“Cuando tres compañeros te contaron que le cortaron la luz o el gas, en realidad tenés 20”
Susana Sánchez, referenta barrial de la Corriente Clasista y Combativa, visitó el estudio de FM De la Calle para relatar cómo organizan el trabajo territorial en el marco de la crisis social y económica. Reflexionó sobre las problemáticas locales, la “batalla cultural” que pretende instalar el gobierno y “el clasismo social que nos marca de por vida”.
Sánchez contó que en la CCC “todos hacemos un poco de todo, cuando yo empecé a militar en esta organización, siempre digo que algo que me sorprendió fue lo horizontal que son, la convicción de que desde una olla, desde una escuela y donde vos estés podés participar de la política, que eso que vos vivís todos los días es política, aunque no queramos es política. Hacemos un poco la parte técnica, por decirlo de alguna manera, ese estar en la Muni, a veces ir a hacer esto de los alimentos, que lleguen en tiempo y forma. Nosotros en la organización tenemos tres cooperativas, una de reciclados, una de agricultores, y tenemos la nuestra que es la textil, que está en Cerri”.
“Nuestro objetivo es generar trabajo y poder estar habilitados para que otros puedan generarnos ese trabajo”.
Sánchez integra un taller textil que funciona como cooperativa con alrededor de 40 trabajadoras. “Arrancamos cinco compañeras, hoy somos cuarenta, es un número re importante para un pueblo. Tenemos ahí el taller textil, en su momento arrancamos haciendo frazadas recicladas con jean y después fuimos aprendiendo a hacer de todo, creo que uno cuando milita los barrios desde el lugar que lo hacemos nosotros, es un constante trabajo porque a veces no alcanzan los recursos y vos podés estar en una mejor realidad para conseguirlos o no, pero es eso, es pelearla todos los días, nosotros decimos siempre el lema, luchar sirve, nosotros hemos visto los resultados de que luchar sirve”, explicó.
Según relató, en un día habitual se ocupan de tareas como “la actualización de datos de los jubilados, estás con lo de la garrafa, estuvimos con lo del Día del Niño, estás con el tema de que no llegan con el alquiler, esto de que tenés que empujar a la compañera en un sistema que nos está comiendo crudos, porque a nosotros se nos paralizó lo que cobrábamos”.
Sobre la relación de la organización con la Municipalidad, apuntó que antes “he ido en forma individual por alguna cuestión y yo nunca pude llegar a ningún lado. No llegaba, no cruzabas, y yo creo que eso es algo que hay que reconocer”.
“Bahía Blanca el 16 de diciembre pasó por algo histórico, fue algo que recordarlo me angustia, nosotros salimos al día siguiente, fuimos a ver las compañeras, porque tenemos muchas compañeras que viven en White, un lugar muy atravesado por esto, porque está cerca del mar, porque implica toda esa situación. El 16 de diciembre, dos días después, o tres días después, el presidente de la Nación estuvo acá, no nos ayudó, arréglensela como puedan para salir adelante fueron sus palabras textuales, y cumplió”, afirmó.
Seguir luchando hasta el final
“Yo siempre digo que hay una mentalidad de nosotros que tiene que cambiar y es creer que el que va a un merendero, a un comedor, va porque quiere, es fácil, quién no, si a mí me cocinarían, porque somos crueles a la hora de opinar. Cuando uno cambia la cabeza entiende que cuando tres compañeros te contaron que le cortaron la luz o el gas, en realidad tenés 20, yo siento que esa es la realidad. Es triste porque no hay un plan que te lleve a amortizar o te ayude a esta situación. Mientras nos podamos organizar y seguir luchando hasta el final, esa es nuestra mentalidad”, reflexionó.
“Yo no entiendo el pensamiento de, si pagaba 10.000 pesos de luz era una mentira, qué linda era la mentira, porque yo estoy cansada que el sistema me diga qué leche puede tomar mi hijo, qué zapatillas le puedo comprar, cuánto tiempo tiene que usar el pantalón, o si se lo compro nuevo, si se lo compro en la feria, esa realidad que nosotros le ponemos al hombro a una persona y no es más que nuestro clasismo hablando, que si vos ganás 5, vos no podés tener una tarjeta y comprarle el par de zapatillas que tu hijo quiere, o comentarios como ah, no estás tan mal, le compraste un regalo para el día del niño, esas cosas que son puro clasismo que nos carcome por dentro y nos marca de por vida”, añadió.