Bajó un 40% el número de personas inscriptas para adoptar
Carolina Recalde, integrante de MAMA -Movimiento de Ayuda a Matrimonios Adoptantes- comentó en FM De la Calle cuáles son las principales falencias del sistema de adopciones y sus causas.
El dato es oficial, fue aportado por el Director Nacional del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos -DNRUA-, Juan José Jeannot, y corresponde a la provincia de Buenos Aires.
La pandemia, el acceso más frecuente a tratamientos de fertilización y la decisión de encarar un proyecto de vida sin hijos, son algunas de las causas más importantes al observar esta sensible disminución.
Además, solo una de cada 100 personas inscriptas estaría dispuesta a adoptar un/a niño/a de 12 años o más.
La referente de MAMA, Carolina Recalde, fue contundente: “No hay padres postulantes para poder adoptar niños de segunda infancia, conjunto de hermanos, niños o niñas con alguna enfermedad o discapacidad y adolescentes”.
“El 95% de los postulantes quieren niños de 0 a 3 años y sanos. A veces dicen que si tienen un hermanito también lo adoptamos, pero que en realidad quieren al chiquito”.
“La realidad de los niños en Argentina es esta, la mayoría de los niños en situación de adoptabilidad son niños de segunda infancia, es decir de 6 años en adelante”.
- ¿Por qué la mayoría de los postulantes quieren sólo niños pequeños?
Tengo varias hipótesis. Una es porque piensan que cuanto más chiquito tienen menos historia. Lo que le queremos decir a la gente es que así tenga un mes de vida, primero estuvo en otra panza, tiene historia de abandono, de abuso, de negligencia, maltrato. Tenemos que tener en claro que los niños no vienen de la cuna de color de rosa. Los niños que están en situación de adoptabilidad es porque se les ha vulnerado uno o más derechos. Es raro que haya niños huérfanos, sin madre y padre y que no haya quedado nadie de la familia ampliada. La mayoría es por vulneración de derechos. Entonces esa lógica donde lo adopto chiquitito y tiene menos historia no es correcta.
Otra hipótesis es la que como el niño es más chiquito lo amoldo a mi manera, a mis hábitos, a mis costumbres. Si ya tiene 6, 8 o 9 años ya tiene costumbres, hábitos, y entonces se me va a dificultar adaptarlo a mis maneras.
Y la otra hipótesis es que tenemos una mirada muy adultocéntrica, piensan en ellos al decir que si adoptan un niño más grande se perderán muchas cosas, como la primera palabra, cuando empiece a caminar, el primer día del jardín, etc. La gente tiene que correrse del centro. Uno escucha “me anoté y no me llaman, tengo derecho a ser padre, tengo mucho amor para dar”. Están pensando en su derecho a la paternidad más que en los derechos del niño.
“La gente tiene que tener claro que el eje de la adopción es el niño o niña. El adulto se ofrece como familia pero el derecho de vivir o de crecer en una familia es del niño o del adolescente”.
- ¿Qué pasa con los niños más grandes? ¿Cómo es la experiencia al adoptarlos?
Te puedo hablar por mi experiencia propia. Mi hija tenía 9 años cuando la adoptamos y es maravilloso.
La gente piensa que con 9 años son grandes pero para nada. Era una nena de mirada triste, una niña que jugaba con muñecas, que le gustaba estar a upa mío, a upa de mi marido. No tuvimos esas primeras cosas que recién te mencioné, pero tuvimos otras, la pudimos llevar a la escuela, ayudarla con la tarea, salíamos a pasear, nos dijo mamá, nos dijo papá, pudimos construir un vínculo, es maravilloso y tenía 9 años, hoy ya tiene 18, es una adolescente hecha y derecha.
La gente que ha adoptado adolescentes te dice que es maravilloso, obviamente no es fácil, pero la paternidad y la maternidad no lo son.
Nosotros decimos que la familia biológica no es lo mismo que la adoptiva porque los chicos vienen con un plus de historia, uno tiene que internalizar lo que le gusta, lo que no le gusta. No es lo mismo, pero la gente que ha adoptado en la segunda infancia o adolescentes te dice que volvería a hacerlo.
- Mientras tanto, estos 600 chicos y chicas sólo en la provincia de Buenos Aires, ¿dónde están? ¿de qué sistema de protección dependen?
Hay hogares proteccionales o convivenciales. Lo que antes eran los orfanatos ya no existen más con la nueva ley. Los niños de 0 a 5 años tienen en Bahía Blanca los “Hogares de Belén”. Después de 5 a 12 años tenés Casa de Abrigo 1, Casa de Abrigo 2, y Peumayén, que son mixtos, hay varones y nenas.
Para adolescentes mujeres está el Cantilo y para adolescentes varones el Hogar del Adolescente y otro dispositivo son las familias de acogida o de abrigo que son familias que se ofrecen, que es paga por el Municipio en el caso de Bahía Blanca, y tienen en sus casas un niño, un adolescente o una niña por un tiempo hasta que sea adoptado.
- El juez de San Miguel, Pablo Raffo, abrió la posibilidad de un padrinazgo con jóvenes que pueden ser acompañados sin llegar a ser una adopción. ¿Este registro de cuidadores familiares es nuevo?
A partir del nuevo Código Civil, a los niños a partir de los 10 años de edad, se los escucha y hay chicos que por diferentes motivos no quieren ser adoptados. Uno de ellos es el no querer cambiarse el apellido, no quieren perder ese apellido de origen que es una de las pocas cosas que les queda, aunque el nuevo código permite que los chicos adoptados puedan conservar su apellido de origen.
Para los niños que no quieren ser adoptados hay un “sistema de referentes afectivos” está integrado por personas que los ayudan, los llevan a la escuela, los llevan a una terapia, los invitan a la casa a tomar una merienda, todo ello sin ser adoptantes, sino referentes afectivos.
“MAMA” es el primer grupo de adopción conformado en el país, comenzó en Bahía Blanca hace 37 años.
Para contactarse cuentan con una página de Facebook: “M.A.M.A: Movimiento de ayuda a matrimonios adoptantes” y un celular: 0291-154261125. “Puede venir cualquier persona, el nombre quedó algo caducado porque fue hace 37 años pero pueden venir biparentales, homoparentales, monoparentales, familias ampliadas”.
“Estamos haciendo reuniones por zoom con diferentes temáticas y especialistas los segundos y cuartos sábados de cada mes hasta vacaciones de invierno. Después de las vacaciones de invierno vamos a estar dando charlas presenciales en el edificio de Alem de la UNS”.
Esta semana Recalde participó de la charla “El libro como recurso vincular en los procesos adoptivos” en la Biblioteca Rivadavia donde además presentó su libro “La historia de nuestra familia”.
“Los sábados 4 de junio y 2 de julio a las 16 estaré en el Museo de FerroWhite, con ‘El juego como constructor del vínculo’ y con las escuelas, con el foco en docentes y las familias en los procesos adoptivos”, finalizó.