“El prohibicionismo permite el narcotráfico y que la gente no tenga información sobre qué está consumiendo”

A un año de la intoxicación y muerte de personas en el barrio Puerta 8 por consumo de cocaína modificada la médica Belén Ferro Moreno dijo a FM De la Calle que “no hubo grandes avances respecto a la situación”.

Afirmó que pese a la “alerta epidemiológica no hubo una política real, tenemos que pensar cómo acompañar como Estado para evitar lo que sucedió”.

La reducción de riesgos y daños es un abordaje de un conjunto de políticas programadas de droga que se basa en reconocer que la sociedad consume sustancias con fines psicoactivos más allá del prohibicionismo.

Apunta a minimizar las consecuencias adversas que pueden ocasionar daños a la salud de las personas y a la sociedad.

“Pese a que tenemos la ley de abordaje problemático de sustancia, no tenemos un financiamiento ni políticas reales aplicadas. Estamos pidiendo educación, espacios de prevención secundaria y un abordaje pertinente. La ley de Salud Mental tiene en su marco regulatorio el consumo de sustancias pero no hay financiamiento”, expresó la doctora.

Además, explicó que “si tenemos que contarle a la gente sobre las políticas de droga, cuesta mucho porque tenemos el prohibicionismo. La lógica es la misma, pensar que porque prohibimos algo eso no va a suceder y la realidad es que justamente es lo que genera más daño y muerte. La gente consume de manera experimental”.

“Hoy las políticas de reducción de riesgos y daños están dadas por personas individuales o asociaciones civiles que se dedican a esto, las podemos ver en eventos masivos o redes sociales”.

El Índice Global de Políticas sobre Drogas es una herramienta singular que documenta, mide y compara las políticas referidas a drogas a nivel nacional y asigna a cada país una puntuación y clasificación que muestra la proporción de sus políticas sobre drogas y de la implementación de las mismas.

Está armado por el Consorcio de Reducción de Riesgos y Daños, el cual tiene sociedades civiles y académicas de más de 30 países y entre ellos se analizó Argentina.

“Estamos en el número 19 teniendo en cuenta que el primero es mejor. Tenemos dos ejes que están mal, la proporcionalidad de las penas y el uso y el otro tiene que ver propiamente con las políticas de reducción de riesgos y daños, en relación al financiamiento y el tratamiento”, afirmó Ferro Moreno.

¿Cuál es la situación a nivel local?

En Bahía Blanca, con respecto a la reducción de riesgos y daños, “hemos hecho actividades en la universidad, charlas y generamos espacios de difusión para naturalizar el consumo de sustancias. Aún así tampoco hay una política real a nivel local, no hay información sobre a dónde acudir”.

Ferro Moreno expresó que “a nivel nacional lo más cercano que existe es el Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN), un pequeño paso contra el prohibicionismo. La puerta de entrada a otras drogas es el dealer, si vos tenés la planta en tu casa y conoces lo que vas a consumir, es una política de reducción de daños”.

“Necesitamos que se den varios cambios que no se están dando, con la Ley de Estupefacientes y con un avance de un estado presente. Se ha demostrado que desde esta perspectiva disminuye el consumo y las problemáticas alrededor”.

Noticias relacionadas