UMSur: “Una experiencia genuina”

 

(Por Astor Vitali) Esta noche la asociación gremial que nuclea a quienes se dedican a la actividad musical en la región festeja sus diez años en el Teatro Municipal. Cecilia Epherra y Nicolás Fernández Vicente, integrantes de la entidad, reflexionaron acerca de las resonancias e impacto de este trabajo comunitario.

Esta columna cultural nunca tuvo pretensiones de objetividad. La objetividad es el nombre del velo que no nos muestra los intereses a los que responden quienes se dicen objetivos. Este columnista responde a los intereses de su comunidad y se declara abiertamente en contra de los intereses de los poderosos. Esta columna es felizmente parcial.

Desde ese lugar, más allá del trabajo periodístico de quien suscribe, se explica la participación en la organización gremial que nos ocupa en esta oportunidad.

En ese contexto, Nicolás Fernández Vicente y Cecilia Epherra, integrantes de la asociación gremial, visitaron FM De la Calle para reflexionar acerca del trabajo de este colectivo.

¿Qué significan decir: UMSur cumple 10 años?

Nicolás Fernández Vicente: Yo creo que significa en principio una experiencia genuina en el pleno sentido del término. Uno habitualmente cuando se incorpora a una actividad militante o se suma en un espacio de participación suele suceder que esos espacios preexisten. Nosotres teníamos la prexistencia de la asociación regional de músicos y afines del sur, rematada (a mediados de los noventa). Si bien no habíamos sido parte de esa experiencia, de alguna manera, sin conocerla demasiado nos hicimos cargo de esa historia también.

Ponerse a recuperarlo haciéndolo desde cero nuevamente. Estaba todo por hacerse, como una cuestión casi mítica. De la destrucción sobrevino el caos y ahora hay que organizar el asunto.

Por otra parte, también hacerse cargo desde el punto de vista que no hay que desconocer, en tanto que nos reconocemos como laburantes de la música, hacernos cargo de que aquel sindicato también dejó de existir por nosotres mismes.

Con un enorme esfuerzo, a pura acción política y colectiva hemos podido hacerlo realidad.

Cecilia Epherra: me parece que con la misma mirada sobre lo importante que es sostener las cosas. Porque así como en su momento no se sostuvo de esta forma profundamente genuina… diez años de sostener un modelo de gremio diferente que se intenta refundar la forma de hacer política desde la mirada de un sindicato, de una organización que pretende ser horizontal y diverso en los sentidos más plenos de la palabra.

Quienes laburan en relación de dependencia tienen una base más homogénea que nosotres que tenemos una cantidad de gente que trabaja en el circuito de la música y que no están en la misma condición porque trabajan en contexto precarizados. En el sector público y privado.

En ese contexto, con un gremio que además buscamos que sea diferente porque no quiere ser verticalista, porque quiere ser feminista, porque quiere ser regional, además tener una base diversa con la que se pueda sostener diez años, y los que lo caminamos hasta que tomó forma, es un montón en el sentido del laburo que lleva sostener además del fundar. Y en cómo eso ahora además se ve en un entusiasmo de la gente que lo festeja con nosotres y dice ¡qué lindo diez años de UMSur!

Con esta década de trabajo ¿qué cambió en la ciudad para el sector?

NFV: Lo que cambió en principio es el reconocimiento de la comunidad de la existencia. Pasó de ser una idea en construcción y una suma de voluntades a ser considerado en tanto la opinión referida a temas que son específicos pero también en el vínculo con un montón de otras organizaciones. Con un entramado de la comunidad de Bahía Blanca y también de la región porque así lo hemos desarrollado sobre todo en los últimos siete años.

Es importante para un gremio que nace siempre partiendo de algo que no dije antes: partiendo de necesidades. La creación no fue una idea de alguien que se le ocurrió una idea copada y que luego empezó a entrar gente. Eso habitualmente no dura tanto tiempo.

Así y todo los desafíos de los colectivos son siempre estar planificando más adelante del tiempo presente.

UMSur hoy no solo es una referencia en torno de la actividad sobre la que se nuclea sino también en función de otras problemáticas que tienen que ver con la vida en comunidad, en nuestras ciudades. Como un actor más validado por la comunidad que por las propias administraciones.

CE: en esa misma línea también, hay cada vez menos gente que se pregunta si somos trabajadores o trabajadoras. Porque también era algo que estaba costando por lo menos en el sector de las bandas más under, estaba muy naturalizado el tocar por dos mangos, el tocar por la birra. Y ahora ya hay una mirada diferente, yo creo que el gremio tiene todo que ver con eso y la instalación de los debates, más allá de lo estrictamente institucional, en cuanto a cómo circula esa conciencia colectiva. Además hay gente que va a escuchar y lo valora de otra manera. Se va instalando esta cuestión, eso tiene que ver en qué cambió.

Y también hay otra cosa que tiene que ver con lo intersectorial que fue abonando mucho a esto.

En los últimos años la precarización avanzó y la fundación de un gremio de estas características en esta región en particular me parece que le puso un freno a ese deterioro y hay como una reconstrucción de esa simbología y de esa referenciación de que somos artistas somos trabajadores y trabajadoras, gracias a que empezamos a pensarnos como colectivo y en el marco de lo gremial, en este caso.

Encuentro regional en Pigüé

En el camino de cualquier experiencia gremial hay sucesos que marcan, por la positiva o por la negativa. ¿Cuáles recuerdan?

NFV: por acá es la vía es el 10 de enero de 2020. En el sentido de que cuando un poder ejecutivo recién asumido, no importa cuál, intenta pasar la topadora sobre una acumulación histórica -no solo ordenanzas- de casi treinta años y, lo piensa en un momento donde cree que la gente está vacacionando, cómo frente al anuncio que se hizo en esa sesión del ocho al diez de enero, prácticamente no había tiempo concreto para que efectivamente se congregaran entre 400 o 500 personas en el concejo deliberante. Ahí hubo una sensibilidad que se despertó de gente que por allí estaba laburando fuera de la ciudad y volvieron para estar en ese momento e impedir ese atropello.

Quizá el ejemplo más emblemático es la recuperación de la orquesta Infanto Juvenil del Barrio Miramar, un ejemplo paradigmático, por lo menos desde mi punto de vista, en el sentido de que dentro de esos diez años de historia han sido al menos seis o siete los años en los que UMSur ha sido parte de ese proceso. Cuando digo UMSur me refiero a no a quienes nos toca estar ahora sino a toda la comunidad.

CE: yo me voy a colar en uno de esos recuerdos. El de Miramar. Una de las cosas que más me quedó en el cuerpo fue el abrazo a la salida del concurso para director y profe después de la lucha en que se había cerrado la orquesta. El momento en el que la plaza Rivadavia en el que los chicos y las chicas fueron a pedir que se reabriera con sus profes.

La expresión más clara de que eso era una construcción barrial, territorial y humana sólida y muy importante para sostener. Desde las imágenes y desde el cuerpo, digo cosas que me acuerdo que son una confirmación de que estamos haciendo lo que estamos haciendo por una cuestión muy importante y de peso. Ese abrazo llorando, pensando que eso era justo y era necesario, con todo el cansancio que tenían en el cuerpo los compañeros que habían estado remándola todo ese tiempo.

Otro momento que me acuerdo cuando hicimos los talleres en INCOB a partir de una propuesta que tenía que ver con que en el frigorífico tienen la escuela y apoyo escolar y empezaron a laburar como un punto fuerte la necesidad de la educación para repensar las formas en las que producidnos, trabajamos, sentimos, también pensaron en la cultura, en el arte, como una forma de pensar en estas nuevas construcciones, en una necesidad y pensaron en el gremio como una herramienta para construir eso.

Que nos convoquen e ir a laburar con los talleres de canto, de guitarra, después encontrarnos en las peñas es algo que también me parece que genera toda una cantidad de sensaciones y de reflexiones en torno a cómo desde los lugares en los que sectorialmente podría parecer ajeno son absolutamente transversales y generan también en lo intersectorial una cercanía desde la clase que genera otras posibilidades de vínculo y de construcción política.

Una posible lectura

 

La soledad es una sensación irremediable, junto con la angustia que viene de la mano a la propia existencia. Es también, esa soledad, un momento para pensarse a sí mismo.

Pero hay otras soledades que son peores, las sociales: trabajar en un lugar y sentir que se está ahí con cuerpos y con voces que no son nadie, sentir que se está solo o sola junto con otros, es una soledad peor que la que trae la angustia del domingo.

Tal vez, lo que cambió a partir de la existencia de UMSur, es que para quienes trabajamos en la música, probablemente, la soledad es apenas una materia prima para hacer una canción, para una inventar una melodía, pero ya no es parte de nuestras vidas

Las entradas, por el valor único de $500, se encuentran disponibles de manera online en EntradaUno.com
También se podrán obtener en la boletería del teatro, Alsina 425, desde las 17 hasta el horario de la función.