“El cannabis forma parte de la sociedad argentina”: 8 de cada 10 lo usan con fines recreativos

La Primera Encuesta Nacional de Cannabis reunió más de 64 mil respuestas de usuarias y usuarios de entre 16 y 92 años de todo el país. Es un trabajo realizado por la Revista THC, el Centro de Estudios de Cultura Cannábica y la Licenciatura de Historia de la Universidad de Quilmes.

“La encuesta muestra que el cannabis forma parte de la sociedad argentina y hay que tratar de detectar dónde puede que eso sea un problema y dónde no para facilitarle la vida a la gente que se acerca al cannabis en búsqueda del bienestar”, dijo a FM De la Calle Emiliano Flores, miembro de CECCA y director de la encuesta.

El sociólogo agregó que la proporción mayor de uso es recreativo y que “cuando analizamos por regiones vemos que en la Patagonia el uso medicinal está más extendido y el recreativo da el 75% mientras que si se compara el resto del país está cerca del 82%. Otra cosa que nos generó cierta sorpresa es el uso en mascotas tan extendido”.

“Hay gente que hace más de un tipo de uso, tal vez el principal es el recreativo pero por ahí tiene dolor, necesita dormir, está muy estresado,  de pronto lo usa para la mascota. Registramos un núcleo duro de personas que hacen los 4 tipos de usos: uso medicinal, medicinal para un tercero, medicinal para mascotas y recreativos, comentó.

El sociólogo dijo que se registraron usuarios y usuarias de “todos los rangos etarios hasta los 92 años, sectores sociales, de todos los niveles educativos. Había sectores más representados, la juventud siempre es la masa más importante, tenés uso en la tercera edad, en la mediana edad, de zonas rurales y urbanas, nos mostró que la población que usa cannabis es heterogénea”.

“Una cosa es fumarte un porro en Palermo un sábado a la noche con amigos, relajado o con tu pareja o solo y otra cosa es vivir en la 21-24, en Zabaleta, en la 1-11-14, rodeado de narcos”, dijo la ex gobernadora María Eugenia Vidal. 

Al respecto, Flores afirmó que “más allá de que es un discurso bastante extendido, que si la clase media o alta se fuma un porro no pasa nada y si los pobres fuman es un problema, eso muestra un prejuicio. Cuando encuestamos vimos porqué motivos se acercan al cannabis, desde sectores altos y bajos buscan más o menos lo mismo, se podría resumir en la búsqueda de bienestar. Si lo que buscan es lo mismo ¿por qué es un problema cuando lo hace un pobre?”.

En relación a consumos problemáticos, Flores sostuvo que “la proporción que considera que el cannabis le genera un problema es menos de un 5%, da algo así como un 3,3%. El principal problema tiene que ver con cuestiones familiares, después problemas en el estudio o laborales. A nivel global, el número que se maneja de personas que tienen problemas con el uso de drogas nunca pasa el 5%, es una proporción pequeña. Es probable que estén inmersos en ambientes donde haya problemas y el uso de cannabis agranda o los expone más”.

Los datos destierran el mito de que “el cannabis es la puerta de entrada a otras drogas. Indagamos acerca del uso de otras sustancias ilegales o tabaco y alcohol. Las principales son esas dos que son como las más normalizadas y el resto de las sustancias daban por debajo del 5%. Dio un poco más alto LSD pero entorno a esos datos. El discurso de la puerta de entrada a otras sustancias ilegales no es un paso necesario”.

Hay ciertos mecanismos sociales que funcionan como reguladores de consumo. “Preguntamos en qué momentos prefieren usar cannabis o con quién disfrutan más. En el uso recreativo vimos una correlación con tiempos de ocio, de recreación. Son pocos los que lo usan antes de ir al trabajo, son más los que lo usan después. Ese mecanismo informal, porque no hay nada que te impida usarlo, es la propia responsabilidad o el placer de disfrutar después de una jornada de trabajo. Entendemos que funciona como un mecanismo social de regulación como para que no se use en cualquier lado”.

“Es común que si uno está en un festival de música al lado estén circulando un cigarrillo de marihuana y no en otros ámbitos como en la puerta de un templo. Esos mecanismos están funcionando tácitamente”, dijo.

Entre los tipos de sustancias se destaca en primer lugar el consumo de flores o cogollos, en segundo marihuana “prensada”. “Es interesante cómo se manifestó el aceite -circula bastante fuerte- y alimentos y crema. Lo que más circula son cogollos pero sorprendió el porcentaje alto que dio la crema o tópicos”.

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