“Este momento sirve para que la sociedad pueda revalorizar a la enfermería”

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Elba Mansilla es jefa de una de las áreas de Enfermería del Hospital Penna. Egresada de la UNS, ejerce la profesión hace doce años y le toca estar “de los dos lados del mostrador” en medio de la pandemia de coronavirus. El viernes pasado terminó su internación en el Hospital Interzonal y hoy espera, aislada en su casa de Punta Alta, los resultados que confirmen su recuperación.

En el marco del Día Internacional de la Enfermería atendió a FM De la Calle y describió las condiciones de trabajo, cómo se planificó la atención a personas contagiadas y cómo fue su propia experiencia tras contraer la Covid-19.

La fecha alusiva a la labor de enfermeras y enfermeros fue designada para reivindicar a Florence Nightingale, profesional que promovió el lavado de manos como principal medida higiénica para disminuir la tasa de mortalidad de soldados hospitalizados durante la guerra de Crimea.

“Enfermería está las 24 horas del día al pie de la cama. Es la que trata de satisfacer todas las necesidades, alimentación, medicación, contención emocional, valoración del estado crítico -afirmó en relación al trato con personas infectadas-. En esta circunstancia de aislamiento se trata de organizar las tareas para ingresar la menor cantidad de veces pero estamos constantemente. El esfuerzo por tratar de que la humanización no se pierda, es increíble”.

Mansilla destacó el abordaje del nuevo virus desde el trabajo interhospitalario: “A finales de enero comenzamos desde el Departamento y Servicio de Enfermería a trabajar con las enfermeras que pertenecen al Servicio de Infectología. Empezamos a capacitarlas. Luego comenzamos a trabajar más concretamente sobre la obtención de recursos materiales, sobre la reorganización del hospital, hicimos una reorganización edilicia de circulación, la redistribución del sistema humano, tuvimos que ver cómo hacíamos con el recurso que teníamos”.

“En todas las áreas se designaron unidades o habitaciones solo para eso. No se comparte habitación ni baño, solamente es para la persona que está infectada. En el caso de cuidados críticos se dividió la sala en dos, un lado es área Covid y el otro área no Covid. Esas áreas tiene circulación independiente, médicos, enfermeros, limpieza, están designados para cada área y no se cruzan”.

Consultada sobre cómo transitó la enfermedad mencionó que “fue bastante súbito, el 25 de abril comencé con síntomas, inmediatamente le informé a la jefa del hospital, me realizaron el hisopado y al otro día me dieron el resultado. Quedé internada en el área de Emergencia, luego tuve el alta hospitalaria. En casa se agudizaron los síntomas, me internaron en el Eva Perón de Punta Alta porque yo vivo acá y después me trasladaron al Penna”.

Comentó que “se me hizo un poco largo cuando empezaron a aparecer complicaciones, estaba físicamente muy decaída, con cansancio generalizado, tuve bastantes episodios de fiebre. Todavía no tengo el alta, se contabilizan 14 días a partir de que se dejan de tener síntomas y se hace un nuevo hisopado”.

Mansilla aseguró: “Fue un mal trago, me va a marcar de por vida, sirve para que la sociedad pueda revalorizar a la enfermería, que podamos posicionarnos y que desde las autoridades sanitarias puedan dirigir políticas donde el enfermero sea un integrante clave porque el aporte que puede hacer es muchísimo”.