Guillermo Martínez: “Mientras hablan de los niños pobres del Chaco compran aviones militares”
En la inauguración de la 48º Feria del Libro se realizaron fuertes críticas a la ausencia gubernamental y al vaciamiento de las instituciones culturales. El escritor dijo a FM De la Calle que el gobierno Nacional “tiene una especie de fantasía fascista de que en todas las instituciones públicas hay socialistas o filo socialistas que hay que aplastar”.
“Hay una estrategia clara de sembrar la duda de que hay corrupción en todos lados y eso basta para que no se entregue el presupuesto para distintas áreas. Están en una embestida contra todo lo que identifican como enemigos en la batalla cultural. Tienen una especie de la fantasía fascista de que en todas las instituciones públicas hay socialistas o filo socialistas que hay que aplastar”, dijo.
“No es una maniobra distractiva como uno hubiera podido pensar al principio, sino que están avanzando para tratar de acabar con la universidad pública, con el Conicet, con la ciencia en Argentina para llevar al país a una situación binaria en donde todo sea da plata o no da plata”.
En el discurso de apertura, la escritora Liliana Heker se preguntó “¿por qué esta intención manifiesta, por parte del gobierno, de menoscabar o suprimir toda institución o medio de comunicación que favorezca o divulgue el conocimiento, el desarrollo científico, la creación artística y la formación universitaria? Un intento de explicación que circuló cuando empezó a conocerse parte de estas medidas fue que habrían sido propuestas como una forma de distracción; para que pasaran a segundo plano otras medidas más pesadas, como podría ser la venta de nuestras riquezas naturales y empresas estatales, o la destrucción de la industria nacional y de las pymes en favor de los grandes monopolios”.
Martínez, por su parte, añadió que “desde que volvió la democracia nunca se vio un ataque tan despiadado y exhaustivo sobre todo lo que sea cultura, educación, salud pública, realmente es dramático cómo han avanzado en todos estos frentes sin importar a quién están pisoteando. Con una estrategia muy clara, la de sembrar la duda de que hay corrupción en todos lados y eso basta para justificar que no se entregue el presupuesto que tienen destinadas todas las áreas porque dinero hay”.
Tras la histórica movilización en defensa de las universidades nacionales, Martínez se manifestó “en contra de ir a discutir al terreno de ellos. Hay una cantidad de cuestiones que no se miden por el dinero inmediato ni a largo plazo. La educación gratuita, pública, obligatoria, laica, tal como la concibió Sarmiento es una manera de educar al soberano”. Agregó que “si lo único que te preocupa es la ley de la selva y que las personas más poderosas sean las que decidan cómo se va a dibujar la sociedad, esa es otra forma de pensar”.
“Hay en el fondo una batalla cultural planteada entre los que creemos que la salud tiene que ser para todos, la educación tiene que ser para todos y que hay otras cosas en la vida además del lucro, que existen las artes, que vale la pena tener cine nacional, tener literatura nacional, defender el libro, tener subsidios para la traducción de los libros argentinos al extranjero, toda una variedad de cuestiones”.
El escritor destacó que “ellos dicen pero no hay plata y los niños pobres del Chaco. Ahora, para los niños pobres del Chaco no hicieron una medida. (…) Es una discusión totalmente de mala fe: mientras hablan de los niños pobres del Chaco compran aviones militares, hablan de los niños pobres del Chaco y se aumentan los sueldos de los funcionarios públicos, los niños pobres del Chaco y le dan cargos millonarios a los troles de twitter, en fin, es claro que la última prioridad serán los niños pobres del Chaco. ¡Hasta quisieron enviar dinero a Israel para ayudarlos, como si necesitara más ayuda para aumentar el genocidio en Gaza! Los niños pobres del Chaco son una figura retórica para justificarse a sí mismos”, afirmó.