en términos de quién debía responder ante estos cambios: nosotros tenemos que responder, adaptarnos”, explicó Heredia.
Jaime Linares, intendente en ese momento, dijo el 11 de abril de 1998: “La cuestión es aceptar estos cambios espectaculares que hoy se notan en el perfil urbano y de las costumbres. Lo peor que podemos hacer es quedarnos en la nostalgia trágica derivada de una etapa pasada que ya no volverá”.
Sobre el consenso para el progreso de una ciudad, aseguró que una peculiaridad de los procesos de planeamiento estratégicos es que “se llama a lo participativo, pero ves la diversidad de actores –una corporación transnacional frente a una sociedad de fomento– y uno se pregunta hasta qué punto es posible (en términos de igualdad, de relaciones de poder y del conflicto que es parte de esa relación social).
Al consultársele si considera que el proceso de la tercera fundación continúa o terminó, aseguró que “no tiene una respuesta unívoca, no está bueno decir que ‘es todo lo mismo’ o ‘es todo diferente’ sino preguntarse por los movimientos de cambios y continuidades. Cuando se analiza ese espacio productivo donde se radicó todo ese cúmulo de inversiones extranjeras en los ‘90, Bahía Blanca fue la ciudad de la provincia que más inversiones recibió en ese momento y, aún con un Estado que redistribuyó más, esas empresas siguieron creciendo”.
Según Heredia, lo único que cambia en relación a la renta que sale de actividades extractivas es “que en un momento se reparte un poquito más o un poquito menos, pero eso no afecta el cúmulo de ganancia de esas empresas”.
Días atrás, el intendente Héctor Gay brindó un discurso muy similar al de Linares en el marco del aniversario de la ciudad. La historiadora comentó que “es muy fuerte ver esa continuidad a lo largo de las sucesivas fundaciones […], que ciertas características de ese discurso siguen vivas: la ideología del desarrollo, la cuestión que siempre está pateada a futuro, que la respuesta siempre va a venir de afuera”.
Parecería ser que “Bahía Blanca es una ciudad que se tiene que entregar a los mercados globales para lograr ese progreso, y eso lo va a posibilitar el puerto o el polo. Esa ideología del progreso en desarrollo es algo muy fuerte en esos relatos históricos forjados en sectores hegemónicos”.