Médicos y dictadura

En su columna de FM De la Calle, el dr. Horacio Romano repasó el rol de los profesionales de la salud durante la última dictadura cívico militar eclesiástica.

“En 2012 una organización de Córdoba que se llama “Médicos con memoria’, plantea un número de gente vinculada a la salud (enfermeros, médicos, psicólogos, personal técnicos) que prestó servicios a las fuerzas armadas, entre 800 y 1000 profesionales de la salud, donde la mitad pertenecía a las fuerzas armadas y también, hasta 2012, había sólo 4 juzgados. En 2014 hubo 2 o 4 profesionales más juzgados”.

Romano destacó que “en todos lados siempre se cuentan historias, pero muchas veces no existen las denuncias concretas. Por otro lado, las organizaciones profesionales, las universidades, tampoco han hecho un mea culpa”.

“En Córdoba cuentan que directamente han usado salas de internación de obstetricia, los quirófanos, para los partos, han movilizado a un montón de gente que trabajaba en esas salas y que algo tienen que haber visto. También gracias a la responsabilidad de médicos y enfermeros es que se conoce la identidad de chicos y chicas que han sido apropiados. Aún queda mucha información pendiente respecto a la Marina, los vuelos de la muerte, y a quienes han estado trabajando con el pentonaval”.

“Lo que pone de relieve este informe es que la salud fue una de las patas -así como lo fueron la justicia y los empresarios- que ayudaron a los militares a hacer lo que hicieron”.

“No he visto que en los últimos 8 o 9 años se haya movido todo esto. Sí sabemos que en Bahía Blanca, en La Escuelita, por lo menos han sido denunciados Adalberti, Streich y Mariné. Estos últimos dos ya han fallecido, Mariné hace mucho, Streich cuando estaba siendo procesado cerca del año 2010, y queda Adalberti que junto al entonces enfermero Adalberto Bonini son 2 de los 38 genocidas que están siendo actualmente imputados en la Megacausa Zona 5”.

Tras la recuperación de la democracia, Humberto Luis Fortunato Adalberti se recicló como presidente de la Cruz Roja durante muchos años y “estaba avalado o al menos no cuestionado por muchas de las organizaciones profesionales de la salud”.

“Quienes están procesados o condenados son la punta del iceberg, hay una sociedad que se ha negado a blanquear estos temas. Se habla del rebrote del negacionismo, hay un sector importante de la población que ha sido y sigue siendo negacionista, lo que pasa es que no abría la boca porque era políticamente incorrecto y ahora se siente con más ínfulas como para poder hacerlo”, concluyó el médico.

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