El oficialismo no dio votos para tratar proyecto de protección a trabajadores de la cultura

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(Por Astor Vitali) Ayer, sin mayores repercusiones, tuvo lugar una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante de Bahía Blanca, en la que hubo la posibilidad de tratar políticamente la situación de los y las trabajadores de la cultura de nuestro partido. El oficialismo decidió no tratar el tema. La total desprotección hacia este sector actúa en correspondencia con lo que la funcionaria del Instituto Cultural, Morena Rosselló, viene haciendo en materia de políticas públicas: nada.

De la sesión trascendió con mayor repercusión la declaración de Emergencia Alimentaria aprobada por unanimidad, lo cual constituye una acción sin versión contrafáctica posible: la emergencia es un hecho evidente y, por ende, existe tanto se vote o no. Las emergencias permiten que los mecanismos económicos previstos para la aplicación de presupuestos se flexibilicen y, de esta forma, el poder ejecutivo municipal arbitre los medios para asignar recursos con mayor celeridad y menor burocracia hacia la materia de la emergencia; en este caso, la alimentaria.

En cambio, el proyecto de resolución solicitando “al Departamento Ejecutivo la continuidad del programa ENVION y renovación de contratos, talleristas y becarios” presentado por el Frente de Todos, no tuvo la mismo suerte. ¿Por qué? Porque los y las concejales del oficialismo, dirigidos por el intendente Héctor Gay, no dieron los votos para su tratamiento.

Durante la sesión no hubo debate, por lo que debemos remitirnos a los proyectos en sí mismos para reproducir de qué iba la propuesta.

En este sentido, el no tratamiento del proyecto sí da un lugar a un ejercicio contrafáctivo. ¿Qué hubiera pasado de haber sido aprobado? Al menos se hubiera garantizado el tratamiento serio, dentro de un marco normativo, de la angustiante situación que atraviesan cientos de trabajadores de la cultura y, asimismo, hubieran sido apuntalados los derechos culturales de la comunidad.

El proyecto solicitaba “al Departamento Ejecutivo que garantice la continuidad del programa ENVION, de los talleres dependientes del Instituto Cultural y de la Dirección de Inclusión y Discapacidad adecuando los objetivos, las modalidades y las tareas realizadas de las y los trabajadores talleristas al contexto de la crisis generado por la pandemia del Coronavirus – COVID 19”. Juntos por el Cambio no permitió su tratamiento.

A su vez, requería “la renovación automática de todos los contratos, talleristas, PRENOM y becarios municipales. De la misma forma garantizar la continuidad laboral de las y los miembros de la Orquesta Escuela Municipal Infantil y Juvenil Barrio Miramar y de la Comedia Municipal de Bahía Blanca”. Juntos por el Cambio no permitió su tratamiento.

Por otra parte, el proyecto también instaba “al Departamento Ejecutivo a la elaboración urgente de un programa de apoyo y acompañamiento económico dirigido a los trabajadores y trabajadoras de la Cultura en el marco de la pandemia del Coronavirus – COVID 19 y se evalúe la factibilidad de la puesta en práctica de un ´Plan de Contingencia Psicológica en Contexto de Emergencia´ para la creación de contenidos artísticos”. Juntos por el Cambio no permitió su tratamiento.

Por último, el proyecto solicitaba al “Departamento Ejecutivo que arbitre todas las medidas necesarias a fin de garantizar el cobro en tiempo y forma de todos los contratos, becas y programas referidos en el artículo 2° de la presente resolución”. Juntos por el Cambio no permitió su tratamiento.

Continuando con el ejercicio contrafáctico, en otra dimensión donde el gobierno manifestara interés por la dignidad humana de la ciudadanía en su conjunto y donde los y las ediles que ejercen el oficialismo de ese gobierno gozaran de alguna instrucción cívica, quienes se dedican a reparar lo que destruyen la clase que representa Héctor Gay, habrían sentido que contemplados sus derechos básicos. En otra dimensión donde este proyecto hubiera sido aprobado: la ciudadanía de Bahía Blanca habría contado con un plan de contingencia sicológica (contenidos gratuitos elaborados por artistas de su localidad, diseñados en conjunto con la Secretaría de Salud en contexto de aislamiento); cientos de trabajadores precarizados hubieran podido alimentarse, comprar materiales de higiene, evitado la profunda amargura, estrés y situaciones traumáticas por las que pasan; miles de niños y de niñas hubieran accedido a contenidos originales, abonando al cumplimiento del aislamiento con incentivos de salud mental; miles de adultos mayores se habrían sentido acompañados por su comunidad a través de contenidos creados para su acompañamiento; los y las talleristas se habrían encontrado en una tierra en la que sus derechos laborales no sólo existen sino que además son respetados por los funcionarios de gobierno que velarían por el cumplimento de las normas legales (comenzando por la constitución); los y las talleristas que han puesto el cuerpo en situación sociales adversas de la que no son responsables (y cuyos responsables gozan de recursos económicos para no preocuparse de su suerte en su cómodo aislamiento) y sin embargo, de la que se hacen cargo desde iniciativas virtuales, verían el legítimo reconcomiendo social por su trabajo expresado en su continuidad laboral, en lugar de verse amenazados con no tener su ingreso y hasta obligados a romper la cuarentena por hambre; el sabor amargo de vivir en contexto de pandemia se vería amilanado por la sensación de que quienes gobiernan la ciudad están enfocados en protegernos.

En cambio, la decisión política de Juntos por el Cambio en Bahía Blanca durante la sesión de ayer golpea de manera fáctica e irreversible. La incapacidad política y la irresponsabilidad económica no miden las consecuencias de difícil reparación que tendrá esta posición política del oficialismo. Nuevamente, para las huestes amarillentas conducidas por empleado del mes en ejercicio de la intendencia municipal, fuera de sus intereses de representación de los suyos, de la gente bien y con departamentos céntricos y casa en Monte, el resto sobra o es parte de la población de segunda que, claro está, puede esperar.

Foto: HCDBahíaBlanca