“No solo acompañamos a las denunciantes, bregamos por el cuidado de las estudiantes”

Un grupo de trabajadoras de la Universidad Nacional del Sur se solidarizó con docentes que denunciaron a un profesor del Departamento de Humanidades por situaciones de violencia de género en el ámbito laboral.

(18/4 21:00) Por pedido del Colectivo de Mujeres de la UNS se quitó el nombre del agresor. La información será ampliada en nota aparte.

“Desde el 2016 colegas del Departamento de Humanidades y de Ciencias de la Educación vienen denunciando que están siendo violentadas por un profesor quien ha ejercido distintos maltratos, abuso de autoridad, sobre las mujeres”, contó a FM De la Calle Laura Iriarte, vicedecana y profesora del Ciencias de la Educación.

Comentó que cuando se plantearon las primeras quejas la UNS todavía no había establecido un protocolo de violencia de género. Una vez aprobado, “se conforma el comité que es el que dictamina en relación al sumario que se inicia al profesor por las características del protocolo. En este momento está siendo tratado en el Consejo Superior Universitario. Es por eso que salimos a visibilizar esta lucha y solicitamos que trate con la delicadeza correspondiente, con la seriedad con la que trabajan y que pueda expedirse de manera que contemple la situación de las mujeres violentadas. No solo de las que realizaron la denuncia, sino de las que no se animaron a hablar y de las estudiantes que han vivido algunas situaciones de violencia generadas por este profesor y que por temor a perder la materia, a tener que abandonar la carrera temores propios que sufrimos las mujeres al ser violentadas, no han hecho la denuncia”.

“La Comisión de Interpretación y Reglamento nos recibió la semana pasada como colectivo de mujeres, nos sentimos escuchadas y acompañadas por las autoridades de la UNS. Tienen que decidir cuál es la pena que le cabe, si es que cabe, tienen que analizar el sumario”, contó.

La docente afirmó que “el protocolo tiene tiempos, procesos, fue lento pero seguro, estamos diciendo que las primeras denuncias son del 2016 y estamos en 2022. Obviamente que para las colegas violentadas los tiempos son enormes pero se han respetado”.

Por último, Iriarte refirió que las víctimas “continúan haciendo su trabajo, con distintas situaciones que han vivido de toda índole, físicas psicológicas, económicas, se han visto afectadas por los maltratos. Mucho temor a cruzarse por los pasillos, en las calles de la ciudad. Cuando escuchas el relato de ellas te dan escalofríos porque son colegas de mucho renombre. Estoy convencida de que las situaciones que vivieron fueron de violencia y siguen siéndolo. Cuando esto se remueve, algunas de ellas ni siquiera se animan a hablar del tema, noches sin dormir, mucha preocupación, angustia y depresión, todas las consecuencias que vivimos la mujeres cuando somos violentadas”.

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