Revista científica ratificó estudio sobre cáncer en pueblos fumigados

La información fue arrojada por una investigación de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Rosario (UNR). Los datos se obtuvieron en un relevamiento en 8 localidades de Santa Fe. El médico y docente Facundo Fernández, uno de los autores, dijo a FM De la Calle que “la única medida que se puede tomar ante esto es la precaución”.

El estudio develó que la mortalidad por cáncer en jóvenes que viven en pueblos fumigados es 2,5 veces mayor que en el resto del país y que en personas de entre 15 y 44 años inclusive la probabilidad de morir por esa enfermedad es un 2,48 y un 2,77 mayor en mujeres y hombres respectivamente que en otras zonas de Argentina.

La zona evaluada es de explotación intensiva. “Desde la introducción de la soja resistente al glifosato en 1996, la agricultura ha sido uniforme en esta región como en la mayor parte del área pampeana”, dice el informe publicado en la Revista Clinical Epidemiology and Global Health.

“Esta discusión ganó la disputa del sentido común. Vos a un vecino de a pie si le preguntas si un agrotóxico o un plaguicida puede generar daños a la salud, hoy ya nadie te dice que no”.

“Las experiencias de producir sin veneno son múltiples y se están replicando en todo el país. Seguir sosteniendo un modelo productivo que dañe la salud de la comunidad aún sabiendo, es negligencia”, aseguró Fernández.

“Fuimos viendo que había relatos que se repetían”, refirió.

“Siempre nos hablaban de plaguicidas, fumigaciones, la exposición a los silos que había dentro de los mismos pueblos. En ese recorrido fuimos trabajando con las comunidades”.

“Desde diciembre de 2010 hasta diciembre de 2019, la evaluación final de la carrera de Medicina de la facultad eran los campamentos sanitarios. Todo un grupo de docentes y estudiantes iba y se instalaba en alguna localidad de la provincia de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, o Entre Ríos, que es donde se hacían estos campamentos y construíamos el perfil de salud”, explicó acerca de la metodología de investigación que aplicaban en un principio para recabar información que permitiera al gobierno una toma de decisiones.

En 2019, por decisión de nuevas autoridades que asumieron la conducción de la universidad, “la modalidad de examen cambió, pasó de ser un campamento sanitario a un examen oral y pensamos cómo podíamos seguir trabajando con las comunidades y aportándoles información”.

“La manera que encontramos fue sistematizarlo para poder construir información regional y ver verdaderamente si en localidades que tienen una similitud importante (…), tienen exposición a plaguicidas”.

“Lo que las comunidades muchas veces nos decían es que en determinadas instancias que les permitirían generar una normativa en la provincia de Santa Fe, productores y autoridades locales les decían que lo que ellos creían o decían no tenía respaldo científico”,  señaló. Pero esa situación cambió con la publicación.

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