¿Las políticas sobre violencia de género se fueron al pasto?

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(Por Paula Ércoli) Nuestra ciudad en los últimos días fue epicentro de casos de violencia en los cuales las principales víctimas fueron mujeres. Las organizaciones feministas y de mujeres buscaron expresarse sobre esta realidad este jueves en la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante.

Pretendían exigir al intendente que “las políticas públicas se amolden a las necesidades imperantes” y que, tanto la máxima autoridad como sus funcionarios/as aplicados a la tarea de elaborar políticas públicas en materia de género y violencia hacia las mujeres se expresen ante estos hechos.

Héctor Gay finalmente suspendió su discurso –según el presidente Nicolás Vitalini “no estaban dadas la condiciones de seguridad” en el recinto-, habló en medios amigos y publicó horas más tarde la lectura frustrada en la página del municipio.

En el texto afirmó que en el último año dieron respuesta  “a una problemática que lamentablemente se ha ido extendiendo: la violencia de género”. Sin mención a las víctimas, destacó en su mensaje digital la presencia del “centro especializado para alojar víctimas de esa violencia” junto con la promesa de mayor capacitación en la materia para los agentes policiales. Mayor compromiso y responsabilidad por parte de su gestión y punto. Siguientes temas: narcotráfico, nuevas inversiones y la “situación de los menores”.

Punto y aparte: nuestra lucha

El 2º Paro Internacional del 8M movilizó a más de 700.000 mujeres, lesbianas, trans, travestis. La construcción de este hecho político alrededor del mundo es un dato de la época y el crecimiento exponencial del feminismo es la prueba más fehaciente. Bahía Blanca no fue la excepción y la movilización trajo consigo el análisis de lo que el municipio está haciendo en materia de violencia de género.

Difícilmente se puedan analizar, balancear o monitorear, como lo propone la Ley 26.485, las políticas públicas en este tema si no hay derecho al acceso a la información o diálogo de la sociedad civil con lxs funcionarixs que están para tomar esta tarea.

En nuestra ciudad contamos con la Dirección de Políticas de Géneros, un estamento del organigrama municipal al cual la organización del Paro le demandó esclarecimiento respecto a la proyección de sus políticas y a la asignación de recursos económicos para implementarlas, dos ejes fundamentales para pensar si la violencia que sufren las mujeres y colectivos disidentes es prioridad política en la gestión de Cambiemos. Hoy, ante estos hechos, el punto cobra más fuerza.

2018: sin novedades en el frente

Para este año no se prevén cambios trascendentales de políticas públicas en materia de violencia de género. Por un lado, se propone la continuidad del nuevo Hogar de Protección Integral para las Víctimas de Violencia de Género inaugurado en septiembre del año pasado con una capacidad para 20 personas incluidos los hijos/as de estas mujeres, en caso de que sean madres.

Este dispositivo fue financiado con el Fondo de Fortalecimiento de Seguridad, partida provincial gestionada por la Secretaría de Seguridad municipal y se articuló con la Red de Hogares de la Provincia. Sin embargo el dispositivo hasta el momento no cuenta con el diseño de una propuesta de formación continua y anual en materia de violencia, fundamental para elevar el nivel de atención de las preceptoras y profesionales que trabajan allí y para contrarrestar cualquier perspectiva de trabajo acotada, que intente equiparar “seguridad ciudadana” con violencia hacia las mujeres.

Además, el refugio -según el relato de mujeres víctimas de violencia- presenta otra dificultad: se desconoce su funcionamiento, sus protocolos de atención y hasta en algunos casos su existencia. Para 2018 el municipio no desarrolló una política de comunicación externa disponible que les permita a estas mujeres considerar el dispositivo como una herramienta al alcance de la mano en situaciones de emergencia. En 2017, según el Informe de Gestión Municipal, sólo 125 mujeres pasaron por el refugio, número reducido si consideramos las casi 700 consultas por denuncia que registró para el último trimestre la Red Local de Violencia de Género.

Promover, servicio de atención y acompañamiento en situaciones de violencia que ya tiene 15 años de funcionamiento; la realización de charlas y seminarios y la presencia del Consultorio Inclusivo para la población trans y travesti, son algunas de las políticas que continúan vigentes para este año. Respecto a esto último poco se conoce, no cuenta con una difusión específica para su real utilización y tampoco figura en el Proyecto de Presupuesto 2018, donde se asignan recursos al Hospital Municipal de Agudos Leónidas Lucero, entidad de salud pública donde funciona el consultorio.

Este año, por lo que se puede observar en el Proyecto de Presupuesto 2018, se incluirían en materia de violencia de género más programas de inserción laboral para jóvenes, mujeres e integrantes de la comunidad LGTBIQ y la creación de la “Casa de Mujeres alrededor del fuego”, espacio de contención para mujeres con dificultad en la crianza. Sin embargo, no hay especificaciones respecto a cómo se ejecutarían estas iniciativas y qué recurso económico se destinaría. Como en todo presupuesto si no hay recurso asignado con una procedencia específica se dificulta constatar la gestión real de la misma.

Presupuesto 2018

Las políticas públicas son gestionadas y sostenidas con recursos económicos asignados; el movimiento feminista desarrolló en los últimos años marcos teóricos económicos que permiten analizar la gestión gubernamental desde su perspectiva ideológica, ponderando cómo esto afecta a la designación de recursos. Es decir en la distribución de partidas presupuestarias se puede analizar que tan presente o ausente está la perspectiva de género.

En Bahía Blanca la situación es particular: se cuenta con una Dirección de Políticas de Géneros pero sin presupuesto propio; a pesar de las promesas 2017 esta situación no se modificó. En el documento presupuestario presentado ante el Concejo Deliberante en enero del corriente año, aparece en su redacción la voluntad de considerar la “jerarquización de la Dirección de Políticas de Género”; sin embargo no hay presupuesto integral de la entidad sino asignaciones dispersas y no vinculadas.

Además, y aquí aparece parte de la falta de perspectiva de género, en 379 páginas la palabra ´mujeres´ aparece sólo 6 veces y la palabra ´género´ sólo 4. Este dato no es menor sino que es una herramientas más que nos permite ver los lineamientos generales del gobierno municipal y a quién están apuntados.

Por otra parte, la discusión del presupuesto se encuentra atravesada por la Declaración de Emergencia Pública en Materia social de Violencia de Género, refrendada el año pasado por el HCD de nuestra ciudad. Esta ordenanza permite la reasignación de partidas presupuestarias en caso de ser necesarias, sin embargo luego de su aprobación no existen novedades que expliquen para qué se la solicitó y dónde se va a utilizar. Punto central de los reclamos del documento construido por las organizaciones feministas y de mujeres para la apertura de sesiones del HCD.

El acceso igualitario a los recursos del Estado se construye promoviendo presupuestos que contemplen la situación de desigualdad entre varones, mujeres y disidencias sexuales. Por lo tanto, si esta situación no es contemplada, se reproducen las desigualdades. Esto se agrava aún más si quienes fueron electos para representarnos, no dimensionan la vocación que el feminismo y los movimientos de mujeres promueven para gestar cambios culturales positivos.

Es el caso del intendente Héctor Gay y de Ricardo Margo, secretario de Cultura cuando consideraron en un programa radial local que las mujeres “se están yendo al pasto” cuando denuncian situaciones de abuso, catapultando estas afirmaciones como una “reverenda estupidez”.

Nuestra sociedad está cambiando y parte de estos cambios son los frutos de la historia del movimiento de mujeres, si la clase política gobernante y otras también, no quieren apuntarlo en sus agendas, el feminismo creará nuevas formas para exigir que las desigualdades se visibilicen y atiendan y que las políticas públicas sean efectivas y adecuadas. Sino seguiremos siendo epicentro y nuestros gobernantes, lxs responsables.