“Estamos en un proceso de declive de la absorción de trabajo calificado”
Un estudio relevó información sobre el vínculo entre la formación de la fuerza de trabajo calificada, las personas que están en edad de trabajar y lo que solicitan los empleadores en el sudoeste de la provincia. Una de sus impulsoras, la economista, docente e investigadora Valentina Viego, visitó el estudio Heinrich y Loyola.
“Tenemos la primera parte del resultado que es el diagnóstico, es bueno. Tenemos qué hay en cada región, cuáles son las actividades productivas que generan empleo calificado, no nos dedicamos al trabajo no calificado, por ejemplo, el comercio y servicios tipo reparto, que ahora ha crecido el empleo en esos sectores, pero el reparto de mercaderías o el transporte de personas en vehículos como Uber o como cualquier plataforma, esos quedaron afuera”, detalló Viego.
“Estamos en un proceso de declive de la absorción de trabajo calificado. Han aparecido nuevas actividades que requieren trabajo calificado, como por ejemplo la informática, el sector de software, pero no llegan a tener el mismo tamaño, el mismo volumen, la misma envergadura que la que tenían antes los sectores más tradicionales. Además porque es un sector más difícil de estudiar, porque no está visible, no los vemos tampoco”.
La investigadora refirió que se hizo una clasificación en grupos de los sectores que generan empleo. “Son tres grandes, uno son los tradicionales, ligados a la agroindustria y al polo petroquímico acá pero también en la región a la agroindustria y en la región tenemos dos actividades muy peculiares que son la producción de calzado y la producción de cartón, son actividades diferentes de la tradición que tiene la región, pero son importantes porque generaron sobre todo en la década del 80 mucho empleo, en los 90 empezaron a declinar, tuvieron un repunte hace unos años atrás en el 2008-2009 y otra vez ahora están en una fase de resistencia, llamémosle, pero esos serían los sectores tradicionales”, explicó.
“Luego están los sectores que han crecido en el último tiempo, ligados a energía, a la instalación de molinos eólicos con el programa RenovAr y una tercer parte, un tercer grupo de actividades que nosotros llamamos estratégicas, no tanto porque generen mucho empleo o porque ha crecido el empleo, sino porque han recibido algún tipo de fomento, apoyo, impulso a través de programas, algún tipo de política, plan que los ha tratado de impulsar”, puntualizó Viego.
Acerca de la formación, la economista apuntó que las calificaciones “se pueden adquirir por dos grandes vías, o por la educación, por estudiar, tomar cursos o por la experiencia, aprender haciendo. En general, la mayor parte de las actividades que tenían asiento en Bahía Blanca y en la región, históricamente han tenido ese tipo de calificación, básicamente por la experiencia”.