“Gasoducto al paraíso: la estructura offshore del grupo Techint en Uruguay”

Investigadores estudiaron la triangulación de dólares para evitar impuestos por parte del Grupo Techint, que estuvo involucrado en la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner. Gustavo García Zanotti y Alejandro Gaggero, economistas, explicaron que el método más común para lograrlo son las “empresas cáscara” radicadas en Uruguay.

Zanotti, economista, docente de la Universidad Nacional de Rosario e investigador destacó en FM De la Calle que el gigante mediante las ramas de Ternium y Tenaris y Usiminas -sus brazos siderúrgicos-, impulsó la puesta en funcionamiento del gasoducto a través de la construcción de caños.

El informe, titulado “Gasoducto al paraíso: la estructura offshore del grupo Techint en Uruguay”, analiza las ramas de negocio, en las cuales se ha involucrado la construcción del gasoducto está involucrada la empresa multinacional Techint de origen ítalo-argentino.

“Encontramos una serie de empresas radicadas en Uruguay, en Montevideo, pertenecientes al grupo en sus distintas ramas”, aseguró.

El especialista sostuvo que son 14 las empresas radicadas en ese país y que el objeto de estudio fueron los números contables.

“Lo que hemos visto es cómo funciona la internalización financiera. Son empresas tipo cáscaras, no tienen ninguna función productiva o comercial en el valor producido sino que están vacías por dentro, no tienen capital fijo, no tienen empleados”, explicó.

La función principal que se les adjudica es el traslado de ganancias producidas en países como Brasil o Argentina donde sí se opera productivamente.

En Uruguay hay regímenes especiales en términos tributarios por lo que se pagan impuestos ínfimos como el que grava a las ganancias que es del 0,75% mientras que en nuestro país es del 35%.

“Se puede hacer de muchas formas. Una de las más usadas es lo que se denomina el comercio intrafirma, es decir, Techint le vende a Techint y de esa forma traslada ganancias de un lugar a otro”.

Una opción es realizarlo mediante la subfacturación de exportaciones, es decir, una parte Techint Argentina le vende más barato del valor de mercado a su par uruguaya y luego esta, perteneciente al mismo grupo, vende a precio pleno.

“El problema tiene que ver con la planificación fiscal de las empresas. Ganan en la diferencia entre la compra y venta de la mercancía o préstamos intrafirma”.

Zanotti señaló que se sorprendieron porque “las cáscaras” facturan allí por U$D 7.400 millones, involucrando negociados de traslados de ganancias que representan esa dimensión.

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